Gráficos divertidos con Krugman

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En unos pocos posts recientes de blog, Paul Krugman ha utilizado gráficos de barras y tablas para (supuestamente) demostrar la superioridad de sus opiniones sobre las de los austriacos. Pero, como demostraré en este artículo, puedo utilizar los propios datos de Krugman para demostrar exactamente lo contrario.

Krugman sobre la Fed y los pánicos bancarios

Tal vez picado por su debate en Bloomberg con Ron Paul, Krumgan publicó lo siguiente respecto de los pánicos financieros y en banco central de EEUU:

Hay una creencia muy extendida en la derecha de que las crisis bancarias solo se producen o bien por que la Fed o Barney Frank las causan; volved a un patrón oro y no habrá necesidad de regulación financiera ni nada parecido.

Por supuesto, esto no tiene sentido; Walter Bagehot sabía todo sobre crisis financieras, que han sido una característica constante de las economías modernas desde al menos el inicio del siglo XIX. Solo para reiterarlo, pensé que podría merecer la pena publicar el gráfico de Gary Gorton de “pánicos” antes de que la Fed empezara a operar:

Los pánicos se producirán; se trata de cómo contenerlos. (Cursiva añadida)

Aunque Krugman no dice explícitamente “Ron Paul” o “economistas austriacos”, creo que tiene que haberlos tenido aquí en mente. Después de todo, antes de que aumentara la popularidad de los austriacos, casi nadie hablaba del patrón oro, no digamos de abolir el banco central. Fueron los austriacos, y más notablemente Ron Paul, los que volvieron a poner esas ideas de nuevo en el candelero para que Krugman sintiera la necesidad de ocuparse del asunto.

A la vista de eso, Krugman está sencillamente inventando cuando dice que esa gente piensa que nunca se produjeron pánicos bancarios antes de la Fed. La tesis doctoral de Murray Rothbard fue sobre el pánico de 1819 y también Rothbard escribió sobre la historia de la Fed, así que estoy bastante seguro de que no le sorprendería la tabla de Krugman,

Pero aparte del burdo ardid para debatir (estableciendo que sus oponentes creen algo que es evidentemente ridículo), Krugman deja abierta la puerta a su propia refutación en su frase final, después de la tabla, cuando escribe: “Los pánicos se producirán; se trata de cómo contenerlos”.

Por suerte, el propio Krugman proporciona la respuesta en un post posterior ese mismo día. En este nuevo post, escribe:

Una continuación de este post. Hubo frecuentes pánicos bancarios antes de que hubiera una Fed; ¿cómo fueron de malos?

Bueno, Christy Romer tiene un viejo trabajo sobre volatilidad a largo plazo en el que creaba una métrica: meses en puntos porcentuales de producción industrial perdida hasta que se recuperó el máximo previo:

Así que algunos de esos pánicos pre-Fed fueron peores que las grandes depresiones de 1974 y 1981, aunque muy lejos de la Gran Depresión.

Según mis cálculos, la cifra actual utilizando los datos de producción industrial es de 455: será un poco mayor, pero no mucho si continúa la recuperación.

Así que nos va peor que, por ejemplo, en el Pánico de 1907, pero no mucho peor.

¿Cómo lo veis? Krugman admite que los dos peores pánicos se produjeron después de que se creara la Fed. Y si tomamos las cifras de la tabla anterior de Romer y añadimos un declive de 455 para la recesión  más reciente (que el propio Krughman dice que sería una cifra por lo bajo), obtenemos que la “pérdida de producción” media (medida en las unidades que define Romer en su tabla) durante las recesiones de la era pre-Fed fue de 158,1, mientras que en la era post-Fed fue de 356,4.

¿Ve alguien la importancia de esto? El propio Krugman decía que siempre habrá pánicos y la pregunta era cómo contenerlos. Utilizando la propia fuente de Krugman, encontramos que el establecimiento de la Fed generó (a) los dos peores pánicos de la historia de EEUU y (b) una cadena de pánicos que fueron de media más de doble de malos que el pánico medio de la era pre-Fed.

Steve Horwitz hace un buen trabajo explicando por qué es defectuosa la comprensión de Krugman de la historia bancaria de EEUU, porque no teníamos una banca de laissez faire a finales del siglo XIX. Pero no tenemos siquiera que recurrir a esas explicaciones para este tema. Recordemos que estos datos no se arrancaron a Krugman tras una sesión de tortura. Los ofreció voluntariamente como si se supusiera que avergonzarían a los críticos de la Fed. ¿Cómo tendrían que haber sido las cifras para que Krugman hubiera admitido: “Mmm, parece que por una vez la realidad empírica se ha vuelto contra mis remedios keynesianos”? ¿Tendrían que haber el triple de malos los pánicos de la Fed?

Una última cosa antes de abandonar este asunto, porque quiero asegurarme de que todos vean el ilusionista retórico que es Krugman. Después de calcular la cifra actual (utilizando la métrica de Romer para pérdida de producción) en 455, escribe: “Así que nos va peor que, por ejemplo, en el Pánico de 1907, pero no mucho peor”.

Esa expresión “por ejemplo” en su cita hace que suene como si Krugman eligiera al azar en la columna izquierda de Romer y eligiera un pánico cualquiera. Pero no, el Pánico de 1907 es el peor de la era pre-Fed mostrado en la lista de Romer. Con esa justificación, Krugman podría haber escrito en su lugar el siguiente resumen: “Así que la segunda peor recesión de la era de la Fed (que estamos experimentando ahora mismo a pesar de que el tipo del que dije que no preferiría a nadie más como jefe de la Fed haya estado al mando durante todo el tiempo) es ya peor que el peor episodio absoluto de la era pre-Fed. Pero bueno, mientras continúe esta recuperación (y advierto a menudo de que estamos al borde del desastre si ganan los republicanos), no nos va tan mal. No es que ahora estemos en modo alguno cerca de estar tan mal como bajo la Gran Depresión, que ocurrió 20 años después de la se formara la Fed para impedir cosas como el Pánico de 1907”.

La firma estructural

Un poco antes este mismo mes, Krugman volvió a su tema familiar de decir que los datos de empleo se ajustan mejor a las explicaciones de la recesión por la demanda agregada:

¿Cómo valoras las historias acerca de lo que está pasando en la economía? Puedes utilizar tus prejuicios, por supuesto. (…) Pero lo que yo trato de hacer es preguntar si los hechos disponibles se ajustan a la “firma” que la historia parece implicar, es decir ¿vemos que patrón general que el argumento sugeriría que veríamos?

Consideremos ahora el argumento de que nuestros problemas son principalmente estructurales. La forma en que se cuenta normalmente esta historia es que tenemos demasiados trabajadores en sectores equivocados, que tenemos que esperar un nivel deprimido del empleo general mientras los trabajadores se trasladan de estos sectores “hinchados”.

Bien, ¿cuál debería ser entonces la firma de esa historia? Seguramente es que las pérdidas de empleos deberían concentrarse en los sectores hinchados, que el empleo debería estar aumentando en otro lugar, si es que lo hace y que los salarios deberían estar aumentando en los sectores no hinchados más rápidamente que en los hinchados.

Así que echemos un rápido vistazo a los datos de empleo y salarios del BLS. He aquí lo que obtenemos en una primera pasada:

Parece como si se perdieran empleos en todas partes, ¿verdad?

Y sobre salarios:

¿Quién está pagando más por los trabajadores?

Podéis tratar de refinar esto desagregando, pero a primera vista, la firma de un problema estructural sencillamente no está ahí.

Antes de adentrarnos en lo sustantivo, dejadme advertir que (de nuevo) Krugman de dedica a hacer juegos de manos. Preguntaos: ¿Por qué está utilizando el cambio absoluto en cifras de empleo en el primer gráfico, cuando (bastante correctamente) utiliza cambio en porcentaje en el segundo gráfico? La respuesta sospecho, es que ese cambio al porcentaje en el primer gráfico queda así:

Demos ahora otro pellizco. Aunque es verdad que Arnold Kling (y quizá otros) han estado impulsando su historia del “recálculo” como si continuara siendo el tema principal a lo largo de toda la recesión, la postura austriaca convencional era que el descenso inicial era necesario debido a los desequilibrios estructurales de los años de auge. Pero que yo sepa ningún austriaco dijo que las diversas rondas de flexibilización cuantitativa, el TARP o el paquete de estímulo de Obama tendrían un efecto desproporcionado en la construcción.

Si esos programas han hecho algo, ha sido aguar el golpe a la vivienda y la construcción más en general y lo que decían los austriacos era que no estaban haciendo a la economía ningún favor al impedir la necesaria recuperación. Dicho con otras palabras, la historia austriaca convencional era que las diversas intervenciones (sobre todas las cuales Krugman ha estado a favor, aunque sus cautelas respecto de su diseño e implantación) harían a los estadounidenses colectivamente más pobres y dañarían a “la economía” en general. No hay razón para pensar que, por ejemplo, el paquete de estímulo de Obama generara una caída mayor en la construcción respecto de los servicios en el 4º trimestre de 2009.

Así que para tener una prueba mucho mejor de si la recesión mostraba la “firma estructural” antes de que aparecieran las medidas apoyadas por Krugman (y lo queél consideraba inadecuado), podemos mirar al empleo en los tres sectores que eligió Krugman para la prueba. La única diferencia (aparte de la evidente de utilizar porcentajes en lugar de pérdidas absolutas de empleo) es que cambiaré el periodo de tiempo de 2006 a 2008. El enlace del BLS que daba Krugman solo tiene datos anuales, así que estas son las mejores fechas de inicio y fin para aislar el estallido de la burbuja inmobiliaria y la llegada oficial de la recesión (en diciembre de 2007), pero antes de que se administrara la mayoría de la “medicina” keynesiana (empezando a finales de 2008 pero impactando especialmente a principios de 2009). He aquí cómo se muestra el gráfico revisado:

Esto sin duda se parece a un reequilibrio del sector, me parece. [1]

Conclusión

No es la primera vez que Krugman ha utilizado erróneamente datos para poner en entredicho la posición austriaca. En mi respuesta al primer (¿y último’) post de blog en el que Krugman me mencionaba concretamente, escribí:

Puedo apuntar al menos dos episodios en los que el la explicación del “reajuste sectorial” de los austriacos tiene claramente un más poder explicativo que la explicación de la “demanda insuficiente” de Krugman. En concreto, a finales de 2008, Krugman argumentaba que el declive inmobiliario tenía poco que ver con la recesión, porque las últimas cifras de la BLS demostraban que el desempleo a nivel estatal mostraba poca relación con las caídas en los precios de la vivienda en los estados.

Sin embargo, apunté que mirar los cambios año a año en el desempleo a finales de 2008 no era exactamente la mejor prueba. Si mirábamos los cambios desde el momento en que explota la burbuja inmobiliaria, entonces cinco de los seis estados con mayores caídas inmobiliarias estaban igualmente entre los seis estados con los mayores aumentos en el desempleo.

En otra ocasión (…) Krugman de nuevo pensó que había dado a la explicación del reajuste un golpe aplastante cuando apuntó que la fabricación había perdido más empleos que la construcción. Apunté que esto tampoco era una prueba válida, porque para empezar la fabricación tenía más trabajadores. Cuando mirábamos los porcentajes de pérdida, entonces se veía que la construcción realmente cayó más bruscamente que la fabricación. Además (y tal y como predice la teoría austriaca) la caída del empleo en la fabricación de bienes duraderos fue peor que en los bienes no duraderos, mientras que la caída en el sector de la venta al por menor fue más ligera que en los otros tres.

Estos eran episodios importantes. Cuando Krugman pensaba que las cifras estaban de su lado, le encantaba poner en entredicho la explicación del reajuste sectorial: pensaba que su propio modelo era perfectamente capaz de explicar la situación como si el declive en la vivienda realmente no tuviera mucho que ver con la agitación en los mercados laborales. Y, como el propio Krugman ha argumentado, si hubiera usado pruebas válidas, entonces los resultados habrían realmente cuestionado la explicación austriaca. (…)

Como fue Krugman quien estableció estos dos retos, es significativo que la teoría austriaca los superara holgadamente.

A la vista de sus recientes posts en el blog sobre pánicos bancarios y firmas estructurales, creo que tenemos que corregir mi escrito para decir que Krugman ha establecido ahora cuatro pruebas empíricas distintas y utilizando sus propios datos vemos que la posición austriaca funciona mucho mejor que la keynesiana.


[1] Para el lector interesado, debería apuntar que los cambios salariales de 2006 a 2008 no se ajustan a mi gráfico sobre cambios en el empleo en la forma que uno podría esperar: los salarios de la construcción aumentaron un 3,8% anualmente; las manufacturas aumentaron un 2,4% y los servicios, un 3,8%. Pero esto no es un golpe devastador para las explicaciones austriacas frente a las keynesianas, porque los cambios salariales no “funcionan” tampoco en la explicación de Krugman. Este está aplicando la caída en el empleo a lo largo de diversos sectores como debida a una insuficiente demanda agregada. Pero incluso en esa explicación uno habría esperado que las bases micro de estas pérdidas de empleos se ajustaran a los cambios salariales, ya que la construcción (tanto en porcentaje como en términos absolutos) cayó mucho más que los servicios de 2007 a 2011, incluso en términos de Krugman (invocando una escasez de la demanda) esperaríamos supuestamente ver un crecimiento salarial mucho menor en la construcción. Pero no es así: el crecimiento salarial en la construcción y los servicios (como demuestra el segundo gráfico de Krugman) fue casi el mismo entre 2007 y 2011. Tengo algunas teorías posibles de por qué los cambios salariales no se alinean con los cambios en el empleo, pero no me corresponde ofrecerlas para “rescatar” a la teoría austriaca de la crítica de Krugman, porque su propia explicación tiene el mismo problema.


Traducido del inglés por Mariano Bas Uribe. El artículo original se encuentra aquí.

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