
De sus numerosos ensayos, todos ellos escritos con ejemplos claros y argumentos demoledores de sus opositores, “LA LEY” (1848), es el más conocido. La ley es la justicia; es la prevalencia del derecho sobre el poder; es, en síntesis, la libertad definida. Pero, también puede la ley pervertirse y pasar a ser un instrumento de robo legalizado. A ello el autor le llama “expoliación”. Bastiat, en pocas palabras, definió las circunstancias que nos conducen o nos alejan a lo que hoy se conoce como el ESTADO DE DERECHO o IMPERIO DE LA LEY.
Para los países como el nuestro, en que el proteccionismo arancelario, los privilegios fiscales y los derechos sociales son “la ley”, y en donde la corrupció n y la “crisis de gobernabilidad” son los temas de la retórica política, el mensaje de Bastiat es muy iluminador. Ya hemos creado la forma de ser y de organización de la vida pública que él aborreció: “El Estado es la ficción mediante la cual todos tratamos de vivir a expensas de los demás”. Escuchemos sus advertencias.