Cómo la Fed causa auges y declives en Sudamérica

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¿Qué le llevó a su interés inicial por la Escuela Austriaca?

Nicolás Cachanosky: Mi interés inicial por la Escuela Austriaca provenía de mi padre, que hizo su doctorado bajo la tutela de Hans Sennholz sobre “Los defectos del análisis matemático en economía”.

Mi interés por la economía se inició durante el bachillerato y mi padre me dio libros de Hazlitt, Hayek, Mises y Rothbard. El verano de mi graduación me trajo mi primera copia de La acción humana. La leí por primera vez durante el verano antes de ir a la Pontificia Universidad Católica Argentina para licenciarme en economía.

Cuando acabé mis estudios de licenciatura hice mi Máster en Ciencias Económicas y Políticas en ESEADE, la institución académica austriaca/de libre mercado de Argentina. Después de dos años estudiando con Martin Krause, Gabriel Zanotti (que fue mi tutor) y otros miembros de la facultad, pasé a la Universidad de Suffolk y escribí mi tesis dirigida por Ben Powell.

Ahora me voy a la Metropolitan State University de Denver, donde enseñaré macroeconomía y dinero. Espero continuar con el trabajo de John Cochran (mimebro sénior del Instituto Mises y miembro emérito de la facultad del MSUD) y trabajar junto a Alex Padilla (investigador asociado del Instituto Mises) en su Explore Freedom Project.

Los austriacos han señalado a menudo cómo los bancos centrales  causan internamente el ciclo de auge y declive. Pero en investigaciones recientes, usted señala cómo ha contribuido la Reserva Federal a auges insostenibles en Latinoamérica.

Nicolás Cachanosky: Si datamos el primer tratamiento de la teoría austriaca del ciclo económico (TACE) en la Teoría del dinero y del crédito (1912) de Mises, entonces han pasado cien años. Cabe esperar que algunas de las suposiciones empíricas que realizaban Mises y Hayek a principio del siglo necesiten revisión.

La institución monetaria implantada es una de esas suposiciones. El mundo ya no está bajo el patrón oro, sino bajo divisas fiduciarias. Esto significa dos cosas. Primero, como los tipos internacionales e interés son definidos por los grandes bancos centrales, las economías grandes producen efectos sobre las economías pequeñas.

Segundo, con divisas fiduciarias, tenemos más de una divisa. Esto significa que hay un nuevo precio a tener en consideración, el tipo de cambio exterior. Si tenemos un nuev precio, las distorsiones del mercado producidas por un gran banco central se canalizan a través de dos variables, no de una. A través del tipo de interés, como es usual en la versión canónica de la TACE, y a través de tipo de cambio, lo que significa un cambio en el precio relativo de lo no exportable respecto de lo exportable.

Por ejemplo, ¿podría ser que parte del crecimiento de China producido por la exportación sea un auge insostenible que se vea impulsado por la política monetaria laxa de la Reserva Federal más la decisión del banco central de China de ligar su divisa al dólar de EEUU?

¿Cuáles son algunas áreas concretas en las que esto ha tenido su mayor impacto?

Nicolás Cachanosky: Si se mira a los países de Latinoamérica, se ve que las industrias más indirectas (de capital intensivo y enfocadas al futuro) son más sensibles a la política monetaria de EEUU que las menos indirectas. No creo que sea una coincidencia que las dos mayores crisis económicas en Latinoamérica en los últimos 60 años ocurrieran después de los dos periodos más largo de política monetaria laxa de la Fed: a principios de la década de 1980 y en 2009, después de la crisis subprime.

Por ejemplo, industrias como minas y canteras son más sensibles a la política monetaria de EEUU que, por ejemplo, la intermediación inmobiliaria. Las predicciones patrón de la TACE valen para Latinoamérica y la política monetaria de la Fed.

Denos una visión general del sector bancario en Latinoamérica. ¿Están ahora mismo los bancos centrales siendo más restrictivos o, como el Banco de Japón y la Reserva Federal, se están dedicando al activismo monetario?

Nicolás Cachanosky: Es difícil de decir porque hay mucha variedad. Lo importante es lo que impulsa su activismo. Es esencial si un banco central es independiente de las necesidades del Tesoro. Algunos bancos centrales en Latinoamérica, como los de Chile, Colombia y Brasil han estado ganándose el respeto en tiempos recientes. Otros, como el argentino y el venezolano, están al servicio del gobierno.

Lo que no pueden hacer los bancos centrales es evitar los efectos del activismo de los grandes bancos centrales. Cuando la Reserva Federal decide rebajar sus tipos de interés entre 2002 y 2007, el banco central en cualquier de ambos países tiene que tomar una decisión bajo dichas circunstancias. Los países latinoamericanos, que habitualmente tienen grandes sectores económicos que dependen de la exportación de materias primas se sienten muy obligados a expandir su oferta monetaria y mantener estables sus tipos de cambio. En este sentido, el activismo de los países latinoamericanos depende del activismo de los grandes bancos centrales.

Por supuesto, la política económica estadounidense no puede ser el único reto para las economías latinoamericanas. ¿Cuáles son otros impedimentos para que la región  tenga un crecimiento sostenible?

Nicolás Cachanosky: El problema subyacente de la región en general es su ideología anti libre mercado enraizada en el populismo político, tan bien representada por Hugo Chávez y los Kirchner. Los resultados de sus políticas están claros para cualquiera que quiera verlos. La mayoría de los problemas económicos dependen en último término de esta base cultural. El populismo es una vía muy peligrosa a tomar con consecuencias muy dañinas y duraderas.

Hablando en general, ¿están arraigando las ideas de libre mercado en la región?

Nicolás Cachanosky: No es fácil decirlo, porque algunos países se han hecho más prósperos y libres y otros menos prósperos y menos libres. Algunos países, como Argentina, Venezuela, Ecuador y Bolivia muestran economías y libertades civiles reprimidas. Pero otros países, como Chile, Colombia, Perú y Paraguay, lo están haciendo mucho mejor.

Aún sigo confiando en que la visión general de la región mejorará en los próximos años, especialmente si los países más libres no cambian su rumbo. Países como Argentina y Venezuela están mostrando fuertes manifestación de oposición a los políticos actualmente en el poder. No puedo decir con seguridad que esto se base en ideas de libre mercado; probablemente sea, más probablemente, contra el mal desempeño económico y la falta de libertad que sienten los ciudadanos cada día sin una clara relación con las instituciones de libre mercado. Sin embargo, esta situación de protesta civil puede abrir la puerta a alguno de estos países a seguir el ejemplo chileno y entrar en una vía más estable de crecimiento y desarrollo.


Publicado el 28 de septiembre de 2013. Traducido del inglés por Mariano Bas Uribe. El artículo original se encuentra aquí.