Revisando las “décadas perdidas” de Japón

0

Uno de los grandes mitos económicos de nuestro tiempo son las “décadas perdidas” de Japón. Al doblar Japón la apuesta por el estímulo inflacionista, merece la pena revisar los hechos.

La verdad es que las economías japonesa y de EEUU han actuado a la par desde 2000 y sus rendimientos han sido iguales desde al menos 1980.

O Japón no está en crisis o EEUU ha estado en crisis durante unos buenos 35 años. No pueden ser ambas cosas.

He aquí un gráfico de PIB real por cabeza tanto para Japón como para EEUU de 2000 a 2011. El PIB real por cabeza es la medida del PIB que mejor responde a la pregunta: “¿se está enriqueciendo la persona típica?”

Las dos curvas parece como si vinieran del mismo país:

Luego podemos volver a 1980, para ver de dónde venía el mito. Japón estaba entrando en su década de “burbuja”:

Podemos ver qué ocurrió aquí: Japón tuvo un auge en la década de 1980, luego Japón tuvo un declive mientras que los estadounidenses tuvieron a su vez un auge. En 2000, EEUU les alcanzó y Japón y EEUU se sincronizaron y ensombrecieron entre sí, algo reflejado en el auge seguido por el inevitable declive.

La única forma de llegar a la historia de las “décadas perdidas” es empezar el gráfico exactamente cuando Japón estaba en declive y Estados Unidos en auge. No sorprende que esta sea la práctica habitual de los que relatan la historia de las “décadas perdidas”.

Por supuesto, esto sería como cronometrar a dos corredores y poner en marcha el crono cuando uno está parado. Es absurdo, pero da la respuesta que quieren.

Las cosas empeoran cuando se incluyen los efectos artificiales de la inflación y la población. Un mayor crecimiento de la inflación y la población hacen que la economía parezca mejor sin hacer más rica a la gente. Si Estados Unidos se anexionara mañana México, su economía crecería un 30%. Pero eso no iba a hacer que el estadounidense medio fuera un 30% más rico.

Ajustar la inflación y la población es algo de primer curso de macroeconomía. De hecho es tan básico que podríamos preguntarnos si los macroeconomistas de las “décadas perdidas” se hacen intencionadamente los olvidadizos. ¿Por qué iban a hacerlo?

¿A quién benéfica el mito de las “décadas perdidas”?

¿Quién promueve el mito de las “décadas perdidas”? ¿Los cuentistas están tratando de hacer que Japón se vea mal o que EEUU se vea bien?

Sospecho que un poco de ambas cosas: los políticos en Japón necesitan la sensación de crisis para impulsar sus planes de compra de votos. Es mucho más fácil vender políticas dañinas si basta con convencer a los votantes de que todo se viene abajo. No tienen nada que perder. En una crisis todos somos socialistas.

Esta cínica campaña de relaciones públicas ya está dando frutos, ya que los votantes japoneses aceptan políticas inflacionistas del nuevo primer ministro. En nombre de reavivar una economía que está supuestamente en su lecho de muerte. Los laboriosos japoneses están perdiendo sus ahorros mediante bajos tipos de interés e inflación, pero el honor reclama sacrificios mientras el futuro de los hijos supuestamente se encuentra en peligro.

En realidad, la repetición del mito de Japón recuerda a un doctor que miente al paciente para venderle una medicina que daña a este.

Por el lado estadounidense, el mito de las “décadas perdidas” de Japón es igualmente útil: hace que parezca que nuestros señores económicos sepan realmente lo que están haciendo. Y sirve de advertencia los opositores: el mito de las “décadas perdidas” es un hombre del saco esperando a aparecer si vacilamos en nuestros rescates y estímulos compradores de votos.

La verdad, oculta a la vista, es que Japón no está tan mal como para ser el chivo expiatorio para los compradores de votos keynesianos de ese país y la economía de EEUU no está tan bien como para que nuestros compradores locales de votos puedan mantener sus empleos.


Publicado el 29 de agosto de 2014. Traducido del inglés por Mariano Bas Uribe. El artículo original se encuentra aquí.

Print Friendly, PDF & Email