Los voluntarios privados aparecen donde la policía está ausente

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En Ferguson, Missouri, cuando la policía y la guardia nacional fracasaron en proteger a los negocios frente a los manifestantes saqueadores, apareció una organización privada llamada Oath Keepers para cubrir el hueco.

La presencia de Oath Keepers, manteniendo la paz donde fracasaron los agentes de policía, nos ayuda a responder una pregunta más amplia: ¿es necesaria la policía?

El núcleo de la justificación del estado siempre ha sido que puede proporcionar servicios esenciales que no puede proveer el mercado, principalmente la seguridad. Aunque admitiendo que los abusos policiales son problemáticos, Miguel Guadalupe, del Huffington Post señalaba que “una cosa es cierta: un cuerpo fuerte de fuerzas del orden y que mantenga el respeto y el prestigio, es crítico para la estabilidad de una sociedad”. Incluso intelectuales minarquistas como Locke y Hazlitt han asumido que, aunque los mercados puedan superar al gobierno en diversas actividades, el estado debe existir siempre para proporcionar un marco de seguridad.

Los intelectuales anarquistas han criticado esta afirmación. Pero por muy convincentes que sean sus teorías sobre protección privada, no hay en décadas recientes ejemplos de autodefensa privada a gran escala en toda una sociedad. No hay países a los que les falten organizaciones estatales monopolistas, las burlonas afirmaciones de que Somalia (donde el gobierno corrupto es el principal problema) es un ejemplo de anarquismo del sector privado, a pesar de todo.

Sin embargo los ejemplos a pequeña escala se han venido haciendo más comunes y creo que estamos viendo una prueba de viabilidad de los servicios privados de protección aquí mismo en Estados Unidos. No es una prueba de anarquía en su conjunto (no veo a Oath Keepers generando derecho privado para el mercado, por ejemplo), pero es una prueba de una de las declaraciones clave de legitimidad del estado.

Al fallar las fuerzas de policía a las comunidades, están apareciendo organizaciones privadas. Oath Keepers pusieron voluntarios en los tejados de negocios en Ferguson, protegiéndoles de los saqueadores. Los dueños de los negocios locales dijeron que se sentían más seguros sabiendo que la entidad privada estaba velando por ellos.

El Threat Management Center proporcionó una protección similar cuando Detroit colapsó. La organización proporcionó servicios de seguridad “de calidad Lamborghini” a barrios acomodados y los márgenes de beneficio de estos contratos les permitió proporcionar servicios gratuitos a comunidades más pobres que raramente reciben la atención de la policía.

Peacekeeper es una app gratuita que lleva la protección privada en otra dirección. En lugar de confiar en un servicio de seguridad de terceros, Peacekeeper permite a los usuarios construir redes de amigos, familia y vecinos en los que puedan confiar en una crisis. Esta gente puede a menudo responder a una emergencia en minutos o más rápido porque vienen del otro lado de la calle, en lugar del otro lado del pueblo. Además, confiar en gente a la que conoces elimina el peligro de llamar al 911 y que aparezca un mal policía.

Estas organizaciones y otras similares representan una prueba a la seguridad estatal (y por extensión, al propio estado). La policía se ve incapaz de proteger Detroit, Ferguson y varias otras comunidades pobres y minoritarias. Hay argumentos contradictorios sobre por qué es así: los críticos pueden alegar racismo en las fuerzas de policía, mientras que los defensores argumentan que la policía simplemente no tiene recursos humanos para estar en todas partes. Pero en este caso la razón no importa.

Cuando la gente que vive en esos lugares no puede confiar en la policía, busca una alternativa para cubrir ese hueco en la protección. Al nivel de una comunidad o barrio, buscan el marco de seguridad que el gobierno afirma que solo él puede proveer. Si buscan marcos privados y deciden que funcionan mejor que la policía pública, ¿se retiraría el estado? Parece improbable.

Por otro lado, si los residentes de estos barrios buscan organizaciones privadas se encuentran más seguros de lo que estaban, esto socavará aún más al estado en su defensa. El monopolio estatal de seguridad se verá ya tan innecesario (o sensato) como un monopolio estatal en la producción de alimentos.


Nota: las opiniones expresadas en este artículo no reflejan necesariamente las de Mises Hispano.

Publicado originalmente el 23 de diciembre de 2014. Traducido del inglés por Mariano Bas Uribe. El artículo original se encuentra aquí.

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