La historia de la humanidad es la historia de la progresiva intensificación de la división del trabajo. (…) La operación de [este] principio (…) y su corolario, la cooperación, tiende en último término hacia un sistema de producción que abarque el mundo entero. (Ludwig von Mises, Teoría e historia, 1958, pp. 234, 235)
Cuanto más queramos mejorar [nuestro] bienestar material, más debemos expandir la (…) división del trabajo. (Ludwig von Mises, La acción humana, p. 831)
Dentro de un mundo organizado a partir de la división del trabajo, todo cambio debe (…) afectar a los intereses a corto plazo de muchos grupos. (Ludwig von Mises, La acción humana, p. 82)
Estos bienes y servicios que la gente intercambia cruzando las fronteras políticas se hacen enormemente visibles por ese mismo hecho. Así que consejeros políticos, políticos y periodistas pueden dividir fácilmente estas producciones en ovejas y cabras, de acuerdo con la dirección en la que cruzan estos límites administrativos. La producción que va del lado “nacional” al lado “extranjero” es buena: son “exportaciones”. La producción que va en sentido contrario, sin embargo, es mala: son “importaciones”.
Reacciones a dos cambios recientes en las importaciones de EEUU
Muy recientemente, consejeros políticos y políticos se han centrado en dos cambios extremadamente recientes en las importaciones estadounidenses. Algunas corporaciones multinacionales estadounidenses han cerrado sus operaciones “domésticas” y abierto plantas en China, desde donde venden bienes baratos y relativamente sencillos (por ejemplo, ropa o juguetes) en EEUU (“producción offshore”). Otras corporaciones han rechazado a los estadounidenses y han contratado en profesionales en la India, para proporcionar servicios informáticos, de proceso de datos, radiográficos y similares en EEUU a través de Internet (“outsourcing”). Se han producido cambios similares en Europa Occidental.
Podemos resumir las opiniones de estos consejeros y políticos sobre estos asuntos (o el lector puede saltar directamente a la respuesta):
Ambas situaciones (se nos dice) son malas. No son realmente importaciones sino la sustitución de mano de obra cara en EEUU por mano de obra barata en el extranjero. Esas importaciones aparentemente baratas realmente tienen un precio muy caro: la pérdida de trabajos bien pagados en EEUU. Trasladar al exterior la producción para los mercados internos es mover la producción nacional a países extranjeros: lo que solía ser producción nacional se convierte en importación. El déficit comercial no se reduciría nunca.
El capital es móvil y la tecnología puede adquirirse. Y por tanto las funciones modernas de producción para bienes manufacturados, sus porcentajes relativos de coste, son uniformes en todas partes. Así que la ventaja comparativa ya no puede operar (parece). Los que persiste es la ventaja absoluta: el nivel de los costes laborales. Inevitablemente todas las ganancias irán a países con enormes excedentes de mano de obra (la mayor ventaja absoluta). El capital y la tecnología de EEUU y por tanto los empleos, todos acabarán en estos países. EEUU perderá líneas de empleo, capacidad productiva, producción, industrias. Los salarios en EEUU tendrán que bajar: los trabajadores estadounidenses se limitarán a ensamblar, con bajos salarios, productos fabricados en el extranjero. Habrán perdidos los mismos requisitos previos para el desarrollo.
Así que (parecería) el outsourcing y la producción offshore benefician a ciertas empresas y consumidores, pero en general son un grave perjuicio para la nación. Así, la teoría comercial moderna (se apunta) demuestra que el comercio entre países es antagonista en sí mismo. Cuando se toman juntos todos los países, el libre comercio permite solo a algunos países obtener su máximo beneficio, a otros no. En algunos casos, ambos países pierden, en otros uno gana a costa del otro. Solo en algunos casos ambos países sí se benefician. El libre comercio significa la pérdida de la mayoría de las industrias modernas (aumento en los retornos). Los países que subvencionan esas industrias pueden monopolizarlas indefinidamente. En resumen, el país que produzca la mayoría de la producción comercializable del mundo consigue enormes ventajas: altos salarios y alto consumo.
Así que (dicen estos consejeros políticos), la teoría más actualizada apoya esta conclusión: la política industrial japonesa, el outsourcing y la producción offshore; todos generan pérdidas de empleos estadounidenses. No se puede confiar en el libre comercio para crear empleos de sustitución en nuevas industrias que fabriquen productos de alto valor añadido. Y el enorme déficit comercial de EEUU continúa, pero los extranjeros, con todo ese dinero en sus manos, siguen sin estar convencidos para comprar exportaciones estadounidenses. Así que esta vía de creación de empleo también está cerrada.
¿Se desploma el cielo?
Querido Lector: creo que ya estás suficientemente alarmado y abatido. Es el momento de tomar cierta perspectiva. Empecemos con algunas cofras relevantes. Como demuestra la tabla que aparece más abajo (entre otras): la inversión fuera de China equivalió a más del 99%de toda la inversión directa estadounidense en el extranjero en 2000. Las importaciones de otros países distintos de China llegaron a más del 92% de todas las importaciones estadounidenses tanto de bienes como de servicios en 2001. Las importaciones de servicios informáticos y similares desde todos los países ascendieron a menos la mitad del 1% de todas las importaciones. (Por si a alguien le interesa: las exportaciones de dichos servicios fueron del 0,6% de todas las exportaciones de bienes y servicios en 2000).
Está claro que estas importaciones (e inversiones) son solo una parte diminuta del total. Para saber acerca de las interconexiones comerciales e inversoras entre estadounidenses y otros, tendremos que observar sistemáticamente el panorama general. (Y solo para concluir: dentro de EEUU, el empleo fuera de los servicios informáticos y relacionados equivale al 99,5% del total. Esta claro que queda amplio espacio para empleo en otros sectores).
Tabla 1: ¿El principio de algo peor?
China 2000 | |
China 2001 | Importaciones en EEUU = 7,56% del total de importaciones de bienes y servicios de EEUU |
China 2000 | Importaciones en EEUU = 1,00% del PIB de EEUU |
Todos los países 2000 | Importaciones en EEUU de telecomunicaciones, informática, servicios de proceso de datos = 0,43% del total de importaciones de bienes y servicios |
EEUU 2001 | Empleo en el sector informático y de proceso de datos = 1,77% del empleo total |
Capital y producción no son fijos
Hay otro inconveniente aún mayor en utilizar las gafas proporcionadas por visiones teóricas y políticas. La suposición central en ambas es que el capital, y por tanto la producción es una “existencia” fija. Por tanto, inevitablemente, cuando alguien tiene más, otros deben tener menos: cuando el capital estadounidense se invierte en el exterior y allí aumenta la producción, el capital y la producción en el interior deben disminuir. Lo mismo pasa en la teoría moderna: cuanto mayor sea la porción de la producción comercializable en el mundo producida en un país, mayor será su nivel de vida. Repito que el capital y por tanto la producción deben ser fijos. Pero entonces el “comercio” solo puede ser un juego de suma cero. Y el propio capital no puede producirse, simplemente debe caer del cielo en un buen día (“factor endowment”).
Pero en realidad el rango, cantidades y calidad de los bienes y servicios de consumo masivo todos mejoran y se diversifican continuamente (en el presente contexto histórico). Por ejemplo (en EEUU): comparemos el actual catálogo de Sears con el que había hace diez o incluso cinco años antes, no digamos más atrás. Y veamos de nuevo la variedad y extensión de los catálogos comerciales y sus contenidos (actualmente y en años anteriores).
En resumen: la gente, con sus acciones, está extendiendo continuamente la estructura de capital [ver Tabla 3]; son sencillamente algunos apuntes muy pequeños para los cambios sustanciales implicados. Y lo mismo es cierto para los socios comerciales de EEUU (aún principalmente los demás países desarrollados, pero asimismo ahora los diversos territorios de Asia Oriental y Sudoriental y otras partes del mundo). La producción de consumo de masas en todas estas regiones está aumentando, mejorando y diversificándose continuamente a medida que la gente continúa extendiendo la estructura de capital.
Los estadounidenses y el mundo están entrelazados económicamente
Desde 1970 aproximadamente, las actividades económicas estadounidenses se han ido integrando cada vez más en esta estructura económica mundial. Esto afecta a toda la gama de bienes: todos los tipos son “importados” y “exportados”, igual que un rango pequeño pero creciente de servicios. Estas interconexiones cada vez más profundas se reflejan de una manera cruda y difusa en la relación del “comercio exterior” (“exportaciones” e “importaciones” combinadas) respecto de la producción “agregada”. Esta cifra fue del 11% en 1970 al 26% en 2000. (Por comparar: En ese año, para los países desarrollados, excepto Japón, la proporción fue del 47% al 67%. A EEUU aún le queda cierto recorrido).
Al expandirse y diversificarse la producción en cada vez más áreas, la red estadounidense (y mundial) de relaciones comerciales también se hizo mayor. El comercio de EEUU con el Asia Oriental y Sudoriental y resto del mundo creció (en relación con su comercio con los países desarrollados):
Tabla 2: EEUU, Dirección de Comercio, Bienes (porcentaje del total)
1990, exportaciones | 2000, exportaciones | 1990, importaciones | 2000, importaciones | |
Japón | 12,3% | 8,3% | 18,1% | 12,1% |
Otros PD | 55,3% | 47,7% | 43,9% | 38,2% |
China | 1,2% | 2,1% | 3,1% | 9,0% |
Otra Asia E y SE | 13,1% | 14,5% | 15,9% | 13,9% |
Resto mundo | 18,3% | 27,3% | 19,0% | 26,9% |
Como se ha individualizado a China para prestarle atención, veámosla con más detalle.
Desde aproximadamente mediados de la década de 1980, inversores de Hong Kong, Taiwán y chinos en el extranjero han establecido, expandido y diversificado una serie de actividades productivas en el sur de China. Estos inversores estaban movidos (entre otras cosas) por la abundancia de mano de obra barata. Esta región proporciona ahora una enorme variedad de bienes relativamente sencillo al resto del mundo, incluyendo ropa, textiles, calzado, calculadoras de bolsillo, destornilladores, llaves y similares.
Los estadounidenses solo se les han unido recientemente. Al asociar sus inversiones a esta floreciente estructura de producción, las empresas estadounidenses añaden ahora una mayor variedad y cantidad de estas cosas que antes al rango de productos finales disponibles para los trabajadores estadounidenses y sus familias.
La estructura global de producción
La tabla siguiente puede proporcional solo un bosquejo de esquema de las sucesivas etapas de la producción que llevan a la oferta de una sola cosa: Ropa fabricada en China en tiendas de EEUU:
Al seguir este esquema, se demuestra:
- Esta estructura de producción se dirige a producir una enorme variedad de productos finales; la ropa no es más que uno de esos productos.
- Las interrelaciones esenciales realmente listadas son solo la punta del iceberg, unas pocas interconexiones seleccionadas de una red vasta, extremadamente intrincada y compleja.
- La cobertura global del proceso de producción. Esta estructura de producción, enlazada con las más antiguas, se construye mucho antes y durante periodos mucho más largos en los países desarrollados. Por eso podía expandirse tan rápidamente.
- Esta estructura de inversión sencillamente ignora las fronteras políticas: tiene que hacerlo. Las influencias “económicas” primordiales, como debe ser, para que se construya y expanda más la estructura. Las fronteras políticas son líneas caprichosas, cruzando varias porciones de la estructura de capital, completamente al azar.
Estructura de producción para ropa de China en tiendas en EEUU
Bienes/inversiones de:
1º orden. Ropa en el armario de casa. EEUU
2º orden. Tiendas al por menos con existencias. Edificios, oficinas, tallas, energía, trabajo. EEUU
3º orden. Mayoristas. Almacenes, equipos, oficinas, energía, trabajo. Transporte – vehículos, combustible, trabajo. EEUU
4º orden. Transporte desde muelles. Vehículos, combustible, trabajo. EEUU
5º orden. Muelles. Grúas, equipo, depósitos, oficinas, energía, trabajo. EEUU
6º orden. Navegación. Barcos contenedores, contenedores, combustible, trabajo (de países menos desarrollados). Liberia, Panamá, Grecia, Noruega
7º orden. Transportes (de la ropa) a muelles. Vehículos, combustible, trabajo. China Astilleros, diques secos, grúas, equipos, acero para construcción de barcos, herramientas, energía, trabajo. Corea, Japón
8º orden. Fábricas de ropa. Talleres, oficinas. Ropa. Mesas de corte, tijeras, metros. Máquinas industriales de coser. Hilo de coser, accesorios (botones, cremalleras, cintas, etc.) Energía. Trabajo. China. (Inversión EEUU) Acerías (para el acero para construcción de barcos). Edificios, hornos, carbón, mena de hierro, otras entradas. Oficinas. Energía. Trabajo. Corea, Japón. Transporte a astilleros.
9º orden. Telas tintadas y acabadas. Edificios, cubas, equipo, colorantes, telas en bruto. Energía. Trabajo. Fábricas de botones. Talleres, plásticos, máquinas. Oficinas. Energía. Trabajo. China (Nota. Inversiones allí de Hong Kong, Taiwán, chinos en el extranjero). Fábricas de cremalleras. Edificios, oficinas. Plásticos, máquinas, tela, máquinas de coser, hilo. Energía. Trabajo. Japón. Envío a China. Empresas fabricantes de máquinas industriales de coser. Edificios, oficinas. Maquinaria, equipos, acero, otras entradas. Energía. Trabajo. EEUU. Transporte y envío a China. Envío. Barcos mercantes (para carbón, mena de hierro, etc.), combustible, trabajo. Japón
10º orden. Telares. Edificios, oficinas. Maquinaria. Hilo. Energía. Trabajo. China. Minas (carbón, mena de hierro). Maquinaria minera, equipamiento. Energía. Trabajo. Australia.
11º orden. Hilaturas. Edificios, oficinas. Maquinaria. Algodón en bruto. Energía. Trabajo. China. Fábricas de maquinaria de telares. Edificios, oficinas. Maquinaria, equipamiento, acero, otras entradas. Energía. Trabajo. Inglaterra. Transporte y envío a China. Fábricas de maquinaria minera. Edificios, oficinas. Maquinaria, equipamiento, acero, otras entradas. Energía. Trabajo. EEUU, Canadá, Alemania. Transporte y envío a Australia.
12º orden. Fábricas de maquinaria de hilaturas. Edificios, oficinas. Maquinaria, equipamiento, acero, otras entradas. Energía. Trabajo. Inglaterra. Envío a China. Vendedores de algodón. Almacenes, existencias. Energía. Trabajo. China.
13º orden. Granjas produciendo algodón en bruto. Campos, semillas de algodón, fertilizantes, pesticidas, instalaciones de riego, equipamiento/herramientas agrícolas, animales de tiro, animales de transporte, carretas. Edificios de granja, energía, combustible, trabajo. Desmotadoras de algodón. Uzbekistán, China, Egipto, EEUU.
14º orden. Factorías químicas para fabricar fertilizantes. Edificios, oficinas. Maquinaria, equipamiento, productos químicos, Energía. Trabajo. Alemania. Envío a Egipto, China.
Y así sucesivamente… (Nota: Los servicios legales y el seguro son entradas en todas las etapas).
Pueden subrayarse dos puntos.
Uno tal vez esté ya abundantemente claro: aduanas, tasas y similares, colocadas en fronteras políticas, son gravámenes impuestos completamente al azar en el flujo de bienes y servicios a lo largo de la estructura de capital hasta la etapa de consumo final. De esto se deduce que las políticas de libre comercio son en realidad sencillamente un reconocimiento de esta realidad establecida: la estructura de producción que genera productos finales es una formación global. Los pueblos del mundo ya están unidos. Les queda perder sus cadenas gubernamentales.
En segundo lugar, la estructura de capital muestra una continua y creciente cooperación e interdependencia de las acciones de los pueblos: el continuo desarrollo y expansión de la “división social del trabajo”, en una de las expresiones favoritas de Mises. Así que afirmar que cuando la gente mueve productos a través de fronteras políticas, esto implica un “antagonismo inherente” es alejarse de la realidad.
Cambio y antiguos suministradores
Suministros aumentados y más diversos de ropa de China son parte de un crecimiento mayor en productos finales. Al encontrar mayores suministros de ropa a precios menores, muchas familias sencillamente compran más. Otras también aprovechan la oportunidad para comprar más de otros bienes y servicios. Algunas familiar también aumentan sus ahorros (aunque modestamente); otras son felices al ver que pueden dejar sin tocar sus ahorros. Así que la oferta de más ropa y más barata se une a una oferta algo mayor de otros productos. Antes de que ocurriera esto, todo lo que estaba disponible eran cantidades menores de ropa, con menos variedad, a precios mayores.
Exactamente el mismo tipo de situación se da en la oferta de servicios profesionales de la India. Los usuarios pagan ahora una fracción de lo que pagaban antes. Naturalmente, compran más o si no compran otras entradas y aumentan o diversifican sus productos. Muchos rebajan sus propios precios. Y las ondas siguen extendiéndose. Y de nuevo, en el status quo ante, todo lo que podía encontrarse eran menores cantidades de servicios a precios mucho mayores.
Debido a estos cambios concretos, algunas empresas estadounidenses, antes rentables, ahora tienen pérdidas. Algunos trabajadores y profesionales están buscando nuevos empleos o ahora tienen rentas menores. Todos ellos desean naturalmente restaurar el status quo ante. Pero hay un problema político: son empresas estadounidenses las que suministran estos productos y no puede acusarse de “dumping” a las empresas de EEUU. Había que encontrar algún otro fundamento para excluir bienes fabricados en el extranjero con capital y servicios profesionales de EEUU traídos por empresas estadounidenses.
Además, solo los suministradores desplazados tienen alguna razón para preferir precios más altos y menores cantidades de estos productos concretos. Los diversos argumentos que han desarrollado los consejeros políticos se ajustan aquí perfectamente. El objetivo es invertir el flujo de salida de capital de EEUU a China e India, detener el flujo de entrada de estos bienes y servicios y así volver a estos productores sin éxito a su antigua posición rentable y de altos ingresos. Pero eso no se puede hacer. Las circunstancias bajo las que estas empresas y gente fueron una vez prósperas se han ido para siempre. Deben ahora tener éxito en las nuevas circunstancias que ahora prevalecen, que a su vez cambiarán…
También se usa la “creación de empleo” para defender la exclusión de bienes y servicios proporcionados desde el extranjero con capital de EEUU. Pero limitar o detener esos flujos de entrada solo ayudaría a aquellas empresas y trabajadores desplazados por estos nuevos desarrollos. Hay alrededor de ocho millones de personas registradas como paradas en EEUU actualmente. Ayudarlos significa crear más trabajos en todas partes. Esto implica otro tipo de obstáculos políticos. Apesta incluir aquí al “libre comercio”.
El famoso (o infame) déficit comercial estadounidense
Un último asunto relacionado: el déficit comercial de EEUU y las importaciones de capital de EEUU. Se nos dice:
Debido al outsourcing, la producción offshore y la caída en el empelo en manufacturas, los estadounidenses hoy importan bienes de consumo y tienen un déficit comercial. Así que aumentan las rentas de los extranjeros. Para cubrir el déficit, los estadounidenses vender activos productivos, por valor de billones de dólares. Así que las rentas presentes y futuras abandonan el país. La mayoría del flujo de entrada de capital consiste ahora en inversiones de cartera, es decir, compra de activos existentes: acciones, bonos, propiedad inmobiliaria. La inversión directa (que crea empleos) es solo una pequeña parte del total. Así que el flujo de entrada del capital realmente representa consumo de capital estadounidense.
Algunas observaciones:
- Las importaciones de EEUU abarcan el rango completo de productos industriales; los bienes de consumo identificables son solo en torno a una cuarta parte del total (los productos industriales están bastante claros en la estadística, los productos de consumo, no siempre). Unas tras cuartas partes de todas las importaciones son para fines de producción. Así que el déficit comercial no es análogo a una persona que vive por encima de su renta y vende activos para cubrir la diferencia. La analogía es más bien con la persona que obtiene a crédito bienes de producción.
- Inversión en cartera: Se sabe de empresas que emiten acciones en bolsa. Cuando los inversores extranjeros compran estas acciones, hacen disponibles directamente fondos de capital para la empresa. Cuando los extranjeros compran acciones “antiguas”, al menos parte de estos fondos irán a nuevas emisiones, en uno o más puntos a lo largo de la cadena de vendedores. Así que la cartera extranjera se añade, directa o indirectamente, a los fondos de capital de las empresas de EEUU. (También los inversores estadounidenses hacen inversiones de cartera en el exterior, por supuesto).
- Hasta aproximadamente 1980, EEUU tenía un superávit por cuenta corriente y por tanto exportaba capital al resto del mundo. Por tanto, necesariamente, el resto del mundo tenía un déficit por cuenta corriente y un superávit en cuentas de capital frente a EEUU. Desde entonces, la situación se ha invertido. El porcentaje de ahorro indudablemente ha caído, pero la acumulación de capital ha crecido enormemente en Europa Occidental. Parte de este ahorro se está invirtiendo en oportunidades de producción en EEUU. Por tanto, EEUU tiene ahora un déficit por cuenta corriente e importa capital del resto del mundo. Nada permanece.
Y esta situación no es necesariamente el fin de la civilización tal y como la conocemos. Australia ha tenido un déficit por cuenta corriente y ha importado continuamente capital desde la década de 1860. Florecimos.
Publicado el 23 de marzo de 2004. Traducido del inglés por Mariano Bas Uribe. El artículo original se encuentra aquí.