La Libertad es gratis

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La pérdida o merma de derechos individuales, siempre ocurren en nombre del grupo, sin importar que el grupo que se busca beneficiar sea menos numeroso que los individuos cuyos derechos han sido mermados o restringidos. Un grupo organizado tiene más valor político que un grupo no organizado, aunque este último sea similar o superior en número.

Los derechos individuales están expuestos en cada elección democrática, pero sobretodo quedan expuestos durante una crisis o una emergencia, ya sea real o imaginaria. Von Hayek advirtió en “Law, Legislation and Liberty” que las “emergencias han sido siempre el pretexto bajo el cual las garantías de la libertad individual se han erosionado”. Una corrida bancaria, alto desempleo, un tiroteo, un huracán, un derrame de petróleo o un accidente minero o incluso una producción de Hollywood, pueden dar lugar a la merma, restricción o pérdida de derechos individuales. Ese es el momento donde los defensores de los derechos individuales son puestos a prueba, ya que en una emergencia es más fácil que prime la emoción sobre la razón. En una emergencia la emoción hace que la gente valore menos sus derechos y está más dispuesta a sacrificarlos a cambio de la solución que ofrecen los ingenieros sociales.

La carrera para restablecer derechos se pone cuesta arriba porque hay demasiada gente que no valora su libertad ni la del resto. Hay individuos que por su posición económica y social, la pérdida de libertades del resto no les afecta, incluso no le ven mayor sentido a restablecer una libertad perdida o mermada.

El profesor de la Universidad de Columbia, Jeffrey Sachs, critica que el libertarismo defienda la libertad pero “excluya”, según él, “otros valores”, como “La compasión, la justicia, la responsabilidad cívica, la honestidad, la decencia, la humildad, el respeto, e incluso la supervivencia de los débiles, pobres y vulnerables”. El problema de Sachs es que no ve la línea divisoria entre la sociedad civil y el Estado. Él cree de verdad que la compasión, la justicia, la responsabilidad cívica, la honestidad, la decencia, la humildad y el respeto, son valores que nacieron con el Estado y que sólo el Estado puede lograr que los individuos sean compasivos, decentes, respetuosos, humildes y honestos, dándole al Estado un poder casi sobrenatural sobre los valores de la sociedad.

El Estado no puede obligar a nadie a tener valores morales, por algo existe una separación entre Estado e Iglesia, pero los intelectuales creen que esa línea divisoria sólo rige para rezar en lugares públicos.

Aunque sea difícil de creer, existen más intelectuales que piensan como Jeffrey Sachs que los que piensan como von Hayek, y en momentos de crisis, es más probable que triunfen las ideas de Sachs a que triunfen las ideas de von Hayek, de lo contrario, las políticas keynesianas adoptadas por FDR durante la Gran Depresión, no hubiesen sido aceptadas por el electorado estadounidense.

Una merma, restricción o pérdida de derechos, puede ocurrir en algunos días, meses o años, pero ineludiblemente lleva más tiempo restablecer un derecho que mermarlo o eliminarlo. Esa la manera que tiene la naturaleza de prevenir a los humanos de tomar malas decisiones. Es por esto que, aunque los derechos naturales como la libertad, sean gratis, una vez perdidos el costo de recuperarlos es prohibitivo.

Véase también el libro “La libertad es gratis” de Francisco J. Salinas en Amazon.com.

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