La economía misesiana en escuelas verdaderamente privadas

0

[Este discurso se pronunció el 13 de octubre de 2007 en la celebración del 25º aniversario del Instituto Mises]

Educación

La educación de una persona, escribió Murray Rothbard, es “proceso completo de crecimiento, de desarrollo de todas las facetas de la personalidad de un hombre”.

A partir del desamparo de la infancia, un niño aprende de sí mismo, de otros y del mundo que le rodea a través de sus acciones. Al desarrollar fines y descubrir medios, se forma juicios acerca de otros, del entorno en el que actúa y de sus relaciones con ellos. Sus decisiones se basan en su personalidad y lo que ha aprendido acerca de principios morales y estéticos y relaciones causales entre fines y medios.

“Cuando acaba llegando finalmente a adulto”, escribía Rothbard, “ha desarrollado sus facultades hasta el nivel que ha podido y ha adquirido una serie de valores, principios y conocimiento científico”.

Una persona se autoeduca en el proceso de vivir su vida. Posee su mente y cuerpo y aprende mediante las acciones que realiza con ellos. Los medios complementarios que utiliza en la acción desde condicionan lo que aprende pero es su mente la que se forma juicios acerca de sí mismo y el mundo en el que actúa.

“Un hecho fundamental de la naturaleza humana”, escribía Rothbard, “es que las ideas de una persona las forma ella misma; otros pueden influir en ellas, pero ndie puede determinar absolutamente las ideas y valores que el individuo adoptará o mantendrá a lo largo de su vida”.

Educación formal

Si la educación es una parte natural de la vida, basada en la propiedad privada y la acción humana, ¿cuál es el papel de la escolarización o la educación formal en el aprendizaje?

Lo que primero aprende un niño de sí mismo, de otros y del mundo es conocimiento timológico, es decir, conocimiento adquirido mediante su experiencia en relación con el éxito o fracaso de sus propias acciones. Aunque el conocimiento timológico se adquiere naturalmente mediante actividades mundanas de la vida diaria, no es simple en sí mismo, sino bastante complejo. Es un compuesto de lo que la persona ha aprendido acerca de leyes naturales, morales y praxeológicas y las condiciones contingentes concretas que afectan a sus acciones. Requiere un esfuerzo intelectual sustancial separar los distintos elementos del conocimiento timológico e investigarlos en sus propios términos. Ese es el papel de la educación formal.

Aprender acerca de las distintas ramas de la verdad teórica dentro de las que se produce la experiencia requiere abstraer leyes teóricas de la experiencia. Para las leyes de la praxeología, esto no se hace principalmente para mejorar la acción de uno, sino para entender cómo opera el orden social. Las leyes praxeológicas describen las relaciones de causa y efecto por las que se crea, mantiene y mejora la división del trabajo. Sin un esfuerzo intelectual sostenido, no se desarrollaría el conocimiento de estas leyes universales y lo que implican. Ese conocimiento no puede derivarse directamente del propio conocimiento timológico.

Por fortuna, aunque el conocimiento timológico, siendo particular para sus propias acciones, solo puede adquirirse por una persona mediante su propia experiencia, el conocimiento praxeológico, siendo universal para todas las acciones, puede construirse por los esfuerzos de otros en una vasta red de verdad teórica a la espera de ser aprendido. La persona media progresaría poco siguiendo esta línea con su propio esfuerzo. Ni podría dedicar tiempo suficiente a ella, olvidando el trabajo de satisfacer sus fines consumistas, ni posee las capacidades necesarias para reproducir todo el conocimiento praxeológico desde el inicio. Incluso la persona mejor dotada encontraría económico aprender verdades praxeológicas a partir del trabajo de otros. Leer La acción humana es más fácil que escribirla.

La instrucción formal de un niño demasiado joven como para entender la verdad teórica avanzada se hace para prepararle para esa investigación intelectual sistemática. Por tanto, empieza con el desarrollo de sus facultades intelectuales. Debe aprender las piezas elementales del razonamiento y desarrollar su intelecto en una progresión natural de los hechos a la razón a la aplicación.

La educación formal de un hijo es la prerrogativa natural de sus padres. Estos poseen los derechos de custodia del niño y los ejercitan para su desarrollo físico mental y espiritual. Los padres están en disposición de conocer a sus hijos y preocuparse por el desarrollo de su personalidad. Tienen la responsabilidad de atender este fin y están en disposición de ajustar su educación formal a las fortalezas y debilidades de sus hijos, ya sea mediante su propia tutoría o la contratación de especialistas apropiados para instruir a sus niños. Así que la tutoría dirigida por los padres es el mejor tipo de educación formal ya que es más apta para hacer armonioso el aprendizaje con el desarrollo natural de la personalidad del niño.

Las escuelas privadas primarias y secundarias, con un profesor y muchos estudiantes, han sido una solución de compromiso para la tutoría dirigida por los padres que derivaba de la necesidad económica. En las sociedades precapitalistas solo la élite más rica tenía suficiente riqueza como para permitirse una tutoría privada. La mayoría de sus padres dedicaban el tiempo al trabajo necesario para poder subsistir.

Al expandirse la riqueza con el capitalismo, se ha hecho cada vez más posible que los padres de clase media hagan lo que siempre se han podido permitir los ricos, es decir, tutorías privadas. Hoy los padres de clase media son lo suficientemente ricos como para permitirse tutorías privadas importantes y podrían hacerlo mucho más si se les librara de la carga de financiar las escuelas públicas. E incluso donde la riqueza privada no es aún suficiente y los padres eligen escuela, un mercado de escuelas privadas suprimiría la deficiencia de escolaridad, ya que el gasto paternal dirigiría a las escuelas a llegar a los mejores métodos para desarrollar la personalidad de cada niño. Igual que el conocimiento timológico el niño se beneficia de sus propias acciones, la educación formal actúa natural y privadamente.

Cuando el niño alcanza la madurez y ya no está bajo la custodia de sus padres, puede elegir escuelas para tener más educación formal. La diversidad de intereses y aptitudes entre personas les llevará a distintos objetivos intelectuales especializados. Y por tanto un mercado de la educación superior tendría una variedad de escuelas atendiendo estas áreas especializadas, como la medicina, la ingeniería, la filosofía, la teología y la economía. Y aparecería una serie de estas escuelas para atender a los distintos intereses y aptitudes de los estudiantes.

Si a los alumnos les interesa aprender la verdad del mundo para su propio beneficio como en la filosofía o por su utilidad como en la ingeniería, entonces por su demanda las escuelas estarán dominadas por la investigación o la búsqueda de la verdad.

En ese marco puede desarrollarse  la economía misesiana, que explica la naturaleza y funcionamiento del orden social natural.

La educación y el estado

La interferencia del estado en la educación usurpa los derechos de los niños y desplaza el papel custodio de los padres al ejercitar esos derechos. El que el estado pueda apropiarse de los derechos de custodia de los padres demuestra que tiene en cuenta sus propios intereses. El estado debe recurrir a la fuerza porque ni el niño ni los padres quieren que se cambien las disposiciones naturales. Como el estado se basa en la coacción, su actividad extingue la misma base para el desarrollo de las personalidades de los niños, que es la libertad.

Además, a los funcionarios del estado les falta el conocimiento y preocupación por el niño que poseen sus padres. Al estado no le interesa desarrollar las personalidades de los niños o atender sus intereses y aptitudes. El estado no desea que participen en el orden social mediante asociaciones libres. El estado financia y regula la educación formal para avanzar en sus propios intereses y alcanzar sus propios fines. Aunque sí adoptara los fines privados de la educación garantizados privadamente, ningún método de instrucción que adopte podría mejorar el sistema privado de educación. Sin recurrir a un tipo de esclavitud masiva, el estado no podría proporcionar tutoría individualizada a los niños y tendría que recurrir a la escolarización. En lugar de la diversidad de escuelas en el mercado esforzándose por desarrollar las personalidades de los alumnos, al estado le interesa la uniformidad escolar y la consiguiente supresión de las personalidades individuales para producir una ciudadanía homogénea que sirva a los fines del estado.

Como al estado no le interesa desarrollar las personalidades y facultades de aprendizaje de los niños, no tiene interés en potenciar su búsqueda de la verdad como adultos. Apoyará la verdad que aumente su poder y suprimirá la verdad que desafíe su poder. También apoyará las mentiras que aumenten su poder. Una buena ingeniería encontrará un lugar en una educación superior controlada por el estado, ya que el estado necesita ingenieros para realizar sus propios proyectos tecnológicos. El estado acogerá la economía keynesiana, ya que justifica el ejercicio del poder del estado. Pero la economía sólida no encontrará un hogar en la educación superior controlada por el estado. La economía misesiana es una amenaza de primera magnitud para el estado, pues explica el funcionamiento del orden natural de la sociedad y los terribles efectos de la interferencia del estado.

El auge de la educación formal en Occidente

Desde tiempo inmemorial, la educación de los niños la han realizado sus padres. En el mundo antiguo, las escuelas privadas aparecieron en primer lugar para formar a sacerdotes en el servicio religioso y educar a los hijos de la nobleza. Normalmente se centraban en torno a un profesor o grupo de profesores conocidos por su sabiduría. Las escuelas públicas se crearon para formar a burócratas para hacer funcionar el aparato estatal. A lo largo del mundo antiguo, las escuelas públicas sufrieron muchos altibajos y las escuelas privadas se estancaron y progresaron de acuerdo con si el estado era débil o fuerte.

En el despotismo oriental de China, la educación del estado era formación para el funcionariado. En el colectivismo totalitario de Esparta, el estado controlaba la educación para la formación militar. Cuando el estado era débil en Tenas, la educación privada daba un paso al frente. Los sofistas organizaban la educación formal de la manera natural, congregando un grupo de alumnos junto al profesor cuya sabiduría creían que merecía la pena. La educación formal helenística seguía las líneas naturales que sería el fundamento de la educación en la Edad Media.

En la República Romana, donde el estado era relativamente débil, la educación la realizaba naturalmente la familia y, para los hijos de la élite, por tutores después de que se completara la educación familiar. Sin embargo, en el Bajo Imperio Romano el estado había erigido un sistema de educación para formar funcionarios. Después de la caída del Imperio Romano, la educación controlada por el estado entro en decadencia y la educación formal se realizaba de nuevo privadamente.

El cristiano reavivó el imperativo moral israelita de que los padres instruyeran a sus hijos. E igual que los judíos habían creado escuelas para la formación de rabinos, los cristianos crearon escuelas en monasterios y catedrales de Europa desde de la caída de Roma.

Después de que la invasión musulmana llevara a la decadencia de las escuelas monásticas y catedralicias, Carlomagno las reavivó, pero las puso al servicio de imperio como centros de formación para quienes se convertirían en sus funcionarios. Al declinar el imperio, la Iglesia Católica recuperó la función de las escuelas monásticas y catedralicias y extendió la educación formal a los pobres. Estas instituciones constituyeron la educación formal en el periodo medieval.

Desde estas escuelas de la Iglesia floreció un movimiento intelectual que proporcionó las semillas del renacimiento del siglo XII.Esencial para esta resurrección fue el desarrollo del sistema universitario. El auge de las universidades dependía no solo de la recuperación de las obras antiguas perdidas, sino de mejoras políticas legales y de paz y asimismo la creación de riqueza puesta en marcha por el auge del capitalismo. La mayor prosperidad no solo proporcionó medios adicionales para dedicar a la educación formal (como libros, viajes y fondos de caridad), sino asimismo más tiempo de ocio para dedicarse a ella.

Grupos de profesores y estudiantes se reunían para dedicarse a los estudios más allá de las artes liberales: derecho en Bolonia y teología en París al principio y así al final de la Edad media se habían creado ochenta universidades en toda Europa.

El proyecto escolástico que empezó dentro del sistema universitario era buscar toda la verdad de Dios y transformar el mundo para hacerlo conforme con esas verdades. El supuesto esencial que sostenían era que la verdad está decretada por Dios, incluida en la naturaleza de la creación y era descubrible por la razón humana.

Esencial para la búsqueda sin impedimentos de la verdad era la independencia del estado. Desde los tiempos de la concesión papal de la Universidad de París, el método común para garantizar la independencia era obtener una concesión del papa.

Como todas las empresas privadas, las universidades tenían que facilitar el beneficio muto de los que participaban en ellas. Los estudiantes recibían condiciones contractuales detalladas para garantizar que los profesores proporcionaban la educación que pagaban y ejercitaban el poder de boicotear y obligaban a los profesores a publicar bandos para aplicar estas condiciones. Los profesores recibían un salario y unas condiciones laborales aceptables. El sistema universitario creado por la Iglesia Católica daba un amplio espacio a la investigación intelectual y generó una comunidad internacional de intelectuales que dieron lugar a las ciencias naturales y sociales.

Para que cualquier esfuerzo patrocinado por el estado tenga éxito como parte de este sistema, tiene que cumplir con sus altos estándares. Al faltarle el poder de interferir coactivamente en el sistema, las escuelas patrocinadas por el estado tenían que competir por profesores y estudiantes. Y así fue que siglos después de la creación del sistema universitario, un grupo de escolásticos se reunió en la Universidad de Salamanca. Dados sus presupuestos cristianos y la libertad de investigación que permitía el sistema, empezaron el proyecto de la economía austriaca de tratar de explicar las consecuencias para el orden social de la inflación monetaria en España en el siglo XVI.

La economía misesiana nació en el sistema universitario privado de la Alta Edad Media. Los escolásticos españoles no solo explicaron el orden natural de los mercados, sino también las consecuencias dañinas de la interferencia del estado en ellos. Los investigadores que no temían escribir abiertamente acerca de las condiciones bajo las que podía asesinarse a los gobernantes, no se sentían limitados a denunciar controles de precios y salarios como interferencia del estado en el funcionamiento de las leyes naturales de Dios. Esas opiniones contra el estado eran impensables en las escuelas públicas del mundo antiguo y nunca se habrían abierto paso fuera de escuelas verdaderamente privadas.

La caída de la educación formal en Occidente

En punto de inflexión fatídico para el sistema universitario medieval se produjo cuando los reformistas, Martín Lutero y Juan Calvino, aceptaron el control estatal de la educación como medio de extender sus propias doctrinas. El Plan Escolar de Sajonia de Lutero de 1528 se convirtió en el modelo de la mayoría de los estados protestantes en Alemania y Calvino creó escuelas públicas en Ginebra y alentó movimientos para establecer una escolarización obligatoria en Francia, Holanda, Escocia y Nueva Inglaterra.

El control estatal de la educación formal en Europa llegó al máximo en Prusia, donde el estado era el más fuerte. El estado prusiano aprobó leyes de asistencia obligatoria, centralizó y burocratizó el control de la educación formal, suprimió las escuelas privadas, examinó y certifico profesores, utilizó exámenes de graduación para controlar la entrada en las profesiones y el funcionariado y utilizó el sistema para obligar a la uniformidad en el lenguaje y la cultura. El sistema prusiano se extendió a toda Alemania con la formación de estado centralizado alemán. La consolidación hizo que el control del estado sobre las universidades alemanas suficientemente fuerte como para suprimir completamente las opiniones de laissez faire. Los puestos de economía en la universidad se reservaron a los miembros de la escuela histórica alemana, nombrado bajo el consejo del propio Gustov Schmoller.

El auge de la economía misesiana

La economía misesiana no podía aparecer en ese estado de cosas y apenas fue capaz de poner el pie en la Universidad de Viena, como relata Guido Hülsmann en su magnífica biografía de Mises. Cuando Mises acudió a la universidad, esta había estado controlada por el estado durante casi un siglo. La economía se enseñaba en el departamento de derecho y ciencia política. Los profesores eran funcionarios imposibles de despedir, recibiendo sus nóminas independientemente de su rendimiento, muy lejos de París y Bolonia en el siglo XII.

El principal profesor de Mises en los primeros años de sus estudios, Carl Grünberg, había sido contratado para traer a Viena el historicismo alemán. La otra gran influencia en Mises en la universidad del momento fue Eugen Philippovich. Aunque no era un historicista, sus opiniones eran decididamente intervencionistas. A pesar de la influencia de sus profesores, Mises descubrió por sí mismo las teoría económica leyendo los Principios de economía política de Carl Menger. Menger era en cierto modo una anomalía en la universidad, una vuelta a la visión tradicional de la economía, que la veía como un orden natural y era escéptica con la intervención pública, una visión que había aparecido, como hemos visto, en el sistema universitario medieval y era característico del pensamiento económico clásico. Menger afrontó la oposición en el departamento como candidato al puesto y durante su titularidad en la universidad, consiguiendo solo su puesto asegurado de profesor titular debido a sus servicios al emperador como tutor de su hijo. Menger usó después su influencia personal para conseguir puestos en la universidad para Eugen von Böhm-Bawerk y Friedrich von Wieser. Böhm-Bawerk, el más mengeriano de ambos, fue nombrado con dificultades y, como escribe Hülsmann, “Después de la muerte  de Böhm-Bawerk, la academia apenas utilizó la tradición mengeriana que Mises mantuvo y desarrolló.

Mises se convertiría en un investigador en privado, apoyando sus escritos con trabajos a tiempo completo, principalmente en la cámara de comercio. El único puesto académico regular que tuvo nunca Mises fue en el Instituto de Grado de Estudios Internacionales en Ginebra. El Instituto estaba supervisado por la Universidad de Ginebra, pero estaba financiado por la Fundación Rockefeller, que fue su principal patrocinador financiero durante casi veinte años. Hülsmann escribe: “durante los años de Ginebra, el salario de Mises se pagó en buena medida con el dinero de Rockefeller y las cosas seguirían así durante la siguiente década”.

Las condiciones apenas eran mejores en la universidad estadounidense en la que los reformistas educativos habían adoptado el modelo prusiano de educación formal y las universidades alemanas habían servido como campo de pruebas de ingeniería social para la primera generación de doctorados estadounidenses que se convirtieron en profesores en las universidades estadounidenses. El control estatal de la educación formal fue de la mano de la expansión del poder del gobierno federal  durante el siglo XX. Las universidades privadas renunciaron a su independencia ante el estado para recibir su generosidad. El control del estado convirtió el sistema medieval de uno en que las universidades patrocinadas por el estado conformaban el sistema a uno en el que las universidades privadas conformaban el sistema controlado por el estado. Solo las pocas que rechazaron los favores del estado mantuvieron una pizca de independencia.

Para cuando emigró a América en 1940, la academia estadounidense no tenía espacio para gente como Mises. Se encontró en la misma posición que había tenido en Europa, un investigador independiente aopyado privadamente. Como escribió Rothbard: “Durante el resto de sus carreras en la academia estadounidense, los salarios tanto de Mises como de Hayek fueron pagados por el Fondo William Volker. (Después de que desapareciera el fondo en 1962, la tarea de financiar el puesto de Mises en la NYU la asumió [Leonard] Read y un consorcio de hombres de negocio)”.

La situación fue poco mejor para Rothbard que trabajó en el académicamente remoto Instituto Politécnico de Brooklyn durante décadas. Sus escritos fueron apoyados privadamente por el Fondo Volker, las Fundación Earhart y el legado Lilly y su puesto en la UNLV fue dotado por la riqueza del empresario forestal S.J. Hall. Hizo falta el patrocinio del gran empresario petrolífero J. Howard Pew para conseguir un puesto para Hans Sennholz en el Grove City College.

Este precario punto de apoyo para la economía misesiana se afianzó con Lew Rockwell cuando fundó el Instituto Mises en 1982. El instituto es en buena parte responsable del resurgimiento internacional floreciente del pensamiento misesiano en los últimos veinticinco años. Miles de alumnos y veintenas de profesores han aprendido pensamiento misesiano mediante los seminarios formadores y conferencias temáticas del instituto; millones han leído análisis misesianos en su sitio web. Las publicaciones del instituto han sido indispensables para mantener las obras de Mises disponibles para el creciente número de lectores interesados. El Instituto Mises es la principal organización educativa dedicada a la verdad política y económica. Y como cada vez más gente reniega de la educación formal del estado, el Instituto Mises (una escuela verdaderamente privada) es la ola del futuro y la verdad económica y política que anuncia es la esperanza de la libertad.


Publicado el 29 de octubre de 2007. Traducido del inglés por Mariano Bas Urib. El artículo original se encuentra aquí.

Print Friendly, PDF & Email