Consejo para jóvenes trabajadores desempleados

0

Estamos ahora en el quinto año de un muy convulsionado mercado laboral para jóvenes trabajadores. Las últimas cifras de desempleo les dejan, una vez más, fuera de los cargos ofertados. Ni siquiera el boom de empleos temporales les ha incluido.

Estados Unidos tiene una de las tasas más altas de desempleo entre jóvenes de 20 a 26 años de edad, en el mundo. Cerca de la mitad del ejército de desempleados de Estados Unidos está por debajo de la edad de 34 años. En cuanto a aquellos que son contratados, hay una enorme brecha entre las expectativas salariales y la realidad de su nómina, que es justamente aquello que podemos esperar en un mundo post-boom. En la encuesta realizada por Accenture encontramos que más del 41% de los recién graduados de Estados unidos están desilusionados, subempleados y no usan sus títulos universitarios en el trabajo.

Esta joven generación se enfrenta a retos que la mayoría de las personas vivas jamás han visto. Esta situación requiere nuevas estrategias de adaptación.

Lo que sigue a continuación, es mi carta de asesoramiento para estos jóvenes trabajadores.

Queridos jóvenes trabajadores:

Aun cuando no fuera por el estancamiento económico, ustedes se enfrentarán a un mercado difícil. Esto se debe a que se presentan ante el mercado de trabajo con las manos prácticamente vacías. Hace mucho tiempo, nuestra sociedad decidió que era mejor, para ustedes, sentarse en mesas durante 16 años, en lugar de darles alguna experiencia real de trabajo que les permitiera ser contratados más adelante.

Incluso si fuera legal que ustedes trabajaran cuando están en condiciones de hacerlo, desde los quizás 12 o 13 años, el gobierno ha impuesto leyes de salario mínimo que fijan su precio fuera de los valores de mercado. Entonces se les dice que si se mantienen en la escuela, obtendrán un gran trabajo, altamente remunerado, justo al salir de la universidad. Luego resulta que los empleadores no están interesados en ustedes. Comienzan a sentir que los empresarios creen que tienen muy pocas habilidades comercializables y no existe evidencia de una predisposición a producir.

He aquí la raíz del problema: La gente ha estado mintiéndoles toda la vida. De niños fueron alimentados repetidamente con consignas acerca de la igualdad de todos. Los impulsos que sentían para competir y ganar fueron suprimidos de sus juegos infantiles, mientras el compartir y cuidar de los demás era exaltado por encima de todos los demás valores.

Entonces, en algún momento, entre los 7 y los 10 años, algo cambió. Todo eso de compartir y cuidar a otros terminó y dio inicio al mundo del “perro-que-come-perro”. Se empezó a esperar que obtuvieran las mejores calificaciones, que destacaran en matemáticas y ciencias, que fueran perfectamente obedientes, que permanecieran en la escuela el mayor tiempo posible. Les dijeron que si hacían esto, todo les saldría bien.

Esto funciona para algunos. Pero solo una pequeña minoría de personas están dispuestas tanto al cumplimiento como al aprendizaje de memoria. E incluso para esas personas, son pocas las que ven cumplirse lo que les fue prometido. En cuanto al resto, no existe ningún plan en marcha. De aquellos que pasan inadvertidos, se espera que salgan adelante, por su cuenta, de alguna manera.

¿Cómo lo lograrán? Todo se reduce a un trabajo remunerado. Y ahí está la barrera a la que se enfrentan en este momento. Desean y buscan alguna institución que valore aquello que pueden aportar. Pero no logran encontrar donde encajar.

¿Consideren por qué contrata un empresario a un empleado? Lo hace en base a la creencia de que la empresa va a ganar más dinero con este nuevo empleado que sin él. La empresa le paga a usted, usted realiza un trabajo y, como resultado, hay una rentabilidad mayor.

Pero, piense en lo que esto significa. Usted debe añadir más valor del que toma. Por cada dólar que gane, deberá hacer posible que la empresa gane ese dólar más un beneficio extra. Esta tarea no es fácil. Las empresas tienen costos que cubrir además de su salario. Por ejemplo, las regulaciones gubernamentales obligan a las empresas a disponer de seguros. Usted deberá ser entrenado. Habrá costos asociados a programas de salud. Hay imprevistos a tener en cuenta. Todo esto se suma a la carga que debe asumir la empresa que ahora ve incrementar sus costos contratándole a usted.

Todo esto significa que deberá aportar más valor de lo que piensa. ¿Por qué es tan complicado acceder a un trabajo con salario mínimo? Porque es difícil que un trabajador sin experiencia merezca que le paguen tanto. El empresario tiene que extraer el mayor valor posible de su relación con usted para que ésta sea posible. Esto no puede suceder de inmediato porque probablemente usted haga perder dinero a la empresa en sus primeros meses en su empleo simplemente por su falta de experiencia. Terminará haciendo malabares como un loco para justificar su salario.

Si ya comprende esta norma (que usted debe aportar más valor del que toma), sabe ahora más que la gran mayoría de jóvenes trabajadores. Y esto le proporciona una gran ventaja. Mientras todos los demás están quejándose por la carga de trabajo y los bajos salarios, usted puede ahora entender el por qué debe esforzarse más y sentirse feliz por ello. Usted está produciendo más para la empresa de lo que toma de ella. Hacer esto de forma consistente es la manera de salir adelante. De hecho, es la clave de la vida.

Sin embargo, a fin de progresar, usted debe ser, en primer lugar, un jugador. De poco sirve sentarse y esperar por el trabajo ideal y el salario adecuado. Olvídese de todas sus expectativas. Si algo, cualquier cosa, se presenta, debe lanzarse sobre ello de inmediato. Ningún trabajo es insignificante a pesar de lo que le han dicho. El objetivo es entrar en el juego. Sí, usted tiene expectativas mucho más altas para su salario y estas se podrán cumplir algún día. Pero todavía no.

El primer paso es entrar en el juego con algún salario, en algún lugar. El temor a que este trabajo, cualquiera que sea, no está a su nivel, es una seria fuente de sufrimiento personal. Aquellos que están dispuestos a sacar adelante los trabajos de más baja categoría son las personas que obtendrán una buena vida para sí mismos. El hecho de que usted perciba ese trabajo como despreciable no significa que no sea útil a los demás y, sobre todo, en última instancia, a usted.

Usted aprende de cada trabajo que tiene. Aprende a interactuar con los demás, cómo funciona un negocio, cómo piensa la gente, cómo piensan los jefes y cómo lograron aquellos salir adelante en comparación con los que fracasaron. Trabajar es un tiempo para el aprendizaje tan bueno o mejor que el de la escuela.

El mayor temor de la gente es que su trabajo, de alguna manera, defina su vida. Por ello concluyen que un trabajo en las estanterías de Wall-Mart les redefinirá o les rebajará de nivel con respecto a quienes son. Esta idea es totalmente falsa. Este trabajo es un ladrillo de sus cimientos.

A fin de obtener cualquier tipo de trabajo, deberá hacer algo más que entregar un currículum o enviarlo adjunto en un e-mail. Tiene que sobresalir del montón. Esto significa que tiene que venderse como un producto. Tiene que venderse a sí mismo (y el marketing es el rasgo menos apreciado y sin embargo el más crucial de todos los actos comerciales). Esto no es degradante; es una oportunidad. Averigüe todo lo que pueda de la empresa y sus productos. Después de entregar su solicitud tiene que volver una y otra vez, conocer a los gerentes, conocer a los propietarios, todo con el objetivo de mostrarles cuánto valor añadido aportará a su empresa.

En este nuevo trabajo, el éxito no es difícil, pero requiere disciplina. Solo tiene que seguir unas simples reglas. Nunca llegue tarde. Haga antes que nada cualquier cosa que su supervisor inmediato le haya solicitado. Hágalo mucho más rápido y concienzudamente de lo que él o ella esperan. Cuando haya finalizado, haga alguna cosa que genere valor añadido al entorno. Nunca se queje. Nunca cotillee. Nunca tome parte en la rivalidades de la oficina. Sea un empleado modelo. Este es el camino para prosperar.

No es sólo acerca de añadir valor a la empresa. Se trata de añadir valor a uno mismo. La era digital nos ha dado asombrosas herramientas para la acumulación de capital personal. Obtenga una cuenta en Linkedin y adjunte su trabajo a su identidad personal. Inicie la elaboración de esa red esencial. Esta red es algo que crecerá a lo largo de su vida, comenzando ahora y durará hasta el final. Puede ser el bien más valioso que posee aparte de su carácter y habilidades. Tome posesión de su experiencia laboral y haga que forme parte de usted.

Mientras realiza este excelente trabajo, necesita tener en mente dos posible vías de futuro, cada una de ellas igualmente viable: progresar en esta empresa o cambiarse a otra compañía. Tiene que ir por aquella que represente sus mejores oportunidades. Nunca deje de buscar su próximo trabajo. Esto es así ahora y lo será a lo largo de su vida.

Un gran error que comete la gente es atarse emocionalmente a una institución. La ley fomenta esta actitud vinculando todo tipo de ventajas para el statu quo del trabajo que tiene actualmente. Recibe beneficios por salud, tiempo libre, incrementos salariales programados, y siempre es más fácil mantenerse en lo que conoce. Pero hacer esto es un error. El progreso viene a través de alteraciones novedosas y algunas veces tiene que reinventarse a sí mismo para que ese progreso ocurra.

Estar dispuesto a renunciar a la seguridad de su actual empleo a pesar de la incertidumbre de otro nuevo le da una ventaja. En promedio, las personas a su alrededor  sacrificarán todo principio y toda certeza en aras de la seguridad. A la gente, con pocas excepciones, le asusta la incertidumbre ante un futuro desconocido más que la aparente seguridad de un statu quo conocido. Ellos entregarán cada uno de sus derechos y hasta el último pedazo de su alma a cambio de la promesa de seguridad – ya sea a través de una nómina o un oficial de policía armado – aunque los lleve a la miseria personal o a obedecer a un tirano (bien sea su jefe o un dictador). Usted puede liberarse de esta tendencia, pero requiere coraje, correr riesgos y asumir conscientemente el desafío a lo convencional.

Debe verse como una unidad de producción que está disponible siempre en el mercado laboral. Puede pasar de una institución a otra mejorando continuamente sus habilidades y por ende su salario. No tema nunca intentar algo nuevo o adentrarse en un nuevo ambiente laboral.

Una inteligente gestión de finanzas es ahora crucial. No viva nunca al nivel que le marcan sus actuales ingresos.  En vez de eso, su nivel de vida debe ser acorde a esa  próxima mejor oportunidad de empleo, el que tendrá a continuación o bien aquel que podría aceptar seguidamente. Si se atiende a esta práctica – y esto requiere disciplina – será libre para elegir donde trabajar y para asumir un riesgo mayor. Deberá crear un colchón por si algo sale mal.

Al mismo tiempo, puede haber ventajas en mantenerse en un solo lugar aunque a su alrededor estén cambiando de aquí para allá. Aún si esto ocurre, debe continuar viéndose a sí mismo en el mercado. Se gestiona a sí mismo. No se sienta en deuda con nadie, pero entienda también que nadie le debe nada a usted. Ésta es la única vía para formar juicios claros sobre el desarrollo de su carrera. En cada trabajo, aprenderá mucho acerca de la ética humana, de psicología, emociones y comportamiento. La mayor parte de lo que aprenderá será revelador y motivante. Algunas experiencias, sin embargo, no serán agradables y podrán resultar un duro golpe.

En primer lugar, usted descubrirá que la gente es muy reacia a asumir sus equivocaciones. Las personas defenderán una opinión o unas medidas hasta el final, aun cuando cada pizca de lógica y toda la evidencia esté en contra. Una disculpa sincera, así como una verdadera admisión del error o falta cometida, son de lo más raro en este mundo de hoy. No tiene ningún sentido exigir disculpas o dejarse dominar por el resentimiento cuando estas no son dadas. Siga adelante. Tampoco puede esperar ser recompensado por haber hecho lo correcto. Por el contrario, las personas frecuentemente se sentirán molestas con usted y tratarán de derribarle.

¿Cómo lidiar con este problema? No se frustre. No busque justicia. Acepte la realidad como es. Si un trabajo no resulta, siga adelante. Si le despiden, no busque venganza. El enfado y el resentimiento no conseguirá nada. Céntrese en las metas fijadas para su avance personal y profesional y vea todo lo que interrumpe su progreso como una perturbación y distracción.

En segundo lugar, todos queremos creer que el realizar un gran trabajo y volvernos excelentes en algo nos conducirá a nuestra recompensa. Esto no siempre, ni siquiera a menudo, resulta cierto. La excelencia le convierte en el blanco de la envidia de aquellos a su alrededor que han fallado comparativamente. La excelencia a menudo puede afectar sus posibilidades de éxito. Existe la meritocracia, e incluso predomina, pero la alcanzará a través de su iniciativa y nunca le será concedida libremente por un individuo o una institución. Todo progreso social y personal se produce por su esfuerzo individual a pesar de los intentos, de quienes le rodean, por detenerle.

En tercer lugar, las personas tienden a actuar de acuerdo con lo preestablecido y prefieren seguir órdenes e instrucciones; la mayoría de la gente no puede imaginar cuán diferente sería el mundo a su alrededor a través de la iniciativa y el cambio. Si puede adiestrarse para imaginar un mundo que todavía no existe – ejercitar el uso de la imaginación y la creatividad en un marco comercial – puede convertirse en la persona más valiosa de su entorno. Estará entre los que pueden ser verdaderos empresarios/capitalistas. Podrá, incluso, cambiar el mundo.

Al desarrollar y utilizar estos talentos, y haberse vuelto más valioso para aquellos a su alrededor, recuerde que no es infalible. Los mercados castigan el orgullo y la arrogancia  y recompensan la humildad y el entusiasmo. Alégrese por sus éxitos, pero nunca deje de aprender. Siempre hay más por aprender, porque el mundo está cambiando continuamente, y ninguno de nosotros puede saber todo de todas las cosas. La clave para prosperar en esta vida es estar preparado no solo para cambiar con ella sino para colocarse al frente de esos cambios y dirigirlos.

Desde donde está ahora, desempleado, con pocas opciones, su futuro puede parecerle desesperanzador. Esta percepción es desacertada. Existen barreras, sin duda, pero están ahí para ser superadas por usted y sólo usted. El mundo no funciona como le habían dicho que funcionaba cuando era niño. Enfréntese a esto y empiece a asumir la realidad a su alrededor tal y como es, de forma inteligente, con ingenio y carisma. Usted es quien toma las decisiones y, en última instancia, tanto el éxito como el fracaso, dependerá de la decisión que tome.

En muchos sentidos, usted es víctima de un sistema que ha conspirado en su contra. Pero no llegará a ningún lado actuando como una víctima. Usted posee libre albedrío y la capacidad para auto gobernarse, de hecho, tiene el derecho humano a elegir. Hoy es el día para empezar a ejercerlo.


El original se encuentra aquí. Traducido del inglés por José Manuel García.

Print Friendly, PDF & Email