Contra Bernanke sobre el patrón oro

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En su discurso en la Universidad George Washington del 20 de marzo de 2012, el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, dijo que bajo un patrón oro, la capacidad de las autoridades de dirigir las condiciones económicas se ve seriamente afectada. El presidente de la Fed sostiene que el patrón oro impide al banco central realizar políticas dirigidas a estabilizar la economía después de sacudidas repentinas. Esto a su vez, sostiene el presidente de la Fed, podría llevar a serios trastornos económicos. Según Bernanke:

Como el patrón oro determina la oferta monetaria, no hay mucho espacio para que el banco central utilice la política monetaria para estabilizar la economía. (…) Al tener un patrón oro que ligaba la oferta monetaria al oro, no había flexibilidad para que el banco central rebajara los tipos de interés en la recesión o los aumentará en una inflación.

Precisamente por eso el patrón oro es tan bueno: impide que las autoridades se dedican a la insensata inyección de dinero del tipo que ha venido realizando Bernanke desde finales de 2007, llevando más de 2 billones de dólares en nuevo dinero al sistema bancario.

El balance de la Reserva Federal saltó de 0,889 billones de dólares en diciembre de 2007 a 2,247 billones en diciembre de 2008. La tasa anual de crecimiento del balance subió del 2,6% en diciembre de 2007 al 152,8% en diciembre de 2008. Adicionalmente, la Fed ha rebajado agresivamente el objetivo del tipo de los fondos federales del 5,25% en agosto de 2007 a casi nulos en diciembre de 2008.

Consecuentemente, la tasa de crecimiento de la medición AMS# de la oferta monetaria de EEUU subió del 1,5% en abril de 2008 al 14,3% en agosto de 2009.

Contrariamente a Bernanke y la mayoría de los pensadores de la corriente principal, esa inyección ha infligido un severo daño al proceso de generación de riqueza real. Ha empobrecido seriamente a los generadores de riqueza y puesto las bases para serios problemas económicos futuros.

Permitir que la oferta monetaria la determine la producción de oro lleva a la estabilidad y no al caos, como sugiere Bernanke. En un entorno en el que el oro es dinero y nadie se dedica a imprimir dinero, no pueden producirse alteraciones económicas, es decir, ciclos de auge y declive. (Advirtamos que la impresión de dinero pone en marcha un intercambio de nada por algo, es decir, un acto de malversación). Contrariamente a Bernanke, son las políticas que buscan estabilizar la economía las que generan inestabilidad y caos económico.

Bernanke sostiene que otro aspecto negativo de un patrón oro es que crea un sistema de tipos fijos de intercambio entre las divisas de países que siguen un patrón oro. No hay variabilidad como la que tenemos hoy, argumenta:

Si hay sacudidas o cambios en la oferta monetaria en un país e incluso tal vez unas malas políticas, otros países que estén ligados a la divisa de ese país también experimentarían algunos de los efectos de esto.

Parece que el presidente de la Fed está argumentando a favor de un sistema de divisas flotantes. Creemos que Bernanke ha obviado el hecho de que en un mercado libre el dinero es un producto y un dólar u otra divisa similar como tal no es una entidad independiente.

Antes de 1933, el nombre dólar se usaba para referirse a una unidad de oro que tenía un peso de 23,22 granos. Como una onza tiene 480 granos, esto significa que el nombre dólar también equivalía a 0,048 onzas de oro. Esto significa a su vez que una onza de oro equivale a 20,67$. Tengamos en cuenta que 20,67$ no es el precio de una onza de oro en términos de dólares como dicen Bernanke y otros expertos. “Dólar” era solo un nombre para 0,048 onzas de oro. Según Rothbard:

Nadie imprime dólares en el mercado puramente libre porque, en realidad, no hay dólares: hay solo productos, como el trigo, los coches y el oro.#

Igualmente, los nombres de otras divisas correspondían a una cantidad fija de oro. La costumbre de considerar estos nombres como una entidad distinta del oro apareció con la aplicación de patrón papel. Con el tiempo, como el papel moneda asumió vida propia, se hizo aceptable establecer el precio del oro en términos de dólares, francos, libras, etc. (lo absurdo de todo esto llevó a nuevos máximos con la introducción del sistema de moneda flotante).

Contrariamente a Bernanke, en un mercado libre, las monedas no flotan unas contra otras. Se intercambian de acuerdo con una definición fija. Si la libra británica equivale a 0,25 onzas de oro y el dólar a 0,05 onzas de oro, entonces una libra británica se intercambiará por cinco dólares. El tipo de cambio resulta del hecho de que un 0,25 de una onza es cinco veces mayor que el 0,05 de una onza.

Un sistema de moneda flotante de dinero producto no es menos absurdo que la idea de un precio fluctuante de mercado para dólares en términos de centavos. Cuántos centavos equivalen e un dólar no es algo que esté sujeto a fluctuaciones. Está fijado para siempre.#

Una vez que se aprecia que en un mercado libre el dinero es un producto, resulta evidente que, de forma similar a otros bienes y servicios, su valor de intercambio no puede permanecer quieto, sino que variará de acuerdo con la oferta y la demanda.

Pero Bernanke argumenta que la variabilidad en la oferta de oro podría llevar a la inestabilidad. ¿Por qué debería pasar esto? ¿Produce inestabilidad un cambio en las condiciones de oferta y demanda de varios bienes y servicios? Todo lo que tendríamos es un cambio en los precios. Evidentemente, si la oferta de oro fuera a aumentar fuertemente, esto llevaría a un aumento en los precios en términos de oro. Sin embargo, este aumento en los precios no tiene nada que ver con la inflación. (La inflación, un aumento en el dinero “creado de la nada”, lleva a un intercambio de nada por algo, un acto de malversación). Si el aumento en la oferta de oro persistiera, la gente probablemente abandonaría el oro como medio de intercambio y adoptaría otro producto.

Según el presidente de la Fed, otro problema con el patrón oro es que podría disparar un ataque especulativo:

Normalmente un banco central con un patrón oro solo mantiene una fracción del oro necesaria para respaldar toda la oferta monetaria. (…) El Banco Central Británico solo mantenía una pequeña cantidad de oro y confiaba en su credibilidad para mantener el patrón oro bajo todas las circunstancias, así que nadie le desafió nunca acerca de este asunto. Pero si por cualquier razón, si los mercados pierden la confianza en tu voluntad y tu compromiso en mantener esa relación con el patrón oro, pueden tener un ataque especulativo.

Un posible ataque especulativo no es el resultado de un patrón oro, sino de que un banco central abuse del patrón oro emitiendo papel moneda no respaldado por oro. En resumen, las autoridades estarían emitiendo papel moneda no respaldado por oro, socavando así el patrón oro.

También en su discurso, Bernanke lamenta que una escasez de oro pueda llevar a una caída general en los precios, que podría dañar seriamente la economía. Para el presidente de la Fed, el hecho de que el dinero no crezca es un desastre.

Lo que importa no es la cantidad de dinero como tal, sino su poder adquisitivo. Por tanto, con una expansión en la riqueza real el poder adquisitivo de los dólares aumentaría y todo tenedor de dólares sería capaz de conseguir más riqueza real. Una caída general en lo precios, a la que se llama deflación, permite por tanto a más individuos acceder a una creciente existencia de riqueza.

Resumen y conclusiones

Contrariamente a Bernanke, un patrón oro del que no abuse el banco central genera estabilidad. Los ciclos de auge y declive son el resultado de políticas del banco central que buscan estabilizar la economía. La supuesta inestabilidad de las economías durante los llamados patrones oro en el pasado se produjeron porque las autoridades estaban emitiendo papel moneda no respaldado por oro, socavando así el patrón oro.


Publicado el 11 de abril de 2011. Traducido del inglés por Mariano Bas Uribe. El artículo original se encuentra aquí.

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