¿De dónde surge el valor del dinero FIAT?

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Creo que el tema relativo al valor del dinero es uno de los más incomprendidos, no sólo por la mayoría de la sociedad en su conjunto, sino también por muchos profesionales de la economía. Es así que estos suelen referirse al dinero como proxi del trabajo humano, o dicen que un dinero no respaldado por algún tipo de valor fungible no tiene valor, o que éste se basa en una confianza ilusoria. Lo cierto del asunto es que el dinero no cosifica el valor del trabajo, o si lo hace, no lo hace mejor que lo podría hacer un saco de patatas, arroz, trigo o aceite. La única razón por la cual el dinero posee un valor de mercado se debe al hecho de que los agentes sociales saben que éste sirve para saldar deudas, pero expliquemos esto.

En Europa, una de las primeras manifestaciones del dinero fiduciario vio la luz cuando Henry I decretó en Inglaterra rondando el año 1100 que sólo se podía pagar impuestos usando Tally Sticks. En el DIALOGVS DE SCACCARIO, que fue un tratado medieval sobre las prácticas del así llamado English Exchequer, se detalla la forma en la que estos sticks o palos debían de cortarse y marcarse para señalar las distintas cantidades a abonar, desde las libras hasta los peniques. Al decretar Henry I que sólo se podían pagar impuestos mediante este sistema se establece una de las primeras garantías de recompra de estos elementos de pago que además comienzan a tener un valor de mercado debido al hecho de que todo el mundo los necesitará para pagar impuestos.

En la historia más reciente, las así llamadas Bills of Credit cumplieron una función similar en los EEUU. Una manera de explicar la función de estas Bills of Credit es diciendo que la entidad emisora ofrecía exenciones fiscales a determinados individuos en cuanto a los impuestos. Como este tipo de dinero, que se denominaba en la unidad de cuenta local, se vendía a un precio de descuento a cambio de plata para que el gobierno pudiera pagar sus deudas, los individuos también comenzaron a usarlo en transacciones privadas, que es precisamente de donde surge su valor de mercado. Es cuando se empieza a disociar el aval en oro y plata del soporte material que aparece el dinero FIAT puro sin contrapartida, el cual seguirá teniendo un valor de mercado en tanto en cuanto sirva para pagar impuestos. Aunque el Estado decretara que el dinero mercancía fuera ilegal imponiendo penas de cárcel a aquellos que lo usaran como unidad de cuenta, los agentes económicos lo seguirían usando si este tuviera alguna utilidad para ellos. Una situación análoga, por ejemplo, puede verse hoy día en Venezuela y el uso del dólar que provee el mercado negro por contraposición al dólar preferencial. En verdad la sustitución de un dinero por otro ha seguido un proceso natural y no impuesto, y es que resulta bastante complicado mantener una contabilidad sirviéndose de dos unidades de cuenta.

Si se disocia el dinero como producto (oro, plata, etc.) de su utilidad monetaria, en verdad ningún dinero posee aval o contrapartida alguna. Según el teorema regresivo del dinero, Mises traza sus orígenes hasta un momento donde la gente lo demandaba debido a su utilidad como producto, pero lo propio es que con el paso de tiempo los agentes económicos hagan abstracción perdiéndose el link entre lo uno y lo otro. Es decir, que el dinero mercancía en verdad tampoco tiene valor porque esté avalado por un metal precioso como el oro o la plata, sino que lo tiene en tanto en cuanto éste sirve como medio pago. De hecho, este tipo de dinero ha dejado de tener un valor de mercado (en verdad se trata de una forma de dinero extinta) debido al hecho de que no sirve para pagar impuestos. De alguna manera aquí también puede decirse que el valor de este dinero mercancía es ilusorio. Como bien comercial podrá tener algún valor, pero como dinero no tiene ninguno.

Aquí huelga decir que las obligaciones de los agentes económicos pueden ser impuestas (impuestos) o consensuadas (acuerdos voluntarios), pero en una sociedad sin Estado también podría existir un dinero FIAT en el caso de que existan corporaciones lo suficientemente masivas que posean la titularidad sobre ciudades enteras o una gran cantidad de recursos. En este caso, si estas grandes corporaciones determinaran que sólo se pudieran comprar y vender sus servicios por medio de sus instrumentos de pago, estos comenzarían a tener un valor de mercado debido precisamente a este hecho.

Es por esta razón fundamental que el Estado, pero a lo que suele creerse, en verdad no tiene la capacidad para imprimir dinero de la nada. Admitir esto implica que el Estado tiene la capacidad para imponer necesidades en el individuo, y aquí ocurre que la gente suele querer sus servicios de motu propio. O expresado de otra forma, que el aval del dinero fiduciario no reside en la confianza que los agente económico tienen frente a un trozo de papel que no dispone de aval alguno, sino en los servicios que se ofrecen como contrapartida al pago de impuestos. Y es para pagar estos servicios que la gente demanda precisamente este tipo de dinero.

Nota aclaratoria:

Este autor es anarcocapitalista y, por lo tanto, considera al Estado como una banda de asociación criminal compuesta por políticos y demás tipos de ladrones de guante blanco. El presente artículo no representa un alegato a favor del dinero fiduciario, o del Estado en su caso, sino que sólo pretende aclarar un mal entendido en cuanto al uso y valor del dinero tipo FIAT. No otro objetivo nos mueve a redactarlo.

Nota: Las opiniones expresadas en el blog no reflejan necesariamente la posición de Mises Hispano.

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