El presidente Trump y el secretario de estado Rex Tillerson argumentaron que Corea del Norte merecía estar de vuelta en la lista porque se dice que el gobierno norcoreano ha asesinado a un ciudadano norcoreano (el medio Hermano de Kim Jong-Un) en febrero en el aeropuerto internacional de Kuala Lumpur. ¿Pero qué dice eso acerca del programa del propio Washington de asesinar a ciudadanos estadounidenses como Anwar al-Awlaki y su hijo de 16 años en tiempos de Obama y posteriormente a su hija de seis años con Trump? Igual que el medio Hermano de Kim, Awlaki y sus dos hijos nunca fueron juzgados ni condenados por un delito antes de ser asesinados por su propio gobierno.
Los neocones, que están reclamando una guerra con Corea del Norte, se sienten extremadamente contentos con la acción de Trump. John Bolton la calificó como “exactamente lo que había que hacer”.
Designar a Corea del Norte como un estado patrocinador del terrorismo permitirá al presidente Trump imponer el “máximo nivel de sanciones” sobre Corea del Norte. ¿Alguien cree que más sanciones (que dañan más a los sufridos ciudadanos norcoreanos) llevará realmente a los líderes de Corea del Norte a someterse a las demandas de Washington? Las sanciones no funcionan nunca. Dañan más a los miembros más débiles y vulnerables de la sociedad y apenas afectan a las élites.
Así que Corea del Norte es oficialmente una nación patrocinadora del terrorismo según la administración Trump porque Kim Jong-Un mató a un miembro de su familia. Entretanto, Arabia Saudita está en proceso de matar a todo el país de Yemen y nadie dice una palabra. De hecho, el gobierno de EEUU acaba de anunciar que venderá a Arabia Saudita 7.000 millones de dólares más en armas para ayudarle a terminar el trabajo.
¿Tampoco es “patrocinio estatal” del terrorismo respaldar a al-Qaeda e ISIS, como ha hecho Arabia Saudita en Siria?
La verdad es que una designación de “estado patrocinador del terrorismo” tiene poco que ver con el apoyo real al terrorismo global. Por muy malo que sea el gobierno norcoreano, no va al exterior en busca de países a invadir. La designación es política, permitiendo a Washington aumentar las agresiones contra Corea del Norte.
El próximo mes los ejércitos de EEUU y Corea del Sur realizarán unos ejercicios militares masivos ensayando un ataque sobre Corea del norte. Cazas y bombarderos de las fuerzas aéreas estadounidenses y surcoreanas ensayarán una “infiltración del enemigo” y un “simulacro de ataque de precisión”. ¿No hay que ver también esto como una amenaza?
¿Qué es terrorismo? Tal vez deberíamos preguntárselo a un niño yemení preguntándose constantemente cuándo podría matar a su familia el siguiente bombardeo saudita. O tal vez podríamos incluso preguntar a un niño paquistaní, somalí, iraquí, sirio o de algún otro país que esté aterrorizado por que la próxima bomba de EEUU haga lo mismo su familia. Tal vez tengamos que ver si la política exterior de EEUU realmente refleja los valores estadounidenses que afirmamos estar exportando antes de señalar los defectos de otros.
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