“Los progresistas creen que el gobierno debería tomar los ahorros de la gente para dárselos a la gente pobre. Los conservadores no están de acuerdo. Ellos creen que el gobierno debería confiscar los ahorros de la gente y dárselos a granjeros y bancos insolventes. El problema apremiante para ambos conservadores y progresistas no es si es legítimo que el gobierno confisque la propiedad de alguien para dársela a otro, el debate es sobre la disposición del pillage.”