¿Puede la flexibilización cuantitativa elevar el crecimiento económico?

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Algunos comentaristas, como Mohamed El-Erian, consejero delegado de Pacific Investment Management (PIMCO), opinan que la política de la Reserva Federal de compras masivas de activos ha aportado muy poco al crecimiento económico. Un estudio publicado por el Banco de la Reserva Federal de Kansas City explora varias vías mediante las cuales las inyecciones monetarias pueden hacer crecer la economía de EEUU. Sobre esto, el estudio indica que las compras de la Fed de títulos con respaldo hipotecario (MBS, por sus siglas en inglés) pueden tener un fuerte efecto beneficioso. Sin embargo el estudio sugiere que con respecto a la compra de Bonos del Tesoro, el efecto en la economía es mínimo.

Ahora, como resultado de la flexibilización cuantitativa (QE, por sus siglas en inglés) de la Fed, el tipo de interés de las hipotecas a largo plazo cayó del 6,32% en junio de 2008 al 3,3% en noviembre de 2012. Consecuentemente, el ritmo de crecimiento del mercado inmobiliario ha tenido una fuerte respuesta a esta caída de tipos con la tasa anual de crecimiento de inicio en la construcción de viviendas pasando de -55% en enero de 2009 a +42% en marzo de 2013. La tasa anual de crecimiento en las ventas de vivienda nueva subió de -46,4% en enero de 2009 a +35,5% en enero de 2013.

Ahora bien, el rendimiento del Título del Tesoro cayó del 4,07% en mayo de 2008 al 1,615% en noviembre de 2012. Después de ascender al 3,3% en el T1 de 2012 desde -4,1% en T2 de 2009, la tasa anual de crecimiento del PIB real se ha ido suavizando, cerrando al 1,6% en T2 de este año. De esto se deduce que sería mucho más eficaz para el crecimiento económico que la Fed se enfocara en compras de MBS dada la fuerte respuesta de los datos inmobiliarios a los tipos de interés a la baja.

¿Pero tiene todo esto algún sentido? Contrariamente al pensamiento popular y el estudio de la Fed de Kansas, creemos que es erróneo sugerir que haya algunas vías a través de las cuales la inyección monetaria pueda ejercer un efecto beneficioso en la economía.

Por ejemplo, los supuestos beneficios para la economía de la vía de los tipos de interés se producen por una rebaja artificial de los tipos de interés por parte del banco central. Esa rebaja no puede poner en marcha el proceso de generación de riqueza; este efecto es el que produce el crecimiento económico real. Solo puede llevar a la mala asignación de capital escaso y al debilitamiento del proceso de generación de riqueza.

Igualmente, la vía de las balanzas reales (no explicada en el estudio pero popular en el pensamiento ortodoxo), es decir, un aumento en la oferta monetaria en relación con el aumento en la inflación de precios, solo generará un aumento en el consumo, no respaldado por la producción de riqueza real, y esto lleva al consumo de capital y al debilitamiento del proceso de generación de riqueza.

Por tanto, mienten diversos estudios que supuestamente demuestran que la flexibilización cuantitativa de la Fed puede hacer crecer la economía de EEUU. Sugerir que la inyección monetaria puede hacer crecer una economía implica que aumentos en la oferta monetaria generarían aumentos en las existencias de riqueza real.

Sin embargo esto es una mentira, ya que todo lo que hace el dinero es servir como medio de intercambio. Permite el intercambio de los productos de un especialista por los productos de otro especialista y nada más. Si imprimir dinero generara riqueza de alguna manera, entonces la pobreza en el mundo ya se habría eliminado.

Por el contrario, la inyección monetaria pone en marcha un proceso de empobrecimiento económico al activar un intercambio de algo por nada. Desvía la riqueza real de las actividades generadoras de riqueza hacia actividades improductivas.

Creemos que mientras la Fed continúe con su agresiva inyección monetaria, existe el riesgo de que las existencias de riqueza real, la clave para el crecimiento económico, se estanquen o, peor, empiecen a disminuir. Si ocurriera esto, el crecimiento económico haría lo mismo y ningún truco monetario de la Fed será capaz de ayudar.

Por el contrario, cuanto más agresiva se haga la inyección monetaria, más rápido van a disminuir las existencias y peores se harán las condiciones económicas.

Al final incluso los propios datos del gobierno como el PIB empezarían a mostrar debilidad. Recordemos que los cambios en el PIB son un reflejo de los cambios en la inyección monetaria: cuanto más se inyecta, mayor es la tasa de crecimiento del PIB.

Sin embargo una vez que las existencias de riqueza real quedan bajo presión, el préstamo bancario se resiente y esto a su vez debilita la expansión del crédito a partir de la nada. Consecuentemente, la tendencia al crecimiento de la oferta monetaria queda bajo presión, lo que a su vez, después de un lapso de tiempo, pone presión a la tendencia de crecimiento del PIB real.

La tasa anual de crecimiento del balance de la Fed (inyección monetaria) saltó al 27,6% en agosto desde el 1,8% en enero. La tasa anual de crecimiento del crédito inflacionista cayó sin embargo al 2,3% en agosto desde el 14,4% en agosto del año pasado.

La tasa anual de crecimiento de nuestra medición monetaria AMS ha estado en acusado declive desde octubre de 2011, con la tasa anual de crecimiento cayendo del 14,9% en octubre de 2011 al 7,1% en agosto de 2013.

Resumen y conclusiones

El estudio del Banco de la Reserva Federal de Kansas explora diversas vías a través de las cuales la inyección monetaria por parte de la Fed puede hacer crecer la economía de EEUU. Sobre esto, el estudio indica que frente a la compra de bonos del Tesoro, las compras de títulos con respaldo hipotecario (MBS) de la Fed pueden tener un fuerte efecto beneficioso. Sostengo que es erróneo concluir que haya algunas vías a través de las cuales una inyección monetaria puede producir un efecto beneficioso en la economía. También sostengo que la inyección monetaria es siempre una mala noticia para la economía, ya que lleva a debilitar el proceso de generación de riqueza y por tanto al empobrecimiento económico.


Publicado el 17 de septiembre de 2013. Traducido del inglés por Mariano Bas Uribe. El artículo original se encuentra aquí.

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