Mi justicia social es mejor que la tuya

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Este mismo año, Chris Kjorness describía la importancia del emprendimiento en el auge de los Beatles. Los Beatles se convirtieron en un fenómeno global cuando arribaron a EEUU hace cincuenta años, gracias a la atención emprendedora y la imaginación de Brian Epstein. 1964 fue también el año del inicio de lo que se convirtió en la contribución más admirada y respetada de John Lennon a la música moderna: “Imagine”.

Varios poemas de Yoko Ono en el libro de 1964 Grapefruit inspiraron a Lennon para componer “Imagine”. Según Lennon, “’Imagine’ (…) debería considerarse una canción de Lennon y Ono. Mucha de ella (la letra y el concepto) vino de Yoko, pero en aquellos tiempos yo era un poco más egoísta, un poco más macho y en cierto modo omití su contribución, pero salió de Grapefruit”.

Las letras de “Imagine” son descaradamente socialistas. Lennon decía que la canción es una declaración política y “es prácticamente El manifiesto comunista”. Lennon rechazaba el socialismo practicado en Rusia y China, pero estaba a favor del “buen socialismo británico”.

La idea de que el socialismo pueda ser británico en lugar de brutal se basa en un pensamiento poco claro. No cabe duda de que la letra de “Imagine” haya evocado fuertes sentimientos, pero por eso su visión del socialismo es inviable. Lennon decía que la parte de “no-religion too” de “Imagine” pretendía acabar con “mi Dios es mayor que el tuyo”. Si eliminamos fronteras, religiones, posesiones, todas las cosas que al menos parecen dividir a la gente, podemos supuestamente alcanzar la armonía global.

El problema es que la visión de Lennon es increíblemente vaga y poco detallada: permite a cada persona imaginar su propia utopía personal. Es uno de los defectos clave del socialismo: no hay una noción objetiva de una buena sociedad o justicia social.

El propuesto fin de las posesiones significa acabar con los derechos de propiedad privada. Acabar con los derechos de propiedad privada no acabaría con la división entre la gente, maximizaría la división. En lugar de “mi Dios es mayor que el tuyo”, el socialismo debe generar “mi justicia social es mejor que la tuya”.

Lennon afirmaba oponerse al tipo de socialismo practicado por “algún idiota ruso”, pero la realidad es que todas las sociedades socialistas producen naturalmente facciones rivales que tratan de imponer su propio plan para toda la sociedad, basado en su propia noción de la justicia social. Es la completa falta de cualquier noción objetiva de lo que debería ser el socialismo, combinada con los poderes de la imaginación humana, lo que hace imposible la armonía en el socialismo.

El tipo emprendedor de imaginación e ideas ejercitado por Brian Epstein es lo que produce el máximo nivel viable de armonía. Epstein percibió adecuadamente el potencial de los Beatles para agradar a enormes cantidades de personas en todo el mundo. El éxito comercial de los Beatles derivó de transacciones pacíficas de discos y entradas y todo este comercio generó un empleo con ganancias para mucha gente, parte de la cual puede no haber apreciado en realidad la música de los Beatles.

El tipo de mundo descrito en “Imagine” por John Lennon y Yoko Ono es una fuente de trágica división y destrucción (aunque no pueda culparse a Lennon y Ono por ningún ejemplo concreto de desastres inspirados por la utopía). Un idiota ruso llamado Stalin asesinó a millones para imponer su visión del socialismo en lugar de la de Trotsky. Luego está la del idiota chino Mao, el idiota camboyano Pol Pot, el idiota vietnamita Ho Chi Minh…

Hayek señalaba que si tuviera que vivir en una sociedad socialista preferiría que estuviera dirigida por estadounidenses o ingleses, pero al final este socialismo estadounidense o británico “no resultaría muy distinto ni mucho menos intolerable” que el de los prototipos nazi y soviético. Hayek tenía razón. Ni Marx ni Lennon, ni ningún otro socialista han sido capaces de crear nada más que una vaga visión o un plan estrictamente personal para el socialismo. Probablemente lleve muchos años a hasta que el socialismo británico o estadounidense se convierta en verdaderamente tiránico, pero la realidad es que ya hemos sido testigos de un fracaso de facciones rivales en EEUU para acordar alguna visión común del estado federal del bienestar.

Es una gran ironía que las visiones de armonía socialista generen necesariamente luchas rencorosas y destructivas entre grupos con visiones contradictorias de la buena sociedad. Quizá sea igualmente irónico que la competencia dirigida por el lucro en los mercados genere el máximo grado obtenible de armonía social. Aun así, así es como funciona realmente el mundo.


Publicado el 25 de junio de 2014. Traducido del inglés por Mariano Bas Uribe. El artículo original se encuentra aquí.

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