Economía austriaca e intervencionismo en Japón

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Marc Abela habla con nosotros acerca del estado de la economía austriaca y la filosofía de la libertad en Japón. Abela, canadiense de nacimiento, ha vivido en Japón durante casi 20 años y ha organizado en años recientes la Reunión Mises, en la que investigadores japoneses en la tradición austriaca se reúnen para explicar sus investigaciones. También organizó la reciente celebración del aniversario de Toshio Murata, el introductor de la economía austriaca en Japón. Abela fue uno de los fundadores del Tea Pary de Tokio y está relacionado con Japoneses por la Reforma Fiscal y otros grupos de libre mercado en Japón.

¿Cuál es el estado de pensamiento de libre mercado en Japón?

Marc Abela: El profesor Hiroyuki Okon, un economista de la Escuela Austriaca aquí, en Japón, describió una vez a Japón como un “desierto de libertad” y estoy obligado a admitir que eso es lo que es Japón hoy en día.

Japón sufre los resultados universales de los altos impuestos y la amplia variedad de problemas sociales que los siguen. Una de las evoluciones más recientes es la “tomobataraki”, o familia con doble renta. Ya no basta con una renta para llegar a fin de mes y por tanto ambos padres debe entrar en el mercado laboral.

Siguiendo los pasos de Thatcher, Reagan y Gorbachov, el primer ministro Yasuhiro Nakasone, en la década de 1980, intentó privatizar algunas industrias fuertemente nacionalizadas, como Japan Airlines, Japan Railways, Nippon Telegraph and Telephone, Japan Tobacco y Salt Corp. A principios de la década de 2000, el primer ministro Junichiro Koizumi intentó, con éxito limitado, privatizar los hinchados correos, que asimismo actúan como un banco semi-nacionalizado aquí, en Japón. Los conceptos occidentales de “libertad” siguen sin embargo siendo impopulares aquí y las acciones tanto de Nakasone como de Kaizumi solo se ven hoy en el mejor de los casos como acciones de doctores borrachos que dejaron cicatrices innecesarias en un paciente con un resfriado común.

¿Qué efecto han tenido en Japón los “20 años perdidos” en el pensamiento acerca de la economía?

Marc Abela: El pueblo japonés cada vez advierte más que la sociedad se está alejando de la sensatez y los jóvenes, gracias a Internet y todos los nuevos medios, buscan nuevas ideas. Por desgracia, no hay fuentes intelectuales ni importantes a las cuales acudir para una respuesta honrada y razonable en su propio lenguaje. Asimismo, la simple idea de que los impuestos están en la raíz de la mayoría de los males sociales que están ahora experimentando se ve por muchos como una respuesta demasiado simple como para ser adoptada. No es ninguna sorpresa, porque a los niños se les enseña desde la guardería a memorizar y repetir las tres ideas supremas de Japón: kyoiku, kinro y nouzei (educación, trabajo e impuestos).

Japón celebra este año su 2.673 cumpleaños. Tiene una historia rica, pero que ha estado dominada por emperadores celestiales y señores de la guerra autocráticos recaudadores de impuestos. Así que los últimos 20 años, con sus males sociales y económicos son más el resultado de más de 2.000 años de educación gestionada por el estado y una mentalidad militarista, que de solo errores económicos.

Los jóvenes hoy están claramente buscando una respuesta, pero ninguna fuente japonesa está ayudándoles a entender de dónde derivan los problemas. Y antes de que sean lo suficientemente mayores como para entender las cosas por sí mismos, pueden despertarse ya contratados y trabajando en algún cargo público.

Aunque es una economía altamente regulada, se nos dice que Japón disfruta de los niveles de vida más altos del mundo.

Marc Abela: La mentira está muy generalizada hoy en día en todo el planeta acerca de cuántos países consiguieron ser “muy prósperos junto con un gobierno muy grande y una economía con altos impuestos y regulaciones”. Como en el caso de Canadá y Suecia, Japón ha conseguido lograr una economía relativamente decente a pesar de la carga muy invasiva y masiva impuesta por las autoridades fiscales. Los impuestos son muy altos a todos los niveles en Japón. El tipo es del 50% para impuestos a la herencia y fallecimiento; los impuestos de sociedades llegan al 40% muy rápidamente para casi todos los negocios; cualquier renta individual decente te pondrá en el tramo del 40% y luego están los impuestos municipales, los impuestos de las prefecturas, a la propiedad, a vehículos, licores, tabaco, gasolina y otros. La lista es casi inacabable. Numerosas y abrumadoras regulaciones públicas impiden nuevas entradas en la industria y poder competir con los arcaicos mamuts corporativos conocidos como “zaibatsu” (Mitsubishi, Mitsui, Sumitomo, Yasuda y algunos pocos más), que controlar y poseen la mayoría de los sectores y hacen cambios a ritmo de glaciar. De hecho, como las regulaciones públicas son tan extremadamente altas, puede argumentarse que la mayoría de los negocios y las industrias están “nacionalizados” de hecho y se comportan como empresas de propiedad pública.

Como pasa en muchos países, las cifras que proporciona el gobierno al público acerca de la economía son falsas y cifras como el PIB, el IPC o las mediciones del desempleo son todas incorrectas o inventadas para ocultar el daño y pretender que las cosas están yendo bien cuando en realidad la mayoría de los japoneses en el sector privado están trabajando horas inhumanas. Esto genera mucha gente con exceso de trabajo, deudas batiendo récords cada año y cifras récord de suicidios. Por otro lado, a los que trabajan en el sector público les va mucho mejor y el sector público disfruta de menos horas de trabajo, una paga mayor y vacaciones generosas.

Hemos oído recientemente que el alumno de Mises, Toshio Murata sigue hablando de economía austriaca en Japón. ¿Cuál ha sido su papel en introducir allí la Escuela Austriaca?

Marc Abela: Ludwig von Mises solo tuvo un alumno  japonés mientras enseñaba en Nueva York en la década de 1950 y este alumno, Tushio Murata, se ha convertido en un brillante referente de coraje y un faro de libertad desde su vuelta a Japón. El profesor Murata asumió la valiente tarea de traducir La acción humana al japonés. De hecho, para hacer el libro más accesible a los estudiantes japoneses y permitirles comunicarse fácilmente con los extranjeros, el profesor Murata se aseguró de que cada página de la versión inglesa se correspondía con el mismo número de página en la primera edición de la versión japonesa. En otras palabras, si un estudiante japonés tenía una pregunta acerca de algo en la página 613 del libro, todo lo que tenía que decir era “página 613” y cualquier angloparlante sabría inmediatamente a qué se estaba refiriendo el estudiante japonés.

El profesor Murata también llegó a ser decano de la Universidad Comercial de Yokohama y dedicó mucho tiempo a la promoción de la obra de Mises y otros intelectuales de pensamiento similar. Pero desgraciadamente afrontó toda su vida una gran resistencia A veces directamente de sus propios alumnos) y tuvo que soportar muchas adversidades, que evidentemente limitaron su alcance. Sin embargo hoy (con 90 años) sigue dando clases diarias en las que nos habla de sus años con Mises, de sus vívidos recuerdos de vivir como un estudiantes rodeado de grandes mentes como las de Henry Hazlitt y Bettina Greaves, y de cómo sentía ser un estudiante japonés en Nueva York en el periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial. Aunque fue elegido por Mises para una beca, algunos alumnos estadounidenses aparentemente argumentaron abiertamente en contra de que se le concedieran fondos de una “veces estadounidense”, ya que era un “nacional de Japón”.

Aunque las creencias en el libre mercado no estén extendidas, sí parece haber al menos algún interés, ya que hemos visto aparecer nuevas traducciones en años recientes.

Marc Abela: La revolución de Internet y todos los nuevos medios sociales, Facebook, YouTube y Wikipedia, junto con sus equivalentes japoneses, Mixi y 2channel, han permitido crear y hacer crecer explicaciones completamente nuevas y refrescantes, aunque sean anónimas en la mayoría de los casos. Como consecuencia de Murata e Internet, los jóvenes en Japón están descubriendo la obra de la Escuela Austriaca, en buena parte a través del trabajo expansivo del sitio web del Instituto Mises. Asimismo, gracias en buena parte a Amazon, está disponible una cantidad creciente de traducciones al japonés, entre ellas libros de Hoppe, Rothbard, Mises, Rockwell y otros.


Publicado el 3 de enero de 2014. Traducido del inglés por Mariano Bas Uribe. El artículo original se encuentra aquí.

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