Las nuevas medidas económicas no han dejado a nadie indiferente. Y por lo general no para bien.
Es evidente que nuestros economistas de referencia siguen cayendo una y otra vez en ese defecto que consiste en atender solo lo que se ve, sin tener en cuenta aquello que no se ve y que tanto destacaba Bastiat.
Así, su visión de la subida de impuestos es tan miope como siempre. Por ejemplo, no se considera a la hora de subir un impuesto el impacto que éste tiene en la actividad de las empresas. Se supone que éstas lo repercuten al consumidor, lo cual no es cierto, ya que los gastos no se repercuten, y este caso es un caso particular de esta situación.
Tampoco se tiene en cuenta que el dinero que se paga en impuestos deja de utilizarse en la vida real, así que lo que el contribuyente iba a gastar en lo que le produce más satisfacción, ahora lo gastará en su nombre el gobierno siguiendo sus propios criterios, y si se iba a gastar en inversión, peor se ponen las cosas, ya que la inversión (financiada con ahorro real) es la base del progreso económico y lo que no se ve son las empresas y puestos de trabajo que nunca se crearán.
El gobierno sube los impuestos, pero ¿rebaja el gasto? Hombre, algo sí, aunque para cualquier liberal que no lo sea de boquilla, no lo suficiente, aunque no me voy a extender en este aspecto.
En todo caso, la clave para el despegue económico debería estar en las medidas del plan de ajuste que se anuncia para marzo y que deberían incluir la tan esperada reforma laboral, que flexibilice el mercado de trabajo (aunque nosotros defenderíamos una desregulación completa), la reforma del mercado financiero y los planes reales de ajuste de las administraciones territoriales. Aquí es donde el gobierno no debería errar, ya que está en juego el destino económico de mucha gente.
Aunque ninguna opción estatista nos satisfará por completo, cualquier medida de apertura hacia la libertad, hacia los mercados y el respeto al derecho de propiedad será bienvenida. Por nuestra parte, estaremos en desacuerdo con todo aumento de impuestos o de regulaciones o controles. Y eso sí que se ve.