La cooperación humana

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La cooperación humana es diferente de las actividades que se produjeron bajo las condiciones prehumanas del reino animal y entre personas o grupos aislados durante las épocas primitivas. La facultad humana concreta que distingue al hombre del animal es la cooperación. Eso significa que en sus actividades prevé que lo que hagan otras personas logrará ciertas cosas para producir los resultados que busca con su propio trabajo.

El mercado es aquel estado de cosas bajo el cual te doy algo con el fin de recibir algo de ti. No sé cuántos de ustedes tendrán nociones, o idea, de latín, pero en lenguaje latino ya hace 2.000 años se dio la mejor descripción del mercado: do ut des, doy para que me dés. Contribuyo en algo con el fin de que tú contribuyas con otra cosa. A partir de esto se desarrolló la sociedad humana, el mercado, la cooperación pacífica entre individuos.

Los distintos miembros, las distintas personas en una sociedad no viven su vida sin ninguna conexión o referencia respecto de otros. Gracias a la división del trabajo, estamos conectados con otros trabajando para ellos y recibiendo y consumiendo lo que otros hayan producido para nosotros. Como consecuencia, tenemos una economía de intercambio que consiste en la cooperación de muchos individuos. Todos producen, no sólo para sí mismos, sino para otra gente con la expectativa de que esa otra gente producirá para él. Este sistema requiere actos de intercambio.

La cooperación pacífica, los logros pacíficos de los hombres, se realizan en el mercado. La cooperación significa necesariamente que la gente intercambia servicios y bienes, los productos de los servicios. Estos intercambios componen el mercado. El mercado es precisamente la libertad de la gente para producir, consumir, determinar lo que ha de producirse, en qué cantidad, en qué calidad y a quién se dirigirán esos productos. Un sistema así de libre es imposible sin un mercado: un sistema así de libre es el mercado.

Tenemos la idea de que las instituciones de los hombres son o (1) el mercado, el intercambio entre individuos, o (2) el gobierno, una institución que, en las mentes de mucha gente, es algo superior al mercado y podría existir en ausencia del mercado. La verdad es que el gobierno (que es el recurso a la violencia, necesariamente el recurso a la violencia) no puede producir nada. Todo lo que se produce, se produce por las actividades de individuos y se usa en el mercado para recibir algo a cambio de ello.

Es importante recordar que todo lo que se hace, todo lo que el hombre ha hecho, todo lo que hace la sociedad, es el resultado de esa cooperación y esos acuerdos voluntarios. La cooperación social entre hombres (y esto significa el mercado) es lo que produce la civilización y es lo que ha producido todas las mejoras en las condiciones humanas de las que disfrutamos hoy.

[Extraído de Ludwig von Mises on Money and Inflation: A Synthesis of Several Lectures, recopiado por Bettina Bien Greaves. Esta conferencia se dio en la Fundación para la Educación Económica (FEE)]

Traducido del inglés por Mariano Bas. El artículo original se encuentra aquí.

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