La llamada de Krugman a una burbuja inmobiliaria

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En 2009, Lew Rockwell posteó esta cita de Paul Krugman tomada de un editorial del New York Times de 2002:

Para luchar contra esta recesión, la Fed necesita (…) disparar el gasto en vivienda para compensar la moribunda inversión empresarial. [Así que] Alan Greenspan necesita crear una burbuja inmobiliaria para reemplazar a la burbuja del Nasdaq.

Krugman. 2002. Reclamando una burbuja inmobiliaria.

Es más, reclamando explícitamente una nueva burbuja para reemplazar la recientemente estallada, se anticipaba en 6 años al hilarante “informe” de The Onion de que la “reclamación de una nueva burbuja de inversión empezó hace meses, cuando estalló la burbuja hipotecaria subprime y dejó el mundo empresarial sin una fuente disponibles de supuesta renta”. Excepto que Krugman estaba siendo serio.

La cita prendió en la blogosfera hasta el punto de que Kurgman respondió en su blog del New York Times:

Chicos, leedlo otra vez. No era una obra de defensa política, era solo un análisis económico. Lo que dije es que la única forma el que la la Fed podía obtener tracción sería si podía hinchar una burbuja inmobiliaria. Y eso es justamente lo que pasó.

Así que con dos pasos hábiles, Krugman se retrata como un doctor que dio un diagnóstico excelente y no una prescripción desastrosa. Uno de sus seguidores posteó en su blog que decir que Krugamn defendió o causó la burbuja inmobiliaria era “Como decir que Nostradamus causó el auge del fascismo europeo”.

Incluso el economista Arnold Kling se retractó para interpretar la columna bajo una perspectiva benigna:

No estaba defendiendo alegremente una burbuja inmobiliaria, sino que más bien estaba diciendo sombríamente que la única forma que podía ver para salir de la recesión sería que se produjera esa burbuja.

Mark Thornton en Mises.org le siguió con una devastadora recopilación de citas de Krugman de 2001 documentando claramente su apoyo a inducir una burbuja inmobiliaria. La más incriminatoria de este grupo es la siguiente, de una entrevista de 2001 con Lou Dobbs:

Entretanto, la política económica debería animar otro gasto para compensar la caída temporal en la inversión empresarial. Tipos bajos de interés, que promuevan el gasto en vivienda y otros bienes duraderos, son la principal respuesta. [Cursivas añadidas]

¿Cómo puede alguien pretender que eso sea una pura meditación académica y no una recomendación política para inducir artificialmente al gasto en vivienda?

Ignorando las demás citas por el momento y juzgando solo a partir de la columna de 2002, ¿apoyaba o no Krugman la creación de una burbuja inmobiliaria? Dado que, incluso en su post del blog defendiéndose declaraba explícitamente que “la única forma el que la la Fed podía obtener tracción sería si podía hinchar una burbuja inmobiliaria”, solo hay dos posibilidades:

  1. No apoyó inducir una burbuja inmobiliaria y quería que la Fed no luchara contra la recesión.
  2. apoyó inducir una burbuja inmobiliaria.

Todo el que esté algo familiarizado con la actitud de Krugman hacia el activismo de la Fed debería saber que la proposición nº 1, de que Krugman apoyara una política de no hacer nada es absurda. Así que, especialmente después de volver a las citadas recogidas por Mark Thornton, el alegato por la proposición nº 2 resulta abrumador.

¿Y qué pasa con sus protestas de hombre de paja de que no causó la burbuja inmobiliaria ni mucho menos el escándalo Enron o el asesinato de Kennedy? El hombre está esquivando voluntariamente el objetivo. Lo malo de estas citas no es que necesariamente hayan causado nada. Lo que es devastador en ellas es que exponen la quiebra intelectual de sus principios económicos. Quienes le ven como un sabio económico deberían darse cuenta de que los principios neokeynesianos que le llevan a defender ahora recortes agresivos en los tipos de interés y un gasto público gigantesco son los mismos que le llevaban a defender entonces inducir una burbuja inmobiliaria. Él mismo afirmaría que sus principios económicos no han cambiado esencialmente desde entonces. Así que las conclusiones y prescripciones políticas que infiere de ellas son tan terriblemente erróneas ahora como lo eran entonces.

El primer editorial de Krugman puede retorcerse, si uno está inclinado a ello, para hacer del mismo algo aparentemente benigno. La segunda oleada de citas es mucho más difícil de equivocar (lo que no quiere decir que los devotos más irredentos de Krugman no lo intenten). La táctica más despreocupada de los apologistas de Krugman es preocuparse solo del más discutible editorial de 2002 e ignorar completamente las citas de 2001. Pero ni siquiera esa aproximación, si se acepta, ayuda a defender a Krugman, ya que el editorial de 2002 es lo bastante condenatorio por sí mismo, una vez que se demuestra que no tienen sentido las interpretaciones benignas de los apologistas de Krugman.

Una protesta ofrecida ha sido que una cita indicada antes omite el contexto, que demuestra que Krugaman estaba “sencillamente” citando a otro:

Para luchar contra esta recesión, la Fed necesita (…) disparar el gasto en vivienda para compensar la moribunda inversión empresarial. [Así que] Alan Greenspan necesita crear una burbuja inmobiliaria para reemplazar a la burbuja del Nasdaq.

La última frase citada reza completa:

Y para hacerlo, como dijo Paul McCulley de Pimco, Alan Greenspan necesita crear una burbuja inmobiliaria para reemplazar a la burbuja del Nasdaq.

“¡Citas partidarias incorrectas!” gritan los apologistas. Pero echemos la vista aún más atrás y añadamos aún más contexto incluyendo todo el párrafo y el que le precede.

Hace unos meses la gran mayoría de los economistas de negocios se burlaban de las preocupaciones sobre una recaída, una segunda recesión. Pero había unos pocos iconoclastas cabezotas por ahí, siendo el más notable Stephen Roach en Morgan Stanley. Como he dicho repetidamente en esta columna, los argumentos de los recaidistas tienen mucho sentido. Y su explicación parece ahora más posible que nunca.

Lo esencial es que la recesión de 2001 no fue una típica recesión de posguerra, producida cuando un Fed en lucha contra la inflación aumenta los tipos de interés y finalizada fácilmente con una recuperación en el gasto familiar y de consumo para que la Fed vuelva a bajar los tipos de nuevo. Fue una recesión de estilo prebélico, un mañana producido por una exuberancia irracional. Para luchar contra esta recesión, la Fed necesita más que una recuperación; necesita disparar el gasto en vivienda para compensar la moribunda inversión empresarial. Y para hacerlo, como dijo Paul McCulley de Pimco, Alan Greenspan necesita crear una burbuja inmobiliaria para reemplazar a la burbuja del Nasdaq. [Cursivas añadidas]

Así que el primer párrafo presenta a los “iconoclastas recaidistas” y luego indica claramente que él, Krugman, está de acuerdo con ellos. El segundo párrafo indica luego que “lo esencial” de los recaidistas, con lo que, de nuevo, está de acuerdo. Y lo esencial es que para luchar contra esta recesión, la Fed (…) necesita disparar el gasto en vivienda”.

Luego Krugman continúa diciendo cómo tendría la Fed que alcanzar este objetivo, que, de nuevo, apoya; dice que la recesión ha de ser combatida disparando el gasto en vivienda, que Alan Greenspan tiene que inducir creando una burbuja inmobiliaria para reemplazar la burbuja del Nasdaq. Al escribir, “como dijo Paul McCulley de Pimco”, Krugman está “simplemente” citando a otra persona: está usando las palabras de otro para expresar su propia opinión.

Otra protesta es que Krugman estaba diciendo que la burbuja inmobiliaria no funcionaría, ya que más adelante en el editorial escribía:

A juzgar por el reciente testimonio notablemente optimista de Mr. Greenspan, este sigue pensando que puede salir adelante. Pero la bola de cristal del presidente de la Fed se ha nublado últimamente: ¿recuerdan cómo reclamaba al Congreso recortar impuestos para eliminar el riesgo de excesivos superávits presupuestarios? Y una simple mirada a los datos recientes no resulta alentadora.

Pero esta protesta ignora completamente el hecho de que cuando Krugman escribe en el editorial:

A pesar de las malas noticias, la mayoría de los comentaristas, como Mr. Greenspan, siguen siendo optimistas.

Y

Pero, ilusiones aparte, no entiendo las bases para el optimismo. ¿Quién exactamente va a empezar a gastar mucho más? [Cursivas añadidas].

Estaba calificando claramente a una burbuja inmobiliaria como un objeto de deseo, pensara o no que fuera posible. En otras palabras, como mínimo, Krugman podría interpretarse como diciendo que sería bueno que Greenspan pudiera salir adelante con una burbuja inmobiliaria, pero él, Krugman, duda si será capaz de lograr esa proeza tan deseable.

Así que debería estar claro que la Fed causando una burbuja inmobiliaria para hacer que “se dispare el gasto familiar” era la situación óptima para Krugman, pensara o no que fuera factible en ese momento. Dadas las consecuencias de la burbuja inmobiliaria que acabó produciéndose, solo esto será causa bastante para que la gente dejara de escuchar a este tipo.

Otra cuestión es cómo pensaba que la Fed llegaría a esta situación óptima. Respondía él mismo a esta pregunta en una entrevista con Lou Dobbs en 2002 (que puede encontrarse aquí, aunque no en la página enlazada originalmente en la recopilación de Thornton):

Los tipos bajos de interés, que promueven el gasto en vivienda y otros bbienes duraderos, son la respuesta principal. [Cursivas añadidas]

Esto nos lleva al punto clave que todos los apologistas de Krugman ignoran indignantemente: que sería sorprendente que un economista archikeynesiano como Krugman (ha escrito abundantemente sobre lo que ha llamado “la grandeza de Keynes”) no defendiera una burbuja inmobiliaria para reemplazar a la burbuja punto-com, ya que hacerlo encajaría a la perfección con la doctrina keynesiana básica. Como keynesiano, Krugman debería haber querido tipos de interés más bajos (como quería realmente, como se revela en la cita anterior). Por citar al propio Keynes:

Así que el remedio para el auge no es un tipo de interés más alto, sino ¡un tipo de interés más bajo! Pues eso puede permitir que dure el llamado auge. El remedio correcto para el ciclo económico no se encuentra en abolir los auges y mantenernos así en una semirrecesión, sino en abolir las recesiones y mantenernos así en un cuasi-auge. (Teoría General, p. 322; cursivas añadidas, pero las exclamaciones son del propio Keynes).

Para ser fiel a sus principios keynesianos, Krugman tendría que haber dado la bienvenida a la burbuja inmobiliaria, ya que para él

  1. Era una buena manera de alcanzar su codiciado “disparo en el gasto familiar” y
  2. Era el resultado probable de los tipos de interés más bajos prescritos por el keynesianismo.

Echemos ahora una ojeada a algunas evidencias más recientes y más directamente condenatorias de la economía proburbujas de Krugman. En mi artículo reciente, apuntaba que en el editorial de Krugamn de 2001, estaba de acuerdo implícitamente con la jocosa reclamación de The Onion de una nueva burbuja para reemplazar a la vieja. En un brillante comentario dejado en el propio blog de Krugman (que todavía podéis leer), un tal “M Ingelmo” revela, de una forma devastadora, que en 2009 Krugman estaba explícitamente de acuerdo con el artículo de The Onion.

Mr. Krugman,

No sé si usted estuvo en el montículo de hierba también, pero indudablemente estuvo en España en marzo charlando con el más ferviente de sus admiradores, el primer ministro Mr. Zapatero y fue entrevistado en el canal público de la televisión española.

Como hoy un vídeo vale más que mil palabras, permítame citarle y decir: “chicos, vedlo vosotros mismos”. El programa trata de otra cosa, la innovación y está en español (lo siento), así que id directamente a los 35 segundos en la entrevista después del minuto 2:50. Bajo la traducción española estoy seguro de que seréis capaces de escuchar el original en inglés. Muy ilustrativo:

Para ser sincero, una nueva burbuja nos ayudaría un montón aunque lo pagáramos después. Es realmente un buen momento para una burbuja (…)

Había un titular en un periódico satírico de EEUU el pasado verano que decía “La nación reclama una nueva burbuja para invertir”. Y eso es bastante correcto.

http://www.rtve.es/mediateca/videos/20090502/innovar-para-salir-crisis-informe-semanal/495712.shtml

¿No es un ejemplo de defensa de una política? ¿Es solo un análisis económico? ¿Lo parecerá a todos sus defensores y comentaristas que hay por aquí? Personalmente, me encantan las palabras “lo pagáramos”, ¿hemos pagado ya por la anterior, defendida en 2002 o tal vez aún no lo bastante, Mr. Krugman?

Si los gobiernos siguen su “no defensa de una política solo un análisis económico” (como parece seguro, al menos con el nuestro), cuando esa nueva burbuja así hinchada acabe estallando y estemos “pagándola” en pocos años, ¿qué escribirá entonces en su blog, Mr. Krugman?

Pero tal vez la lección más instructiva de todo esto es que, implícito en las citas de Krugman hay un enorme dedo apuntando directamente (y correctamente) a la Reserva Federal. El propio Krugman solo admitiría echar la culpa a otros factores de nuestra crisis actual. Pero si

  1. Como cualquier otra persona sensata reconocería a posteriori, la burbuja inmobiliaria fue desastrosa para la economía
  2. Como declaró el propio Krugman, la Fed puede inducir dicha burbuja rebajando los tipos de interés y
  3. Como muestran los registros públicos, la Fed rebajó drásticamente los tipos de interés cuando se estaba llegando a la burbuja inmobiliaria y en medio de las misma

Entonces, de acuerdo con los pocos principios económicos evanescentes que entiende Krugman, debería culpar a la Fed por la crisis actual.

Resulta que los apologistas de Krugman no deberían reclamar más contexto para sus citas conocidas, ya que solo brilla con más fulgor lo atrasadas que están sus doctrinas y prescripciones económicas.


Publicado el 21 de febrero de 2013. Traducido del inglés por Mariano Bas Uribe. El artículo original se encuentra aquí.

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