El mea culpa de Gupta

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El Dr. Sanjay Gupta ha cambiado de opinión recientemente  respecto de la legalización de la marihuana y pedido perdón por apoyar su prohibición. El neurocirujano y corresponsal médico de la CNN evidentemente se toma muy en serio sus propios puntos de vista y su mea culpa debería ser un gran impulso para el movimiento de la marihuana médica. El Dr. Gupta admite: “Hemos estado terrible y sistemáticamente equivocados durante casi 70 años en Estados Unidos y pido perdón por mi papel en ello”. Su cambio es un buen recordatorio de que nuestro objetivo final es deshacernos de todo un sistema de atención sanitaria por el que estamos gobernados por tecnócratas de la atención sanitaria, burócratas y políticos.

La perspectiva ortodoxa es que expertos y tecnócratas deberían establecer cuáles son las mejoras prácticas médicas y luego los burócratas deberían hacer aplicar estas prácticas a todos. La prácticas consideradas subóptimas, no demostradas o potencialmente peligrosas deberían ser prohibidas por políticos y dicha prohibición aplicada por burócratas. Es un sistema de talla única que el estado determinando qué talla vale y cuál no.

Siempre sin miedo a la intervención, el gobierno ha proporcionado privilegios de monopolio a los doctores a través de licencias, a las empresas farmacéuticas mediante patentes y restricciones comerciales y a los hospitales, que pueden impedir que los competidores entren en su mercado mediante requisitos de “certificados de necesidad”. La combinación de proveedores en monopolio y consumidores subvencionados  es la razón principal de esta época de costes médicos en aumento y resultados a la baja en la atención sanitaria.

¿Qué pasa con el coste? En la mayoría de las áreas de la vida, normalmente tenemos que elegir cuánto gastaremos en cosas como comida, casa y ropa. Nuestras decisiones se ven dirigidas por nuestra renta, gustos y riqueza, pero con la atención sanitaria el gobierno ha tratado de eliminar el precio del proceso de toma de decisiones. El gobierno paga casi todos los gastos de atención sanitaria para sus funcionarios, dependientes y jubilados. También paga la factura de mayores, desempleados y familias de renta baja. Para el resto, el gobierno nos proporciona un gran subsidio por el que el empresario pagaba un seguro sanitario completo. Y pronto el Obamacare cerrará la puerta a lo que queden sin asegurar.

Con las actitudes y políticas que prevalecen hacia la marihuana, no debería sorprender aprender que casi toda la investigación financiada por el gobierno se ha usado para determinar si la marihuana causa problemas médicos y no los beneficios médicos de su uso. Casi todos los resultados negativos para la salud que se encontraban en estudios anteriores, han resultado posteriormente ser falsos o irrelevantes para el mundo real. Por el contrario, siguen encontrándose beneficios médicos positivos sin que produzcan efectos secundarios importantes.

Hay literalmente docenas de usos médicos de la marihuana y esta tiene potencial para proporcionar beneficios médicos en prácticamente todas las grandes categorías médicas, incluyendo SIDA, cáncer, diabetes, esclerosis múltiple, glaucoma, artritis y Alzheimer. Todos estos beneficios tienen un coste muy bajo sin ningún efecto secundario importante.

¿Cómo sería un mercado libre en la atención sanitaria? Los empresarios estarían libres de cargas y buscando constantemente nuevas oportunidades de beneficio. Aparecerían constantemente nuevos fármacos, aplicaciones, procedimientos, tests y máquinas. No habría monopolios o apoyos públicos,. La seguridad y eficacia de los productos estaría probada por grupos como Consumers Report y Underwriters Laboratory,  pero en definitiva el éxito o fracaso de un nuevo producto o dispositivo estaría determinado por el consumidor.

Los proveedores en un mercado libre serían los más interesados en proteger a los consumidores contra daños, en lugar de esconderse bajo la protección de la FDA, que a menudo sirve de escudo ante demandas para proveedores de atención sanitaria. Los proveedores querrían protegerse ya que un error podría acabar con todo el valor de la empresa o la reputación de su producto. También querrían evitar demandas basadas en daños causados por sus productos.

Naturalmente, el coste seguiría siendo importante. En un mercado libre, es mucho más probable que los consumidores conozcan las opciones médicas y sus precios relativos y soportarían la carga de sus decisiones. Los precios serían competitivos y la disponibilidad de productos y servicios sería mucho más abundante. No habría que esperar una cita del doctor o estresarse en una “sala de espera” durante una hora. Se podrían hacer los análisis de sangre en el fin de semana, de forma que no haya que perder trabajo.

La elección es un componente importante de un sistema de atención sanitaria de libre mercado. Podría haber un procedimiento con un porcentaje de curación del 40% y sin efectos secundarios conocidos utilizando inyecciones y un tratamiento farmacológico alternativo con un porcentaje de curación del 50% con efectos secundarios conocidos utilizando píldoras, por lo que seguro que algunas personas elegirían las inyecciones y otras las píldoras. Esta proliferación de opciones significa que más gente buscaría tratamiento en comparación con la aproximación de talla única.

Por supuesto, los beneficios de la legalización de la marihuana no acaban con el sistema sanitario. Los beneficios económicos incluyen a la marihuana o el cáñamo como nuevos competidores en mercados como alimentación, textiles, materiales de construcción y combustible. Como producto agrícola, puede cultivarse en muchos lugares a bajo coste y sin casi necesidad de fertilizantes o pesticidas. Los beneficios sociales incluyen una importante descarga de los sistemas penal, judicial y policial y la eliminación de familias rotas debido a violaciones de las leyes sobre marihuana.

El mea culpa del Dr. Gupta es un recordatorio de que la atención sanitaria dirigida por el gobierno beneficia al propio gobierno y no al paciente. El mercado libre, que sirve a los intereses de los consumidores, los pacientes, es un mejor barómetro para la atención sanitaria. Solo podemos esperar que el cambio de opinión del Dr. Gupta sea el primero de muchos desertores del banco de la atrincherada sanidad pública.


Publicado el 13 de agosto de 2013. Traducido del inglés por Mariano Bas Uribe. El artículo original se encuentra aquí.

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