Guido Hülsmann: Dentro de la mente de Mises

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[Esta es una transcripción de la entrevista]

Jeff Deist: El Dr. Guido Hülsmann es miembro sénior del Instituto Mises y profesor de economía en la Universidad de Angers en Francia. Escribió biografía completa de Ludwig von Mises, Un enorme proyecto que le dio una visión única de la mente, la obra y la vida de este gigante del siglo XX. El Dr. Hülsmann escribió también posteriormente un libro fascinante sobre la ética de la producción de dinero, un tema inspirado por el propio Mises. Explicaremos los años dedicados por el Dr. Hülsmann a escribir la biografía, el azaroso descubrimiento de los papeles de Mises en Moscú que hicieron posible el libro, cómo resistió Mises y siguió trabajando mientras ardía Europa y cómo sus sacrificios personales ayudaron a abrir el camino para la academia austriaca que funciona hoy. Manténganse conectados.

Señoras y caballeros, bienvenidos a otra edición de Mises Weekends. Soy Jeff Deist y estoy muy contento y agradecido por estar este fin de semana en el estudio por un invitado que nos visita aquí, en el Instituto Mies en Auburn, el Dr. Guido Hülsmann.

Buenos días. ¿Cómo estás?

Guido Hülsmann: Muy bien. Es magnífico estar en el Instituto Mises.

JD: Guido, tu libro, The Ethics of Money Production, se publicó aproximadamente un año después de tu biografía de Mises. ¿El tiempo que  dedicaste a estudiar a Mises te inspiró para escribir el libro?

GH: En cierto modo sí, pero no como podrías esperar. Fue más bien una actividad terapéutica, ya que no podía centrarme completamente en la biografía de Mises, porque era realmente mucho trabajo, en el sentido de que no me considero realmente un historiador del pensamiento, que es mi principal pasión como investigador, que ha sido siempre la economía. Así que escribir una biografía de Mises era una actividad inusual para aprender muchas cosas y, por supuesto, fue muy instructivo. Aprendí muchas cosas, pero fue un trabajo realmente duro en le sentido de que a menudo no encontraba mucha satisfacción al realizarlo. Quiero decir, me gustaba escribir la biografía, pero investigar todas esas cosas, era mucho trabajo duro. Y así, por otro lado, simplemente para aliviar presión, siempre estaba realizando alguna investigación económica, así que escribía artículos que se publicaban en el Quarterly Journal of Austrian Economics y otras revistas científicas, pero también Ethics of Money Production y que fue en realidad, en cierto modo, se debió a la iniciativa de uno de los patrocinadores del Instituto Mises, George Crispin, a quien puede que conozcas.

Así que George se mudó con su encantadora esposa, Theresa, a Auburn en algún momento de finales de la década de 1990. Había sido ingeniero durante muchas décadas antes y por tanto estaba constantemente presente y aparecía en nuestros seminarios y en la Universidad Mises de Verano y también en los eventos que organizábamos para los alumnos que estaban allí. En un momento en 2003, me preguntó si estaría dispuesto a dirigir un seminario para él y sus amigos y no sé si era el Rotary Club o el Lions Club, algo de este tipo y dije que sí, por qué no, así que quería un seminario de economía monetaria.

Así que repasé con ellos la historia del pensamiento monetario y obtuve todas los apuntes de clase ya proporcionados y que el Instituto Mises tan amablemente aceptó publicar.

JD: Guido, tu biografía de Mises se titula Mises: The Last Knight of Liberalism. Ahora sé que fue una enorme tarea, un proyecto que te llevó muchos años. ¿Puedes mirar atrás en el tiempo y contarnos un poco de ese proceso?

GH: Es un proyecto enorme. Ayer algunos alumnos me preguntaron si aceptaría volver a hacerlo. Dije que si alguien me lo preguntara ahora, diría que no.

JD: No, no lo harías de nuevo.

GH: Sabiendo el mucho trabajo que conlleva, no, y por supuesto es muy distinto porque ahora soy un investigador establecido, así que tengo muchas otras que puedo hacer y muchas otras maneras de ganarme la vida, así que cuando Lew [Rockwell] me pidió escribir una biografía de Mises, fue en el momento exacto de mi carrera, porque no tenía un puesto académico y no era catedrático, no recibía ingresos por dar lecciones, enseñar a alumnos, realizar investigación, así que fue en el momento justo.

Quería volver a la universidad y había obtenido dos becas en 1996, de dos fundaciones científicas alemanas, que son el equivalente a la National Foundation for the Sciences, algo muy prestigioso. . Con una fui a Francia y con la otra a Estados Unidos. Aproximadamente al mismo tiempo en que supe que se habían concedido, Lew me preguntó si estaba dispuesto a escribir una biografía de Mises, porque conocía la economía austriaca y porque podía leer el material original en alemán, especialmente, y parte de él está también en francés. La razón por la que me lo pidió fue porque justo antes se había sabido que los documentos que tenía Mises en su piso de Viena, que habían confiscado los nazis en 1938, se habían redescubierto en Moscú, ¿te lo puedes creer? Así que el Ejército Rojo había descubierto todo este material almacenado en vagones de trenes nazis al final de la guerra y llevaron todo esto a Moscú.

Nos estaban interesados particularmente en Mises, pero sus papeles se almacenaron con montones de archivos similares que pertenecían a opositores del régimen, así que liberales como Mises o comunistas y diversas organizaciones judías, etcétera. Los comunistas llevaron todo esto a Moscú, por supuesto, con la esperanza de que podrían encontrar material que poder usar contra oponentes de posguerra. El primer intelectual estadounidense de tendencia austriaca que se enteró de esto fue Richard Ebeling, que ya estaba trabajando durante un tiempo en una biografía de Mises y acudió a Moscú, creo que en 1996 y estuvo un tiempo en los archivos y consiguió copias del material y fue con su esposa, que es rusa, y así trajo todo esto y luego dio la noticia de que allí había este magnífico material. Así que Mises quería que alguien escribiera una biografía de Mises para el Instituto Mises y aproximadamente al mismo tiempo yo había entrado en contacto con el Instituto Mises. Había estado en contacto con ellos desde 1994. Me habían visto enviar trabajos en las conferencias de 1995, 1996, así que en enero de 1997, creo que era, Lew me escribió un correo electrónico preguntándome si quería hacer esto. Era para mí como el cielo, ya que era mi vía de retorno a la universidad, así que empezó así.

JD: Debo decir que, desde mi perspectiva, esta biografía es una contribución enorme a la investigación de la economía austriaca y realmente creo que un gigante como Mises merecía una biografía más completa que las que existían antes de que escribieras este libro.

GH: Bueno, me encanta que apreciaras que el trabajo que realicé indudablemente cubre un hueco, porque no estaba disponible esa obra, pero con toda justicia debo decir que no hay muchas personas que tengan el valor de leer un libro de más de 1.000 páginas, en lo que se ha convertido. Las biografías de Mises escritas por Murray Rothbard, por Israel Kirzner y también por Margit von Mises indudablemente tienen su lugar y su buena función y pro suerte existen para muchos lectores que prefieran tener primero un versión “Reader’s Digest” o más corta.

Por supuesto, hice algo que los otros no pudieron hacer y en concreto vi todos los papeles de Mises, que simplemente no estaban disponibles, especialmente los anteriores a la Segunda Guerra Mundial. Ha habido disponibles otros documento, como todo el material que Mises dejó en su despacho, así como sus papeles de sus décadas en Estados Unidos que su esposa vendió al Grove City College. Así que estaban disponibles en el Grove City College y Murray Rothbard o Israel Kirzner podrían haber consultado, pero no lo hicieron porque en realidad, como mencioné antes, es un trabajo archivístico muy concienzudo. No es muy agradable, especialmente si eres economista, no es el tipo de trabajo que haces habitualmente, pero, quiero decir, lo sabía cuando acepté escribir la biografía de Mises, eso es exactamente lo que tenía que hacer, así que fue una experiencia formidable, porque aprendí a el trabajo, por decirlo así, de un historiador, al menos hasta cierto punto.

JD: Guido, hablemos por un momento acerca del primer libro de Mises, que escribió muy joven, La teoría del dinero y del crédito. Estaba releyendo el prólogo de ese libro hace muy poco y realmente es asombroso lo profético que era. Podría haberse escrito hoy y me asombra que fuera capaz de prever tanto y escribir ese libro en 1912.

GH: Sí, fue un gran logro y con ocasión del centenario de la primera publicación de este libro organizamos hace unos pocos años un coloquio en la Conferencia de Investigadores Austriacos en el que muchos colegas hicieron grandes contribuciones. Publicamos las actas de ese coloquio en un libro publicado en el Instituto Mises bajo el título Theory of Money and Fiduciary Media, celebrando el centenario y todos nosotros, por supuesto, si echas un nueva mirada al libro, si lo relees y llegas a apreciar esto con más detalle del que lo hiciste antes y se marcan los escritos de Mises en una lectura posterior, siempre descubres cosas que se te habían escapado antes, algo que es cierto para todos sus grandes libros.

Lees Socialismo, lees La acción humana y siempre hay algo que no advertiste la primera vez y finalmente ver la profundidad de su análisis, pero con ocasión de este dediqué mucho tiempo a preparar mi capítulo para este libro y lo que hice fue comparar las diversas ediciones, las primeras pocas ediciones alemanas y la edición inglesa y también tuve que mirar atrás en la historia de la economía monetaria del siglo XIX, cosa que hice, no para la biografía de Mises, así que en cierto modo, mi capítulo para este libro del centenario es mucho más profundo que lo que hice en la biografía de Mises.

Y allí ya había intentado tratar La teoría del dinero y del crédito, que contiene creo que cuarenta páginas o algo así, así que ya es grande, solo para demostrar lo rico que era su pensamiento económico y lo grande que es su contribución. Y lo que Mises hace en realidad es crear una gran síntesis de cien años de pensamiento monetario clásico, es eso. Así que lee todo el material de Adam Smith y la gran contribución de Adam Smith es decir que no podemos hacernos ricos teniendo más dinero, especialmente no manipulando la oferta monetaria, así que la riqueza viene de otro lugar. Viene del trabajo duro y la división del trabajo. Viene de una vida frugal. Viene de la innovación, etcétera, pero no del gasto de dinero.

Y por supuesto, esto trajo diversas respuestas de todos los fanáticos monetarios, también en el siglo XIX que tenían en cierto modo algo válido, así que podían crear grietas en el edificio clásico y finalmente lo hicieron desplomarse, porque el pensamiento monetario de Adam Smith no estaba bien desarrollado y por tanto alguien tenía que reunir todos estos elementos, lo válido y la crítica, pero también revitalizar los verdaderos fundamentos que habían puesto Adam Smith, David Ricardo y Jean-Baptiste Say y eso es lo que hace Mises en este libro. Es su gran logro y, al mismo tiempo, abre nuevas áreas para investigar en el siglo XX, la importancia de la banca libre, las diversas formas en que la manipulación monetaria nos ha empobrecido y las consecuencias culturales de que el gobierno intervenga en la moneda.

JD: Así que el tiempo entre el primer libro de Mises en 1912 y su obra maestra, La acción Humana, en 1949, vio una enorme cantidad de cambios, especialmente en Europa. Desde esta perspectiva, debe haber pensado que el mundo estaba ardiendo y que el liberalismo estaba muriendo en Europa.

GH: Indudablemente estaba ardiendo. El mundo se estaba desmoronando. Este famoso libro de uno de los contemporáneos de Mises, El mundo de ayer, de Stefan Zweig, que era una escritor famoso y sigue siendo famoso hoy, en el que describía el mundo como era hasta la Primera Guerra Mundial y como una comparación para sus contemporáneos, porque estaba escribiendo en el periodo de entreguerras y advertían una gran diferencia y lo mismo nos pasa a nosotros, es aún mayor y si lees a Zweig hoy y dice, vaya, es realmente un mundo completamente distinto. Así que Mises veía este mundo ardiendo, como dices, y veía que se desmoronaba de una forma más rápida que incluso lo vemos ahora. Por supuesto, si vez la política estadounidense en los últimos quince años y dices caramba, esto es realmente una degradación muy rápida, pero no es nada comparado con lo que vivió Mises entre 1914 y 1919, especialmente el auge de los regímenes totalitarios, los asesinatos masivos en todas partes en Alemania y la Rusia soviética, en los diversos pequeños regímenes bolcheviques que existían entonces, así que fue un momento terrible. Y es todavía más admirable que encontrara el valor para seguir adelante, de que encontrara la esperanza de que un día las cosas irían mejor y de que se diera cuenta de que tendrían que ponerse los fundamentos intelectuales para cualquier renacimiento de la civilización occidental y tendría que ponerlos alguien como él, así que cubrió el hueco que nada más podría haber cubierto y no se desanimó por el hecho de que poca gente se diera cuenta de los importante que era en su momento su obra.

JD: Guido, habla acerca de la experiencia de Mises al venir a EEU y el trato tan mezquino que recibió a manos de la universidad estadounidense.

GH: Si miro atrás a los acontecimientos de los últimos veinte años, las oportunidades de carrera para economistas austriacos, hemos hecho enormes progresos. Así que ahora es posible virtualmente para todos nuestros jóvenes doctores encontrar un trabajo en una universidad y es cada vez más posible conseguir empleos en universidades de alto nivel, universidad de prestigio, es posible y creo que también mejorará en el futuro. Por otro lado, he aquí la lección, a la que probablemente te refieres, la lección que hay todavía un sacrificio. Si eres muy brillante, nunca lo lograrás en el momento actual, nunca llegarás a las mejores facultades, así que siempre está el sacrificio que tienes que aceptar y por tanto tienes que estar motivado por otras cosas distintas del éxito personal de tipo material y quizá de la gloria, y tienes que estar motivado por el poder de la verdad y la noble dignidad de la justicia.

JD: Y, por supuesto, Murray Rothbard, como Mises, hizo tremendos sacrificios personales en términos de su propia carrera, para mantenerse fiel a su visión de la economía correcta.

GH: Sí. Y esa creo que es la verdadera motivación para el verdadero investigador. Debes seguir adelante por la verdad y no deberías pensar en el horizonte temporal de tu propia vida, sino en el de muchas generaciones. Esa es la aproximación correcta y es la aproximación que puede darte una gran satisfacción, incluso si tu impacto en tu propia vida sea limitado.

JD: Guido, mientras acabamos, me gustaría señalar algo que planteabas en el epílogo de tu biografía de Mises. Como el propio Mises, desafías la crítica ortodoxa de que el austricismo sea algo no científico en su metodología.

GH: Sí. Y él lo destacaba tanto más en La acción humana, que es el tema de dios obras posteriores que publicó, una es Teoría e historia y la otra El fundamento último de la ciencia económica. Teoría e historia es un libro maravilloso, publicado por primera vez en 1956 y el tema del libro es precisamente cuál es la interpretación científica adecuada y cuáles son los límites de la interpretación científica que podemos dar a la historia social. Así que, hasta qué punto puede la ciencia, la investigación científica, los métodos racionales, nos proporcionan algún fundamente y una idea real de conocimiento y cuándo empieza a convertirse en sospechosa, cuándo empieza a convertirse, a basarse en pura especulación y en ideología. Y precisamente el problema del positivismo es que transgrede los límites de la razón, especialmente en el campo de la acción humana y la interpretación de la sociedad y por tanto abre las puestas a la ideología.

JD : Dr. Guido Hülsmann, Gracias por su tiempo este fin de semana. Es estupendo tenerle aquí y tenga un excelente verano. Gracias, amigos. Conecten con nosotros la semana que viene.


Publicado el 31 de mayo de 2014. Traducido del inglés por Mariano Bas Uribe. El artículo original se encuentra aquí.

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