10 lecciones de economía (que los gobiernos quisieran ocultarle) – Capítulo 5

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La inclusión social más decisiva se logra a través del capitalismo y  por qué los microcréditos no son la panacea para el desarrollo.

¿Es posible cambiar, repentinamente, la actitud de los ciudadanos del corto al largo plazo, volverles defensores de la economía de mercado y no del paternalismo, y a la vez lograr su inclusión en el sector formal alentando una serie de comportamientos deseables?  La respuesta es sí. La experiencia checa de los años 90 apuntó a la ciudadanización como un mecanismo  para lograr esos y otros objetivos al mismo tiempo.

El sistema consiste en transferir, a través de diversos mecanismos, la propiedad que tiene el Estado en las empresas del sector público, a los habitantes. Los beneficios de ciudadanizar pueden observarse en el crecimiento económico, la mejora de los servicios públicos, de la calidad de vida y de las actitudes del ciudadano frente a la economía de mercado.

En 1990, recién caído el muro de Berlín, en Checoslovaquia el 97% de los activos productivos le pertenecía al Estado. Para 1995, a la vez que se separaba de Eslovaquia, la República Checa ya había ciudadanizado 80% de sus recursos productivos. La economía crecía rápidamente, el desempleo no llegaba al 3,5%, y las 3.000 empresas estatales, junto con la tierra agrícola y otros tipos de propiedades estaban ya en manos ciudadanas y no estatales.

¿Cómo lo hicieron? Vaclav Klaus, el economista que sucede al literato Vaclav Havel como Primer Ministro, se gana el apoyo popular, y también las elecciones, mediante un discurso frontal: es necesario tomar medidas drásticas y decididas para poder cosechar sus frutos totales.

Mediante rondas sucesivas de subastas, los ciudadanos, a quienes les habían entregado bonos para el efecto, empezaron a tomar posesión de medianas y grandes empresas estatales. Al contrario que en Polonia, donde se pretendió predeterminar el destino de los activos, en la República Checa simplemente se dejó a esa suma de acciones individuales llamada ‘mercado’, asignar y reasignar los recursos productivos para beneficio de cada participante y el conjunto de la sociedad.

Si bien la ciudadanización rompe con un sistema de privilegios (la burocracia dorada y los sindicatos resistentes al cambio así como a los rigores del mercado), en la República Checa también se demostró que la gente de buena voluntad y tesonera va a ver el cambio del estatismo al capitalismo como una oportunidad.  Para muestra, el siguiente ejemplo. Stanislav Ryska era un administrador de la empresa estatal de sombreros “Tonak”, que vivía permanentemente frustrado por las contradicciones internas del socialismo. A pesar de las oportunidades de exportación para los productos de Tonak, la empresa estaba a merced de otra estatal, “Centrotex” con monopolio en la exportación de textiles.  Por razones solamente conocidas por los propios burócratas, el incremento de las ventas foráneas de Tonak no les interesaba. Libres de esas trabas estatales, las exportaciones de Tonak dieron un giro completo. En efecto, las exportaciones checas a la comunidad europea aumentaron 116%, entre 1989 y 1992 solamente, y el salario de Stanislav Ryska aumentó en 300% en el proceso.  Mediante una estrategia de devolución de la propiedad y el control de abajo hacia arriba, la economía checa se encontraba rumbo al desarrollo.

La República Checa es un excelente ejemplo de país que al ciudadanizar las empresas estatales, le dio un giro drástico a la velocidad de crecimiento y la calidad de su economía.

Entonces, ¿qué implica ciudadanizar?  Simplemente equivale a devolver el manejo, y la responsabilidad de los éxitos y fracasos, de un recurso y/o empresas a los ciudadanos.  Este término es distinto al de privatizar porque éste último puede significar la venta de empresas y recursos en muy distintas formas, a nacionales o extranjeros.  Pero la ciudadanización es un proceso que apunta con toda intención a devolver la propiedad a los ciudadanos del propio país, en un acto de justicia que compense la asfixia e incluso perjuicios a los que éstos se ven sometidos gracias a la intervención estatal en la economía.

El “capitalismo popular” es el proceso de incluir a la gente con pleno derecho y facilidades en el Capitalismo, es decir, el sistema que permite a cada persona cosechar los frutos del aporte de su mente (cápita) en el proceso productivo, en un entorno de colaboración competitiva y que ha sido responsable de los grandes avances en calidad de vida de los últimos doscientos años en todo el mundo. Por lo tanto, por capitalismo popular debe entenderse la popularización del Capitalismo y sus grandes beneficios para la vida humana alejándose del Mercantilismo (actual sistema económico ecuatoriano, dicho sea de paso). Éste último es el sistema económico basado en los altos impuestos, la intervención del Estado en la economía, la inflación y otras formas de desincentivos del trabajo, el ahorro y la vida social pacífica en general.

En nuestro país la ciudadanización de empresas como, Petroecuador, las eléctricas, las telefónicas y otras decenas de empresas estatales pueden ser el mecanismo de compensación definitiva para ciudadanos afectados por la inflación monetaria y el congelamiento bancario de 1999, el obsoleto sistema de seguridad social basado en el reparto y no en la capitalización individual, y en general para todo ciudadano común al que le ha sido cerrada la puerta para participar de actividades arbitrariamente delimitadas como “estratégicas” a conveniencia de unos pocos.  No existe sector que deba seguir monopolizado por el Estado, aunque se de en concesión su operación y a eso se le quiera disfrazar de libre empresa.

Como decía uno de los autores de las exitosas reformas chilenas, la clave para una economía creciente es: “competencia, competencia, competencia”.

Aún existe gente especializada en encontrar excusas para las crisis y el retraso ecuatoriano, evitando conclusiones incómodas.  Es más fácil echarle la culpa a otros países o a elementos externos variopintos que tomarse el tiempo para encontrar los factores comunes que permiten a países tan distintos en recursos, clima, cultura e historia como El Salvador, Chile, Estonia, Irlanda y España, crecer a ritmos excelentes y generar año tras año mejores oportunidades para las empresas y familias que en ellos habitan.  Los elementos del desarrollo pueden ser agrupados en dos: la mentalidad y las instituciones existentes en el territorio.

Lo interesante de esos dos elementos es que se refuerzan mutuamente. A través de casos de otros países y la más elemental lógica económica, podremos entender lo que la ciudadanización (devolución de la propiedad del Estado a los ciudadanos) como cambio institucional, puede lograr en la mentalidad de la gente. Un proceso similar en el Ecuador puede lograr mucho para potenciar nuestro crecimiento y crear una clase media comprometida con la economía de empresa. Como dijo G. Santayana, “Si seguimos haciendo lo que hemos venido haciendo, seguiremos obteniendo lo que hemos venido obteniendo”. Sin cambios de fondo, no esperemos que el rumbo cambie por sí solo. Es hora de cambiar nuestro destino mediante procesos profundos. La Ciudadanización puede muy bien ser uno de ellos.

Los microcréditos no son la panacea para el desarrollo que algunos piensan

Muhammad Yunus hizo historia al ganar un premio Nobel de la Paz por su trabajo en las microfinanzas. En realidad Yunus no ha tenido solamente admiradores, si no también críticos, pues consideran que su operación fue muy accesible (barata) gracias a dinero tomado via impuestos de otras partes más prósperas del mundo, con lo cual sólo cambiaba de rostro a la banca de primer piso estatal. Sus admiradores en cambio le ven como un emprendedor con visión social y rentabilidad, que contribuye a la paz social pues crea emprendedores donde faltaban precisamente elementos para la autoestima y la independencia económica frente a las burocracias. Sea como sea el caso, se trata de un sistema de redistribución de riqueza que traía algo de la mano algo aún más interesante: la redistribución de oportunidades.

Es por eso que se habla de Microfinanzas y no sólo de Microcréditos: una cosa es prestar o donar dinero a la población, y otra muy distinta es dotar de asesoría en gerenciamiento de empresas, contabilidad, mercadeo y recursos humanos, al beneficiario.  Es la vieja diferencia que los sabios chinos planteaban entre regalar un pez y enseñar a pescar.

Las Microfinanzas en realidad son un redescubrimiento de varios elementos que siempre han estado presentes en las sociedades humanas. El primero es que la gente es mayormente confiable por uno de tres motivos: valores arraigados (lo que conocemos como carácter), presión social hacia los buenos comportamientos, y por último un sistema de premios y castigos (los castigos generalmente y en última instancia, a cargo del gobierno). Siendo así, no es necesario que la gente posea una propiedad en garantía para obtener un crédito y ser buen pagador. Generalmente la gente no se va a mover de su hogar (huir) para no pagar un crédito, no se atrasará en los pagos pues alguien depositó confianza en su persona y la gran mayoría de gente (como demuestran sendos experimentos de universidades norteamericanas y asiáticas) responde a la confianza en base a su conciencia de lo correcto. Y además, no pagar un crédito imposibilitaría al beneficiario de obtener más créditos a futuro pues su historial se vería afectado directamente.

Entonces, el elemento crédito de las Microfinanzas está basado en una estadística local distinta en cada país y región: un cierto porcentaje de gente será mal pagador, pero la tasa de interés incluirá eso. También incluirá unos costos administrativos más o menos estandarizados, que incluyen ya la asesoría en contabilidad, mercadeo y gerenciamiento del proyecto. Se sabe que las mujeres son mejores pagadoras que los hombres (de la misma manera en que son un mejor destino para un país que quiera cambiar a base de educación, pues son más estables e impactan más a su alrededor con sus buenos comportamientos) y que la gente pobre es tan decente como cabría esperar en otro segmento socioeconómico, o incluso más.

Sin embargo en el título nos referimos a las Microfinanzas como un alivio temporal y no cómo una solución. ¿Por qué?

Existen varias trabas para que las Microfinanzas por sí mismas no sólo alivien sino que realmente resuelvan el problema de la pobreza de los países menos ricos.

–       Los montos son pequeños, por ende los costos de dar créditos y asesoría, sumados a la falta de garantías tangibles (algo hipotecable o confiscable en caso de no pago), vuelven las tasas muy altas

–       Si el proyecto va bien, no siempre hay una escalera de créditos más grandes para que el negocio siga prosperando y creando bienestar social via productos y empleos

–       El entorno en que un microcrédito es necesario, implica falta de títulos de propiedad, acceso a la justicia y otros mecanismos que permitan a una microempresa o pequeña, volverse grande con garantías plenas

Por estas últimas razones realmente, es que las zonas o países pobres lo siguen siendo: la institucionalidad favorece el trabajo y el emprendimiento informales por encima de la formalidad, y en la informalidad hay un circulo vicioso de pobreza cuyo verdadero alivio sólo puede venir de la mano de la libertad económica.  De esa forma todos los ciudadanos tendrán acceso a los beneficios del sistema formal, utilizando las Microfinanzas como arranque para jóvenes o gente culturalmente menos familiarizada con el sistema de libre empresa, pero habrá del otro lado un sistema formal que no le confisque tanto con impuestos, y le provea de funciones de gobierno ágiles y habilitantes, no entorpecedoras y asfixiantes como ocurre en Latinoamérica actualmente.


El resto del libro lo pueden encontrar en formato Kindle (para iPad o PC también) en http://bit.ly/10Lecciones.

Juan Fernando Carpio es economista de la Escuela Austriaca, coach empresarial e individual (motivación, liderazgo, crecimiento personal) y articulista bajo la perspectiva libertaria. Escribe regularme en el Instituto Ludwig von Mises Ecuador y en su blog personal que pueden encontrar aquí.

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