Una nota sobre la supuesta independencia de la Fed

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Los congresistas Ron Paul y Alan Grayson buscan obtener una mayor transparencia y responsabilidad del banco central de EEUU y “someter la política monetaria de la Fed y las acciones de préstamo a descuento a una auditoría de la Oficina de Contabilidad del Gobierno” (GAO, por sus siglas en inglés).
En oposición a estos esfuerzos por auditar el Sistema de reserva Federal, unos 270 economistas han firmado una “Carta abierta” argumentando que “La teoría económica y un enorme volumen de evidencias empíricas ofrecen un fuerte apoyo a la independencia de los bancos centrales en su gestión de la política monetaria”.

Permítannos disentir. La teoría económica sugiere que los monopolios irresponsables protegidos legalmente son ineficientes. Sin control, normativa, competencia y retroalimentación estas organizaciones toman malas decisiones y tienden a ser captadas por intereses especiales. ¿Por qué iban a ser diferentes los bancos centrales?

La evidencia empírica sugiere que los bancos centrales irresponsables malgastan recursos y retrasan el crecimiento económico. Desde 1913, año en que se creó la Fed, el dólar ha perdido el 95% de su valor. El crédito fácil de la Fed ha hecho a la economía de EEUU dependiente de la deuda. Ha promovido la inversión irresponsable en los mercados financieros y en todas partes. Ha redistribuido rentas reales a una escala masiva de la población general a los principales socios de los negocios de la Fed: bancos, empresas financieras y gobierno. No ha estabilizado la economía estadounidense, sino que la ha hecho más frágil y propensa a crisis severas como la presente. Dicho de forma sencilla: la Fed es una agencia de planificación central del gobierno y funciona tan bien como cualquier agencia de planificación central del gobierno en la historia.

La banca (sea comercial o central) funciona mejor cuando es competitiva, transparente y responsable. Cuando más se oculte de la opinión pública la banca central y proteja de las normas de la ley civil, más dañina se hace para la economía y la sociedad.

La Fed ha tenido un gran éxito: es con mucho el principal financiador de investigaciones académicas en temas monetarios y macroeconomía, empleando a cientos de economistas, financiando conferencias y seminarios, ofreciendo consultas pagadas, etc. ¿Sorprende que la mayoría de los economistas monetarios y macroeconomistas apoyen el actual status quo?

La Fed necesita una reforma seria y debería estar sujeta a competencia y responsabilidad. La Ley Paul-Grayson es un paso bienvenido hacia este objetivo. Los ciudadanos estadounidenses tienen un derecho a demandar los mismos estándares de transparencia y responsabilidad al Fed que a cualquier otra agencia del gobierno. Una burocracia gubernamental que no pueda funcionar salvo que se envuelva en secreto y no sea responsable ante los representantes elegidos por el pueblo no tiene lugar en una sociedad libre.

Nota
Junto a mi firmando esta nota están Joseph Salerno (Pace University), Mark Thornton (Mises Institute), Hans-Hermann Hoppe (emérito, UNLV), Samuel Bostaph (University of Dallas), Shawn Ritenour (Grove city College), Jeffrey Herbener (Grove City College), John Bratland (Minerals Management Service), Peter Klein (University of Missouri), William Anderson (Frostburg State University), Walter Block (Loyola University New Orleans), Murray Sabrin (Ramapo College) y otros firmantes en este enlace.

Publicado el 10 de diciembre de 2009. Traducido del inglés por Mariano Bas Uribe. El artículo original se encuentra aquí.

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