Como el Internet salvó a la civilización

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Recientemente termine una cargada serie de conferencias en el Simposio de Inversiones Financieras Agora en Vancouver. Todas mis conferencias se centraron en la economía de la información, comienzos de empresas web y la productividad del internet y su significado. Como es usual, aprendí tanto de quienes asistieron como (espero) ellos aprendieron de mis conferencias. La investigación que realicé para prepararme me impresionó debido al rol que la revolución digital ha jugado en nuestras vidas.

¿Qué tan grande se ha convertido? Bueno, dos mil quinientos millones de personas utilizan el internet cada día, y eso es cerca del 80% en Norteamérica, 67% en Europa y 43% en Latinoamérica.  Me imagino que el uso de África del 15.6% es en realidad un reporte por debajo de la realidad, ya que los smartphones están inundando al continente cada día mas.

Otros datos interesantes incluyen: Casi 140,000 nuevos sitios web surgen cada día, la mitad de los usuarios usan banca en línea y los usuarios de redes sociales visitan estos sitios 3.2 horas al día. Un hecho me llamo la atención, porque recuerdo un tiempo a final de los 1990s cuando los usuarios se ocupaban tanta información del internet como pudieran en CDs. Resulta que hoy, si usted intentara utilizar su ordenador para bajar todo el contenido existente, podría tomarle tanto como… prepárese… 11 millones de millones de años.

Los servicios en nube o “cloud” se han convertido en el nuevo mundo en que vivimos, por el que nos comunicamos, creamos redes, edificamos nuestras vidas profesionales y de familia, distribuimos nuestros conocimientos, aprendemos nuevas cosas y manejamos toda nuestra vida en general. La migración hacia el ¨cloud¨, se intensifica en velocidad y sustancia cada día. Si usted ve un mapa de lo que sucede, se dará cuenta de algo más. No hay una persona en particular edificando este mundo. Se construye sin diseño por medio de las decisiones individuales de las personas, de una en una las decisiones.

No puedo evitar comparar este nuevo mundo con el antiguo. El mundo antiguo era gobernado por naciones-estado, con fronteras y con planes, categorías y organigramas estrictos para todo. El nuevo mundo trasciende estados, fronteras, organigramas y planes. Es un orden espontaneo, extendido constantemente por el deseo de saber y de comunicarse de las personas. Es el ejemplo más conmovedor y hermoso en este medio, de la capacidad de las personas para organizar sus vidas ellos mismos, con la ayuda de comerciantes, programadores, promotores, emprendedores y dueños de propiedades.

El director ejecutivo de Google, recientemente lo sintetizo de esta profunda manera: “El internet es la primera cosa que la humanidad ha construido que la humanidad no entiende, el más grande experimento de anarquía que jamás hayamos tenido”.

Con “no entender”, se refiere a que ningún individuo puede comprender la magnitud, estructura o dirección de este orden que está surgiendo en nuestro tiempo. El conocimiento que lo hace posible esta descentralizado entre los miles de millones de usuarios, cada uno comprende únicamente las decisiones discretas que él o ella toma en cualquier instante. Se puede ver el todo únicamente de la forma que se puede ver una ciudad completa volando por encima de ella y viéndola hacia abajo. Su orden se logra comprender claramente. Pero desde este punto de vista, se pierden los detalles que le hacen funcionar.

Las implicaciones políticas tienen aún que ser comprendidas por esta generación. De alguna manera seguimos pretendiendo como si los gobiernos estuvieran a cargo. No lo están. Si, ellos roban, amenazan, regulan, engañan, tergiversan e intimidan. Pero finalmente, no tienen el control. Simplemente no es posible. Incluso las regulaciones más estrictas que existen en lugares como China son una burla nacional.

Si la gente realmente entendiera las implicaciones de la subida del orden global en la nube digital, todos alrededor del mundo abandonarían la ilusión de que nuestros gobiernos de la era análoga pueden hacer algún tipo de contribución positiva al futuro.

Me emocionó mucho que hubiera tantas personas de antiguas generaciones que asistieron a mis charlas y prestaron atención con interés.  Hicieron muchas preguntas maravillosas. Incluso mis discusiones de temas de vanguardia como el de Bitcoin, llamaron intensamente la atención de personas mayores. Esto desafía completamente el estereotipo, el cual estoy convencido de que es falso.

Personas mayores ven a sus hijos trabajando en industrias en las que el internet es central. Les ha salvado de la soledad manteniéndoles comunicados con sus hijos, nietos y bisnietos. Ven a sus nietos comenzando negocios en la red, y ven asombrados como sus bisnietos utilizan las nuevas herramientas sin esfuerzo alguno.

Ellos ven el futuro y les emociona ver que es brillante. Ellos quieren saber que cuando dejen este mundo, dejaran atrás un mundo de esperanza y promesas. Ellos ven esperanza en este sector y eso les emociona.

A veces imagino en una historia alternativa, una en la que el internet nunca fue abierta al sector privado y no ha habido ningún avance tecnológico desde digamos 1990. Estoy bastante seguro que el entorno económico sería muy malo, más allá que cualquier cosa que hayamos experimentado en cien años. La desesperación habría arrasado la Tierra. Los gobiernos, sus impuestos, regulaciones,  manipulación monetaria y controles, habrían matado cualquier esperanza de prosperidad.

Pero eso no sucedió. Se nos dio como legado este nuevo espacio glorioso en el cual construir y vivir, y es en gran parte un lugar que los gobiernos no pueden controlar con la habilidad que en algún momento manejaron el mundo físico. La innovación esencialmente le dio a la civilización otra oportunidad para sobrevivir después que la raza humana hizo un desastre del mundo en el pasado. Espacios digitales desataron la energía creativa de la humanidad cuando los amos del mundo físico la habían casi matado.

La gente me pregunto acerca de mi optimismo. La mejor razón que puedo dar es la siguiente:

El estado quiere en todo tiempo y lugar una población desesperada, triste, sin esperanza y cabizbaja. ¿Por qué? Porque gente así no hace nada. Son predecibles, se pueden categorizar, son flexibles y esencialmente, no tienen poder. Gente así no ofrece sorpresas, no amenazan con cambio y no desestabilizan nada. Este es el mundo ideal de los burócratas, plutócratas y tecnócratas. Hace sus vidas fáciles y les da el camino libre. Hoy es tal como ayer y como mañana, por siempre. Esta es la máquina que el estado quiere administrar, un mundo de ciudadanos en condiciones desesperadas y obedientes de una sociedad que ellos creen ser dueños.

En contraste, la esperanza molesta al orden prevalente. Ve cosas que todavía no existen. Actúa sobre una promesa de un futuro distinto al día de hoy. Juega con la incertidumbre del futuro y se atreve a imaginar que los ideales se pueden volver realidad. Aquellos que piensan así son una amenaza para el régimen. ¿Por qué? Porque la gente que piensa así eventualmente actúa así. Se rebelan. Derrocan.

Aun así, vea a su alrededor: Vemos progreso por todos lados. ¿Qué implica esto? Implica que la no obediencia es la norma humana. La gente no puede ser por siempre presionada hacia un molde hecho por el estado. El futuro sucederá, y su forma se la darán aquellos que se atrevan a salirse del molde, a estar en desacuerdo y que se atrevan a tomar riesgos para derrocar en favor de aquello que puede ser.

Yo me di cuenta de todo esto hace algunos años, y cuando uno empieza a ver a su alrededor y ve como las elites de poder no pueden gobernar, uno descubre el gran secreto del orden social. Resulta que ellos realmente no tienen el control, finalmente no lo tienen. Es entonces cuando se vuelve divertido.

Es muy divertido ver al poderoso caer de los tronos cuando desean tanto permanecer sentados. Es una gran emoción tener y usar las tecnologías, tal como las conocemos, y que nadie en las elites les otorgo permiso para existir. Es alegre ver como el mercado, es decir seres humanos actuando con una visión al futuro, está constantemente remplazando a los arrogantes planeadores sociales que quieren congelar la historia, controlar nuestras mentes y arruinar nuestro mundo.

Desafiarlos es tan sencillo: Solo imagine un futuro mejor al presente. Se convierte en un enemigo del estado, y empieza a disfrutar cada minuto. Se convierte en parte de la solución y ve como su vida y energía valen la pena y como hacen diferencia. Que afortunados somos de vivir en estos tiempos.


El original se encuentra aquí. Traducido del inglés por Alex Quinones.

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