Ciclos y precios relativos

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El resultado de una apuesta entre Robert Murphy y David Henderson, realizada en 2009, acerca del impacto de la flexibilización monetaria sobre la inflación medida se ha convertido en la base para más ataques a la economía austriaca por DeLong y Krugman. La apuesta:

En algún momento entre ahora y enero de 2013, si hay un aumento año a año en el IPC ajustado estacionalmente que sea al menos del 10%, pagaré a Bob 500$. Si llegamos a enero de 2013 y no ha habido ningún tramo de 12 meses en los que se haya producido lo anterior, entonces Bob me pagará 500$ en ese momento.

Aunque Robert Murphy puede defender bien, y es muy probable que lo haga, la posición austriaca, Mario Rizzo, en ThinkMarkets, respondiendo a esta crítica injustificada de la teoría austriaca del ciclo económico (TACE) basada en una comprensión defectuosa de la teoría real, ha proporcionado un comentario muy interesante sobre la TACE y la actual recesión y recuperación en su post del 31 de diciembre, “Clarifications of the Austro-Wicksellian Business Cycle Theory”, Rizzo advierte apropiadamente:

La teoría fundamentalmente trata del “punto superior de inflexión” en el ciclo: es una teoría sobre por qué debe acabar un auge inducido por el crédito. No es una teoría, para lo bueno y lo malo, acerca de los factores “secundarios” que se desarrollen tras la quiebra del auge.

No es el primer intento de Rizzo de proporcionar un análisis austriaco de este episodio más reciente de auge-declive. Los lectores de Mises Daily pueden recordar la aplicación de Rizzo en 2009 de la TACE a los acontecimientos que llevaron al declive de 2007: “The Misdirection of Resources and the Current Recession”.

Un pasaje destacado de la primera contribución:

Como microeconomista [las cursivas son mías], quiero sin embargo destacar los temas de asignación de recursos que caracterizan tanto la situación actual como sus causas subyacentes. Lo hago porque la forma macroeconómica de pensar normalmente ignora todo esto. Al hacerlo, ignora la complejidad de nuestro sistema y genera políticas que no producirían una recuperación duradera.

El profesor Rizzo indica y refuerza lo que es un punto clave en la obra de Hayek sobre teoría monetaria y del ciclo: la naturaleza microeconómica del problema. Esta naturaleza microeconómica NO se refleja en modelos macro altamente agregados, ni siquiera en los supuestamente con base micro. A todos esos modelos les falta una teoría de capital para entender claramente la fuente del problema y la clave para la recuperación.

Hayek hizo constantemente esta argumentación en su conferencia en Cambridge en enero de 1931 (publicada en Vol 8 of Hayek’s Collected Works, Business Cycles Part II), a lo largo de su presentación en la London School of Economics (LSE) en enero de 1981 “The Flow of Goods and Services” (también publicada en Vol 8 of Hayek’s Collected Works, Business Cycles Part II), que era un escrito invitado para celebrar el 50 aniversario de sus clases en la LSE en 1931, que se convirtió en Prices and Production (reimpreso en Prices and Production and Other Works). De “The Flow of Goods and Services” (sin número de página, este libro es parte de mis primeros experimentos con e-books y Kindle Fire):

Estas conferencias [la de Cambridge y P&P de 1931] fueron asimismo la primera ocasión en la que hice uso de lo que se convirtió en el principal tema de mi trabajo posterior, un análisis de la función de señal de los precios como guía de la producción, una idea que expuse sistemáticamente por primera vez unos pocos años después en mi discurso presidencial al London Economic Club, “Economics and Knowledge”. Desde entonces se ha venido haciendo más esencial en mi pensamiento sobre teoría económica.

“Economics and Knowledge” fue pronunciada en noviembre de 1936 y publicada originalmente en Economica, vol. 4, 33-54 en febrero de 1937 y posteriormente reimpreso como Capítulo 2 en uno de mis libros favoritos de Hayek, y creo que uno de los más importantes, Individualismo y orden económico.

El texto de ambas conferencias (Cambridge 1931 y LSE 1981) aparece impreso por primera vez en el volumen 8 de The Collected Works of F.A. Hayek. Ambas merecen ser leídas, especialmente con tanto énfasis erróneo actual en el gasto en consumo (y gasto público) como clave para la recuperación y la renovación del crecimiento económico y la prosperidad.

La conferencia de Cambridge es la ubicación de la historia de Joan Robinson sobre una discusión entre Richard Kahn y Hayek, que pretendía desacreditar a Hayek. La discusión fue reportada por primera vez por Joan Robinson (Joan Robinson, 1972 Richard T. Ely Lecture) casi cuarenta años después del hecho, después de afirmar “Recuerdo muy bien la visita de Hayek a Cambridge en su camino hacia la London Schoo”. Para Robinson:

R. F. Kahn (…) preguntó en tono confundido:

“¿Opina que si salgo mañana y compro un abrigo nuevo, eso aumentaría el desempleo?”

“Sí”, dijo Hayek, “pero”, apuntando sus triángulos en la pizarra, “haría falta una explicación matemática muy larga para explicar por qué”.

Kahn en 1984 (The Making of Keynes’ General Theory, Mattioli Lectures, Cambridge University Press, 1984) repite la anécdota, pero hay algo extraño en el relato de Kahn (p. 182), entonces casi 50 años después del hecho. Utiliza exactamente las palabras de Robinson al describir la discusión (la pregunta de Khan y la respuesta de Hayek) y luego cita en una nota a pie de página: Robinson, Contributions to Modern Economics (1978, pp. 2-3).

El reportaje de este “intercambio” fue usado por los críticos extremos de Hayek para hacer que este pareciera ridículo. Más recientemente, los críticos modernos de Hayek han repetido la discusión para el mismo fin. Para ejemplos concretos, ver a Robert Skidelsky en un debate con George Selgin en la LSE discutiendo sobre Hayek frente a Keynes y un post del blog de Brad DeLong. El argumento más ridículo no es eld e Hayek. Es en realidad la postura de que el gasto en consumo, y no la producción, crea riqueza y prosperidad. Patrick Barrington, en “I Want to be a Consumer” (publicado originalmente en Punch (25 de abril de 1934) y reimpreso en Hazlitt The Failure of the “New Economics”, pp. 133-134), se reía mucho de los “economistas” que defendían “la compra de abrigos” para arreglar la recesión (el poema está disponible aquí)

Hayek siguió siendo un crítico del gasto en consumo como estímulo. De Unemployment and Monetary Policy: Government as Generator of the Business Cycle (p. 42):

Debemos sin duda esperar que la recuperación llegue de un reavivamiento de la inversión.

Advierte luego que una vuelta al crecimiento sostenible y el alto empleo es improbable si se adoptan políticas erróneas:

Ni la subvención de la inversión ni los tipos de interés artificialmente bajos es probable que consiga esto. Y mucho menos la deseable (es decir, estable) forma de inversión producida estimulando la demanda del consumidor [las cursivas son mías].

Desgraciadamente, se adoptaron estas políticas en la mala dirección, pero populares. Los fracasados paquetes de estímulos orientados al consumo de 2001, 2008, 2009 y el más reciente fracaso de la reducción temporal de la tasa de seguridad social para generar crecimiento, refuerzan la postura de Hayek y la sátira de Barrington.

Rizzo proporciona un importante recordatorio de lo que implica la teoría austriaca respecto de la actual política monetaria. Para Rizzo:

La teoría austriaca se basa, no en un efecto catalizador de la inflación subyacente o la general, sino en cambios en precios relativos que hacen que los recursos se asignen en formas en último término insostenibles. (…)

Esto es especialmente importante en las primeras etapas de la recuperación cuando hay tanto capacidad no usada y el pesimismo inversor previo de que la expansiones en crédito bancario (no nos referimos a moneda base) puede estar volviendo a niveles sostenibles y la inflación en su sentido habitual es improbable. Sin embargo, al evolucionar la recuperación, hay un peligro de que el mantenimiento de los bajos tipos de interés por el banco central para periodos largos pueda inducir a un carácter distorsionado de la inversión, aunque la cantidad total de inversión medida en toda la economía no se haya recuperado.

Lo importante es que, para Hayek, la inversión no es un fenómeno homogéneo. Importa dónde está la inversión (es decir, en etapas más o menos lejos del consumo). No toda la inversión debería analogizarse con una simple inversión en inventarios.

Lo relevante políticamente es que si el banco central decide no permitir que los tipos de interés suban hasta que la inversión agregada  recupere hasta niveles del auge, habrá esperado demasiado. El carácter de la inversión estará distorsionado. Las malas inversiones aparecerán, incluso sin inflación.

Rethinking Capital-Based Macroeconomics” de Adrian Rávier, proporciona argumento teóricos tras la advertencia de Rizzo acerca de la futura inestabilidad creada por la actual política monetaria infinita. Igual que la respuesta política al episodio de auge y declive de finales de la década de 1990 y principios de la de 2000 generço el auge-declive de 2004-2009 (ver “Hayek and the 21st Century Boom-Bust and Recession-Recovery”), el resultado más probable de la política actual es repetir un patrón de auge y declive, con las malas inversiones de cada nuevo auge destruyendo capital y retrasando las perspectivas económicas para el futuro, en relación con lo que se habría producido en una economía menos intervenida. Joseph Salerno (“A Reformulation of Austrian Business Cycle Theory in Light of the Financial Crisis”) lo resume estupendamente:

Una vez que entendemos la TACE como una teoría de la destrucción y renovación tanto de la estructura de capital como del cálculo monetario, estamos en disposición de explicar completamente los acontecimientos de la pasada década. Además, dadas las intervenciones monetarias sin precedentes de la Fed y los enormes déficits de la administración Obama, la TACE explica asimismo la naturaleza precaria de la actual recuperación y la creciente probabilidad de que la economía de EEUU se dirija hacia una estanflación del estilo de la de la década de 1970.


Publicado el 9 de enero de 2013. Traducido del inglés por Mariano Bas Uribe. El artículo original se encuentra aquí.

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