“Según sus cálculos costaría unos 3.000 euros por español y la compra de activos inmobiliarios debería hacerse a precio de mercado, lo que supondría minusvalías para los bancos”.
“El coste se reduciría si la financiación viniese del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), ya que los inversores de bonos españoles exigen rentabilidades entorno al 6% y Europa seguramente nos exigiría tipos más bajos, posiblemente 2 puntos porcentuales menos. Si bien es cierto, que este fondo debe de una vez por todas ponerse en funcionamiento y no ceder su papel al FMI o al BCE, ahogado por la compra de deuda soberana y empeñado en no volver a bajar tipos al menos hasta mediados de 2012.”
Con soluciones así, mejor que vengan los problemas…