En un seguimiento a sus comentarios en los medios internacionales acerca del movimiento de secesión veneciano, Paolo Bernardini escribió: “Como realista político en línea con Mises (…) Rothbard, Hoppe, y los libertarios italianos Carlo Lottieri, Marco Bassani y Alessandro Vitale, concibo un mundo futuro (cercano) de estados pequeños, libres para interactuar en un mercado libre y global”. El profesor Bernardini habla con nosotros más acerca del movimiento de secesión y de qué es lo próximo en Italia y Europa.
¿Cómo se vio implicado en este movimiento?
Paolo Bernardini: Me mudé al Véneto, a la ciudad de Padua en 2001, como director del Boston University Center for Italian Studies, un trabajo que mantuve hasta 2009. Durante ocho años, me impliqué en los movimientos separatistas y al mismo tiempo desarrollé un fuerte interés por el pensamiento libertario y liberal clásico. Así que ahora, que enseño en Como, Lombardía, concibo también un futuro similar para Lombardía. En cierto modo, el mío es un separatismo frío, de orientación económica que bien podría apoyar/aplicar en cualquier otro lugar, de New Hampshire a Cataluña. Por supuesto, también desarrollé un amor por el territorio, la gente y las tradiciones del Véneto. Pasé la mayor parte de mi tiempo en Venecia, donde estoy libre para trabajar. No creo en el nacionalismo “étnico” como un factor primario para el establecimiento de nuevos estados que sean también economías fuertes y orientadas globalmente.
¿Estaban contentos con el resultado del referéndum? ¿Qué dirían a sus críticos que dicen que no son unas elecciones justas o adecuadamente realizadas?
Paolo Bernardini: Por supuesto, yo estaba y estoy contento con el resultado del referéndum. Ahora, la certificación de los votos está en marcha, pero es un proceso complicado que podría requerir más meses. Fueron unas elecciones justas y adecuadamente realizadas, solo que no se originaron en ninguna fuente pública., al contrario de lo que va a pasar en Escocia, el 14 de septiembre, y en Cataluña el 9 de noviembre. Es una expresión genuina de un pueblo y de un comité espontáneo que organizó libremente el referéndum, así que, en cierto modo, es una expresión quintaesenciada de una completa democracia. Además, el uso de un voto electrónico para fines políticos de este tipo es algo único en la historia. Gianluca Busato, líder del movimiento separatista e ingeniero, merece una mención en WIRED! Por su habilidad en hacer que todo funcione correctamente. Cerdeña, Sicilia y el Friuli han tomado nuestra experiencia y están organizando referéndums similares.
Según el derecho internacional, el derecho de autodeterminación es sagrado, pero podría haber varias maneras de ejercer este derecho y hacer que la existencia de la voluntad de un pueblo a independizarse sea reconocida pública e internacionalmente es un primer paso.
Sin embargo, dentro de otros movimientos separatistas, como “Indipendenza Veneta”, los líderes están a favor de un referéndum “público”, es decir, organizado por el Consejo Regional, como va a pasar en Escocia y Cataluña. Sin embargo, mientras que los británicos no tienen (gracias a Dios) una constitución, tanto en España como en Italia las respectivas constituciones prohíben la independencia de territorios. Esto no significa que los pueblos estén privados de libertad.
Idealmente, el derecho internacional es una fuente de derecho superior a cualquier constitución. A fortiori, el derecho natural es así. ¡Jefferson tenía mucha razón al decir que las constituciones tienen que obligar solo a una generación! ¡Y por “generación” quería decir 19 años! Los pueblos, y, a fortiori, los individuos son entidades vivas, no pueden verse obligados por letras muertas.
¿Cuáles son los orígenes ideológicos de este movimiento y quién más ha estado implicado?
Paolo Bernardini: Plebiscito.eu (el organizador del referéndum) tiene un fuerte componente liberal clásico, paro también hay otros componentes. Por ejemplo, economistas como Lodovico Pizzati, ahora en la universidad de California State, Los Ángeles, está a favor de la UE y también del euro. Pero la ideología, en cierto modo, es menos importante que el objetivo final que nos marcamos: la independencia. Siendo independiente, el Véneto sería un democracia y como tal habría partidos en competencia tratando de gobernar el nuevo estado; muchos, incluido yo, concebimos la creación de un Partido Libertario Veneciano, pues la social-democracia con varios disfraces trataría de conseguir el poder. Indudablemente, los impuestos serían menores que bajo el gobierno italiano, sea cual sea el partido gobernante. Italia es un infierno fiscal, no sorprende que esté tradicionalmente en los puestos inferiores del Índice de Libertad Económica.
¿Cuáles son las perspectivas de una victoria de la secesión?
Paolo Bernardini: Creo que nuestras perspectivas de victoria son grandes. Varios factores desempeñarán un papel positivo en el futuro cercano, ya diría que desde ahora hasta el final del año.
- La crisis económica italiana empeorará. Ya vemos el cierre de miles de negocios en el Véneto (ayer, Ideal Standard, una gran empresa de cerámica de baño, despidió a 450 empleados); los empresarios se matan a cientos; los jóvenes emigran; el desempleo llagó a cotas terribles; Italia se está convirtiendo en una pesadilla.
- Nuestros votos, los del referéndum, estarán apropiadamente certificados, por un comité ad hoc. Los resultados certificados se presentarán las autoridades, y organizaciones internacionales.
- Escocia y Cataluña tendrán sus referéndums separatistas. En el caso de Escocia, ahora las encuestas dicen que “no” y “sí” están casi empatados. En el caso de una victoria del “sí”, esto daría un impulso increíblemente fuerte a nuestro movimiento. En Cataluña, el bando del “sí” tiene tradicionalmente la mayoría.
- La UE está en una gran crisis, como quedará claro en las próximas elecciones al Parlamento de la UE. La UE podría tener todo el interés posible en mantener nuevas estados ricos en la Eurozona (como libertario, no estoy a favor de la UE, pero esto es solo mi opinión personal), incluyendo Escocia, Cataluña, Véneto. Escocia podría ser parte de la UE, mientras que el resto de Gran Bretaña (fíjese en el gran éxito de Nigel Farage) podría salir de la UE.
¿Cómo piensa que afectaría a la economía veneciana una verdadera independencia?
Paolo Bernardini: A largo plazo, positivamente. A corto-medio plazo, habría un gran entusiasmo popular, la sensación de un nuevo inicio entre una población frustrada, empobrecida y desilusionada. Pero me temo que habría problemas en las negociaciones de los activos y pasivos con Italia. Véneto probablemente tenga que asumir parte de la enorme deuda pública de Italia. ¿En el caso de Escocia, el problema se compartiría por cabezas o por renta regional en proporción a la renta nacional? Si es por cabezas, Véneto tendría menos del 10% de la deuda pública de Italia de la que ocuparse; por el contrario, si se hace por renta regional, sería mucho más del10%. Desde mi punto de vista, veo la deuda pública como algo que hizo solo Italia y que debería quedar totalmente para el gobierno italiano, pero esta forma de pensar presentaría un importante obstáculo para una transición sin problemas. Véneto tiene que ofrecer al resto de Italia un “paracaídas dorado” después de separarse.
¿Cómo imagina que interactuaría un nuevo estado veneciano con la comunidad europea en general?
Paolo Bernardini: Una diminuta mayoría de la gente del Véneto está a favor tanto de la UE como del euro como divisa. Así que concibo un estado pequeño y rico, desempeñando un papel económico y político importante en la UE, un papel estabilizador. Interactuaría naturalmente con otros estados ricos y similares, Baviera (aún parte de Alemania), Austria y Holanda. Sería una Finlandia en el Adriático. Sin embargo, en general, nuevos estados pequeños entrando en la UE en una situación de privilegio económico (Escocia, Cataluña, Véneto) deberían ser también capaces de reacondicionar las políticas de la UE e incluso su naturaleza.
La UE se está aproximando peligrosamente al estatus de una dictadura y debería volver a una vaga confederación de estados que den garantías a un mercado libre, un espacio económico libre realmente abierto al Este. Y nada más. Merece la pena recordar que el desastre de Ucrania se debe en parte al cierre de fronteras de la UE, sus políticas proteccionistas: y me refiero especialmente a las fronteras polaco-ucranianas y su actuación con la mentalidad de la guerra fría que está en los mismos orígenes de la creación de la Comunidad Europea. También merece la pena recordar que las economías europeas que funcionan mejor son las de Noruega y Suiza, ambos estados independientes, sin la UE o el euro. A Mr. Van Rumpuy no le gustan, pero a los mercados internacionales, sí.
¿Qué medidas ha tomado el estado italiano ante la votación para impedir la secesión veneciana?
Paolo Bernardini: El Sr. Albano, Ministro Italiano de Interior, vino recientemente al Véneto y declaró: “El Véneto es un problema importante y necesita una forma muy avanzada de federalismo”. No está claro qué quiere decir, ni tampoco se ha llevado a cabo hasta ahora ninguna acción política, a nivel central, para ocuparse del problema. Cada vez que oigo la palabra “federalismo” me conmociona. Un estado nace federal, no se convierte en una comunidad federal después de haber nacido centralista. Eso es lo que dice y enseña la historia. Mire EEUU. Nacieron libres, durante algunos años felices fueron 13 colonias libres, luego tuvieron la Constitución, la Guerra de Secesión, el New Deal, el colapso de Wall Street, todos pasos que les hicieron cada vez más centralistas. Mire a Suiza. Desde 1848 era una confederación real. Luego su constitución de 1848 la hizo más centralista, designó una capital, Berna, y algunas de las libertades originales de los cantones (sinceramente, solo unas pocas) se perdieron para siempre.
Italia nació obstinadamente centralista, podría haber sido distinto, había defensores, como los milaneses Carlo Cattaneo y Giuseppe Ferrari, de una forma pura de federalismo. Perdieron. Ahora se aproxima en momento para la redde rationem. En comparación con Italia, el otro gran estado nacido en el siglo XIX, Alemania, es mucho menos centralista. Fíjese en Baviera, mantienen la mayoría de sus ingresos en casa. No hay separatismo en Baviera, al menos no comparable en tamaño y apoyo al que hay en el Véneto, o la Lombardía, o Cataluña.
Cuando fue arrestado y casi inmediatamente ejecutado, Robespierre estaba discutiendo con su equipo cómo diseñar el nuevo membrete del papel oficial a usar por la Convención. Pienso en esto cuando veo tanto a los periódicos importantes como a los políticos italianos refiriéndose a nosotros como “folklore”, para rebajarnos, sin darse cuenta de lo que está pasando.
Publicado el 26 de mayo de 2014. Traducido del inglés por Mariano Bas Uribe. El artículo original se encuentra aquí.