El significado de “apodíctico”

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“Todo teorema de la praxeología es deducido mediante el razonamiento lógico a partir de la categoría de la acción. Comparte la certeza apodíctica provista por el razonamiento lógico que parte de una categoría a priori.” Ludwig von Mises, Los fundamentos últimos de la Ciencia Económica (p. 81)

Me he dado cuenta de que el término “apodíctico”, que Mises usa para describir la naturaleza de los teoremas praxeológicos o económicos, puede ser confuso, especialmente para quienes se aproximan por primera vez a los trabajos epistemológicos de la escuela austriaca y para algunos críticos del “método austriaco”. Mi objetivo con este artículo es ayudar a aclarar lo que realmente significa apodíctico en ese contexto, para entender mejor el método que los austriacos, específicamente los seguidores de Mises, describen. Creo que vendría bien incluir en este punto algunas citas de Mises para iniciar el artículo (énfasis añadido):

“Nuestra ciencia trata de las formas y modelos de acción bajo las diversas categorías de sus condiciones. Esto no significa que estemos diseñando un plan para una ciencia futura. No sostenemos que la ciencia de la acción humana deba ser apriorística, sino que es tal en realidad. No pretendemos descubrir un nuevo método, sino solo caracterizar correctamente el método que realmente se usa. Los teoremas de la economía se derivan no de la observación de los hechos, sino a través de la deducción de las categorías fundamentales de la acción, que a veces se ha expresado como principio económico (esto es la necesidad de economizar), a veces como el principio del valor o como el principio del coste. Son de derivación apriorística, por lo que reivindican la certeza apodíctica que pertenece a los principios básicos derivados.” (Problemas epistemológicos de la economía, pp. 54-55)

 

“La ciencia natural no permite predecir el futuro. Solo hace posible pronosticar los resultados de determinadas actuaciones. Siguen, sin embargo, siendo imprevisibles dos campos de acción: el de los fenómenos naturales insuficientemente conocidos y el de los actos humanos de elección. Nuestra ignorancia, por lo que respecta a estos dos terrenos, viene a teñir de incertidumbre toda actividad. La certeza apodíctica solo se da en la órbita del sistema deductivo propio de las ciencias apriorísticas. En el campo de la realidad, el cálculo de probabilidades constituye la máxima aproximación a la incertidumbre.” (La acción humana,  p. 128)

Antes que nada, como podemos observar en el primer párrafo citado, Mises no está dictando cuál debería ser el método de la economía sino que en realidad está describiendo cuál método ya se está usando. Él introduce términos como a priori y apodíctico pero esto era necesario para hacer una descripción correcta y completa, como pretendía. Lo que para los economistas era algo implícito, Mises lo hizo explícito.

Ahora, sobre la cuestión de lo que en realidad significa apodíctico. Algunas personas podrían tener la visión errónea de que esta palabra significa algo así como “infalible”. No se trata para nada de eso. Mises no dice que siguiendo este método los economistas no podrían nunca cometer errores ni tampoco está diciendo que una nueva y mejor teoría no podría jamás reemplazar a una vieja. Siempre existe la posibilidad de introducir un error en la cadena de razonamientos, que las conclusiones no sigan de las premisas o que algunos de los supuestos utilizados por el economista sean falsos o que no tome en consideración un supuesto auxiliar aplicable e importante en el caso concreto que esté analizando.

La palabra “apodíctico” en realidad está íntimamente relacionada con la naturaleza deductiva de la ciencia de la acción humana. En praxeología se utiliza un método deductivo: empezamos con el axioma de la acción y de ahí, con ayuda de algunos supuestos auxiliares, se deduce el corpus de la teoría económica (Cf. con En defensa del “apriorismo extremo” de Murray Rothbard). Siempre que no haya algún error en la cadena de razonamientos y que los supuestos sean verdaderos y aplicables para el caso particular, las conclusiones son también verdaderas y aplicables. Apodíctico significa que, dadas estas condiciones, podemos estar seguros de que las conclusiones son tan verdaderas como el axioma de la acción.

Para comprender mejor la palabra apodíctico debemos contrastarla con la palabra hipotético, de las ciencias naturales. Los científicos de la naturaleza no empiezan con conocimiento interno a priori de la materia  que estudian. Tratan con datos que recogen luego de observar el mundo externo. Ellos toman nota de unas cuantas observaciones y de ahí generalizan las leyes de la naturaleza. Ellos usan inducción en lugar de deducción. Las conclusiones son siempre contingentes e hipotéticas, ya que una nueva observación podría cambiar la relación que ellos ven entre dos fenómenos naturales. Cuando hablamos acerca del método deductivo, como el de la lógica, las matemáticas o la praxeología, podemos hablar de demostraciones. En contraste, cuando hablamos acerca del método inductivo, como el de las ciencias naturales, hablamos de evidencia (positiva). Apodíctico es a deducción y a demostración lo que hipotético es a inducción y a evidencia. Este es el significado del término en cuestión.

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