Guerra, bienestar y la Mujer Maravilla: Cómo gasta el Congreso tu dinero

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[Vía The FREE Foundation]

Los defensores de la guerra, el bienestar y la Mujer Maravilla aplaudieron la pasada semana que el Congreso aprobara una ley “ómnibus” de uso no asignado de un billón de dólares. Esta legislación financia las operaciones del gobierno para el resto del año fiscal. Los seguidores de la Mujer Maravilla pueden aplaudir que escondida en la ley había una concesión de 10.000$ para un programa teatral para explorar la heroína del cómic.

Es solo uno de los muchos proyectos absurdos escondidos en esta ley de 1.582 páginas. La legislación da al Departamento de Educación más dinero para continuar nacionalizando la educación a través del “núcleo común”. Además, a pesar de la aparición casi diaria de nuevas evidencias del fracaso del Obamacare, la ley ómnibus no hace nada por revocar esta desastrosa ley.

Aunque la ley ómnibus aumenta enormemente el gasto público, fue aprobada con el apoyo de muchos autodeclarados “conservadores fiscales”. Los que se pregunten por qué alguien que se opone a aumentar el gasto en programas como el núcleo común y el Obamacare votaría a favor de la propuesta de ley, pueden encontrar una respuesta en el hecho de que la legislación aumenta la financiación de las “Continuación de las Operaciones en el Exterior” (que es el nombre oficial del presupuesto militar) por primera vez desde 2010. Este presupuesto militar de 85.000 millones de dólares contiene 6.000 millones destinados a proyectos que benefician a Boeing, Lockheed-Martin y otras grandes subcontratas de defensa.

Desde que se aplicó el “secuestro” a principios del año pasado, la sesión de alabanzas del Congreso del complejo militar-industrial se ha quejado de que aquel impuso “recortes draconianos” en el Pentágono que “diezmarían” a nuestro ejército, a pesar de que la mayoría de los “recortes” eran en realidad reducciones en la “tasa prevista de crecimiento”. De hecho, bajo el secuestro, el gasto en defensa iba a aumentar un 18% en diez años, en lugar del 20% sin secuestro.

Muchos de los defensores de aumentar el gasto bélico se oponen al bienestar, pero están dispuestos a abandonar su oposición a aumentar el gasto social para aumentar el gasto militar. Están apoyados en esta postura por los cabilderos del complejo militar-industrial y los neoconservadores, cuya continua influencia en la política exterior es difícil de explicar. Después de todo, los neocones son los principales promotores de la desastrosa intervención militar en Iraq.

Aunque muchos neocones están de boquilla a favor de limitar el gasto público, su principal prioridad sigue siendo proteger altos niveles de gasto militar para mantener una política exterior intervencionista. La influencia de los neocones proporciona justificación intelectual para que los políticos voten presupuestos militares cada vez mayores… y romper las promesas de campaña de votar contra aumentos en el gasto y la deuda.

Por suerte, en años recientes más estadounidenses han reconocido que una defensa constante de la libertad requiere oponerse tanto a la guerra como al bienestar. Muchos de estos estadounidenses, especialmente los más jóvenes, se han unido al movimiento intelectual y político a favor de limitar al gobierno en todas las áreas. Este movimiento representa el desafío más serio al consenso bipartidista social-militar que este ha visto en generaciones. Esperemos que la influencia de este movimiento lleve a acuerdos bipartidistas recortando tanto el gasto social como el militar.

La pregunta que afrontan los estadounidenses no es si el Congreso recortará alguna vez el gasto. La pregunta es si el gasto se reducirá de una forma adecuada que evite infligir un daño masivo a quienes dependen de programas públicos o si el gasto se recortará en respuesta a una crisis económica causada por los siempre crecientes niveles de gasto en déficit. Como los políticos son seguidores más que líderes, en definitiva queda para el pueblo decidir qué rumbo tomaremos. Por eso es vital que los que entendemos el peligroso camino en el que estamos actualmente hagamos todo lo que podamos para expandir el movimiento por la libertad, la paz y la prosperidad.


Publicado el 21 de enero de 2014. Traducido del inglés por Mariano Bas Uribe. El artículo original se encuentra aquí.

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