A Paul Samuelson, uno de los economistas más famosos e influyentes del siglo XX, se le pidió una vez que nombrara una idea de teoría económica que fuera a la vez cierta y no trivial. Después de varios años, respondió que la ley de la ventaja comparativa cumple con estos requisitos, diciendo que su verdad lógica “no tiene que argumentarse ante un matemático” y argumentando que su no trivialidad se “atestigua por los miles de hombres importantes e inteligentes que nunca han sido capaces de entender por sí mismos la doctrina o creer en ella después de explicársela”.
La ley de la ventaja competitiva nos demuestra cómo podemos (aparentemente) crear algo de la nada redirigiendo simplemente nuestros esfuerzos y comercio. Sin embargo, de acuerdo con un bulo popular, la ventaja competitiva es irrelevante cuando hay grandes diferencias en productividad (como, por ejemplo, las diferencias en productividad entre el mundo desarrollado y el desarrollado). ¿Cómo puede el comercio hacer que mejoren ambas partes si una es mucho mejor en todo que cualquier otra? Las diferencias de productividad, incluso las diferencias extraordinarias de productividad, no significan que ambas partes no puedan ganar con el comercio. Incluso superhéroes como Superman, Batman, los X-Men y los Civic-Minded Five pueden ganar con el comercio.
Veamos algunos ejemplos para ver cómo es esto posible. La gente puede producir y consumir cosas sin comerciar o pueden expandir su producción y posibilidades de consumo mediante el comercio. Consideremos el caso de Superman y Batman. Supongamos que tienen las siguientes posibilidades de producción de “apresamiento de ladrones” y “gatos salvados”. Es decir, la tabla represente la cantidad máxima de apresamiento de ladrones o gatos salvados que puede realizar cada uno, si dedica todo el día a esa tarea. El extraterrestre Superman puede apresar a cien ladrones en un día o salvar mil gatos en un día, mientras que Batman, limitado por ser terrestre, solo puede apresar a seis ladrones en un día o salvar 18 gatos en un día.
Ladrones apresados |
o |
Gatos salvados | |
Superman | 100 diarios |
o |
1000 diarios |
Batman | 6 diarios |
o |
18 diarios |
Supongamos que cada uno divide sus días por igual entre el apresamiento de ladrones y el salvado de gatos. Cada uno produce lo siguiente:
Ladrones apresados | Gatos salvados | |
Superman | 50 diarios | 500 diarios |
Batman | 3 diarios | 9 diarios |
Total | 53 diarios | 509 diarios |
Combinados, sirven a la sociedad apresando 53 ladrones y salvando a 509 gatos al día. Sin embargo, ni siquiera para los superhéroes hay comida gratis. Para Superman, el coste de oportunidad por cada ladrón apresado es de diez gatos salvados. Para Batman, el coste de oportunidad por cada ladrón apresado es de tres gatos salvados. Bruce Wayne, alias Batman, está insatisfecho con este resultado y desea que el Hombre de Acero pueda hacer más. Tiene pocas ideas cuando recuerda algo acerca de la teoría de la ventaja competitiva en su clase de economía de primero en la Universidad de Gotham. Llama a Superman y le propone lo siguiente: él se especializará completamente en el apresamiento de ladrones, mientras que Superman apresará solo 47 ladrones diarios y salvará 530 gatos.
Ladrones apresados | Gatos salvados | |
Superman | 47 diarios | 530 diarios |
Batman | 6 diarios | 0 diarios |
Total | 53 diarios | 530 diarios |
Sin la especialización, la “producción social” es de 53 ladrones apresados y 509 gatos salvados. Sin embargo, con la especialización, nuestros héroes se combinan para apresar 53 ladrones y salvar a 530 gatos. En total, la sociedad disfruta de 21 gatos más salvados, sin coste en ladrones apresados. La verdad, la justicia y el estilo de vida americano son más seguros por consiguiente. Esto seguiría siendo verdad si, en lugar de Batman, consideráramos a una persona normal, llamémosle Capitán Ordinario. Tal vez el Capitán ordinario solo podría detener a un ladrón o salvar dos gatos al día. Supongamos que elige salvar dos gatos al día en ausencia de “comercio” con Superman. Si superman deja de atrapar a un ladrón, para poder salvar más gatos y Capitán Ordinario lo apresa en su lugar, tendríamos diez gatos más salvados, sin coste en captura de ladrones.
Incluso cuando hablamos de grupos, la ley de la ventaja comparativa sigue manteniéndose. La ley de la ventaja comparativa puede también decirnos cuándo podría cierta gente encontrar una línea de trabajo distinta o cuando debe externalizar algunas tareas, incluso en los casos en que las cifras de productividad podrían ser muy similares. Supongamos que los X-Men pueden resolver doce delitos al día, mientras que los Civic-Minded Five pueden resolver cuatro. Por otro lado, los X-Men, utilizando sus superpoderes, pueden cocinar ocho pizzas al día, mientras que los Civic-Minded Five, utilizando sus no tan superpoderes, pueden cocinar seis. Así que tienen las siguientes posibilidades de producción:
Delitos resueltos |
o |
Pizzas cocinadas | |
X-Men | 12 diarios |
o |
8 diarias |
Civic-Minded Five | 4 diarios |
o |
6 diarias |
Supongamos (para simplificar) que cada uno gasta la mitad de su tiempo resolviendo delitos y la mitad cocinando pizzas. Así que ambos producen:
Sin comercio | Delitos resueltos | Pizzas cocinadas |
X-Men | 6 diarios | 4 diarias |
Civic-Minded Five | 2 diarios | 3 diarias |
Total | 8 diarios | 7 diarios |
Los Civic-Minded Five, que se conocieron en un grupo de estudio en su clase de primero de economía, deciden que podrían probablemente conseguir más si externalizaran su trabajo de resolver delitos a los X-Men y en su lugar centrar sus esfuerzos en cocinar pizzas. Proponen la siguiente división del trabajo y ofrecen intercambiar a lo X-Men tres pizzas a cambio de ser capaces de atribuirse el mérito por tres delitos resueltos por los X-Men.
Especialización | Delitos resueltos | Pizzas cocinadas |
X-Men | 10,5 diarios | 1 diaria |
Civic-Minded Five | 0 diarios | 6 diarias |
Total | 10,5 diarios | 7 diarios |
Les lleva un tiempo convencer a los X-Men de que los Civic-Minded Five no están de broma, pero acaban estando de acuerdo. La producción final después de su intercambio queda así:
Tras intercambiar | Delitos resueltos | Pizzas cocinadas |
X-Men | 7,5 diarios | 4 diarias |
Civic-Minded Five | 3 diarios | 3 diarias |
Total | 10,5 diarios | 7 diarios |
Todos los días, los X-Men resuelven 1,5 delitos más y los Civic-Minded Five (ahora los Pizza-Minded Five) obtienen el mérito pedido sobre los tres delitos resueltos en lugar de dos. Ambos disfrutan de la misma pizza que antes y mediante la especialización, el mundo es más rico, añadiendo 2,5 delitos resueltos diariamente.
¿A qué precio comerciarán? Esto aparecerá en los mercados competitivos, pero la gente acordará comerciar si el precio está por debajo de su coste de oportunidad de hacer algo ella misma. Los X-Men renuncian a la posibilidad de cocinar 2/3 de una pizza cada vez que resuelven un delito. Los Civic-Minded Five renuncian a la posibilidad de cocinar, 1,5 pizzas cada vez que resuelven un delito. Por cada pizza que cocinan, los Civic-Minded Five renuncian a la posibilidad de resolver 2/3 de un delito, mientras que los X-Men renuncian a la posibilidad de resolver 1,5 delitos cada vez que cocinan una pizza. Cuando cada grupo hace lo que se le da mejor (siendo “mejor” la actividad en la que un grupo tiene los menores costes de oportunidad) y luego comercia, todos mejoran.
Uno de los postulados fundamentales en economía es que el comercio aumenta la productividad y crea riqueza. Esto es cierto incluso cuando algunos tienen habilidades extraordinarias. La ley de la ventaja comparativa nos dice que importa mucho más lo productivos que sean respecto del resto, incluso la gente que sea muy productiva puede mejorar comerciando con gente que no lo es.
Publicado el 13 de octubre de 2008. Traducido del inglés por Mariano Bas Uribe. El artículo original se encuentra aquí.