Incluso con el estado de Arabia Saudita iniciando bombardeos en Yemen y gastando miles de millones en nueva infraestructura militar, avanzan los planes para la Kingdom Tower en Jeddah. La nueva torre va a tener un kilómetro de alto y tendrá al menos 200 plantas. Incluirá tanto un hotel de lujo, como oficinas de primera clase, residencias y muchos otros lujos. Representa la fase 1 de una urbanización multifase al norte de la ciudad de Jeddah, en el Mar Rojo.
El proyecto de la Kingdom Tower está organizado por la Kingdom Holding Company, cuyo presidente es el príncipe saudí Al-Waleed bin Talal. Es sobrino del anterior rey Abdullah y es el árabe más rico en Oriente Medio.
El proyecto se ha estado trabajando durante varios años. Entre 2008 y 2013 se negociaron y formaron los contratos, se seleccionaron las tecnologías y se llevó a cabo el trabajo preliminar. A principios de 2013, se empezaron las obras en los cimientos y se completaron a principios de 2014. La construcción por encima del suelo comenzó en el otoño de 2014 y se está realizando rápidamente.
¿La última alerta de rascacielos?
Desde la década de 1990, cuando James Grant y Andrew Lawrence advirtieron una correlación entre la construcción de rascacielos que batían récords y declives económicos, las llamadas alertas de rascacielos (para advertir una posible “maldición del rascacielos”) se emiten poco después de que se haya iniciado la construcción en un proyecto para batir un nuevo récord mundial del edificio más alto y ya está en marcha.
La relación entre rascacielos y crisis económica se remonta un siglo. Por ejemplo, el Pánico de 1907 se produjo mientras se construían el Singer Building y el Metropolitan Life Building. El Empire State Building se inauguró en 1931 en medio de la Gran Depresión. La construcción de la Burj Khalifa Tower sobrepasó la altura de la Taipei 101, que ostentaba hasta entonces el récord, el 21 de julio de 2007, justo cuando empezó el crash de la vivienda. La correlación suena inverosímil, pero, en 2005, investigué la relación y descubrí que, en realidad, puede explicarse con la teoría austriaca del ciclo económico y su énfasis en las malas inversiones inducidas por el banco central y los efectos Cantillon.
¿Será distinto esta vez?
El Burj Khalifa, el rascacielos más alto en la actualidad, tiene 830 metros de alto. Se inauguró en enero de 2010 mientras su dueño se veía obligado a aceptar un rescate de 10.000 millones de dólares. El remate físico de la torre se produjo a mediados de enero de 2009. Como el Empire State Building, se inauguró en medio de una gran recesión.
Por ahora solo podemos especular con respecto a los plazos, pero la Kingdom Tower también comparte muchas de las características financieras y físicas del Burj Khalifa, incluyendo la naturaleza altamente especulativa de construir una estructura como esa en un desierto escasamente poblado. Ambos proyectos se diseñaron y empezaron durante periodos de tipos de interés artificialmente bajos. Ambos edificios son símbolos de suntuosidad, opulencia y extravagancia, al ser dichos proyectos el clásico “alto standing” en el gasto de lujo.
Ambos proyectos representan la necesidad de un gran número de nuevas tecnologías (ascensores, inyección de cemento, control de temperaturas, acabados exteriores, etc.), así como una expansión de los bienes de consumo (hoteles, residentes, entretenimiento, compras, espacio de oficinas, etc.) bajo un solo techo.
Basándonos en los informes de proyección, los inquilinos empezarán a mudarse a la Kingdom Tower en 2019, aunque la construcción debería completarse en 2017. Durante la construcción, sobrepasará la altura del Burj Khalifa, y se convertirá por tanto en el edificio más alto del mundo en algún momento de 2016.
Sumado al sentimiento burbujístico en la región y la economía global en general, está el hecho de que Arabia Saudita, donde la línea es difusa entre el dinero del régimen y el dinero de la familia gobernante, continúa adelante simultáneamente con multitud de nuevos proyectos de gasto.
Está la nueva torre y el hecho de que el gasto militar se aumentó un 17% en 2014. El estado saudita también ha anunciado que puede decidir desarrollar armas nucleares en cualquier momento y, en enero, anunció planes para construir un muro de más de mil kilómetros de largo de Jordania a Kuwait.
Publicado originalmente el 22 de abril de 2015. Traducido del inglés por Mariano Bas Uribe. El artículo original se encuentra aquí.
