Entre los grandes ganadores del Gran Experimento Monetario de la Fed de Obama ha estado el sector del capital inversión. De hecho pasó de una experiencia cercana a la muerte en el Gran Pánico (2008), antes de que su salvador (la flexibilización cuantitativa de la Fed) le sacara del atolladero hacia nuevas riquezas. Por tanto no sorprende que sus barones que se unieron al escenario político (pensemos en el último candidato presidencial republicano) no tuvieran ningún interés por una reforma monetaria. Y la misma actitud es común entre los políticos principales que esperan que el capital inversión les proporcione trabajos bien pagados cuando abandonen Washington.
De los expolíticos, sus nuevos jefes esperan que se unan al intenso esfuerzo de cabildeo dirigido a conservar las ventajas del impuesto único al sector (especialmente con respecto a la deducción de los intereses y la renta carry) mientras que se establecen los enlaces con reguladores y gobiernos (estatal y federal) que ayudan a generar oportunidades de negocio para las diversas empresas dentro del grupo concreto de capital inversión. La capacidad especial de estos para aprovechar el frenesí inducido monetariamente en mercados de deuda de alto rendimiento y garantizarse fondos espectacularmente baratos significa que se conviertan en agentes principales de malas inversiones en diversos sectores clave de la economía.
¿Qué hace que se mueva el capital inversión?
Portavoces del sector afirman que el negocio del capital inversión no es más que encontrar oportunidades para absorber negocios ya establecidos y luego usar el talento existente (dentro del equipo de dirección del capital inversión) para transformar sus organizaciones para crear valor para accionistas. Y todo esto puede lograrse, dicen, sin la carga de los requisitos de reporte frecuente de los valores públicos.
Todo esto es muy laudable, pero ¿por qué todo el apalancamiento? ¿Por qué todas las conexiones políticas? ¿Y por qué todas las desgravaciones fiscales? E incluso antes de llegar a estas preguntas, ¿por qué deberíamos alabar el secreto? Después de todo, los mercados de valores públicos se supone que hacen un buen trabajo al incentivar y disciplinar la dirección, especialmente en esta época de activismo del accionista, así que ¿por qué es superior el capital inversión?
Quizá haya ejemplos en los que empresas que están ahora en el mercado de los valores públicos no puedan justificar económicamente los costes fijos de mantener su presencia ahí (rellenar informes, auditar, etc.) y haya una ganancia neta para todos si se convierten en privados. Sin embargo, en la práctica, esta función de conversión de público a privado del sector del capital inversión ha estado disminuyendo en importancia general, comparada con las adquisiciones privado a privado y nuevas empresas.
Por qué hay tanto apalancamiento
¿Pero por qué debería haber tanto apalancamiento? ¿Por qué no podrían lograrse sus funciones económicas con una base pura de participación en acciones o al menos gran parte de ella?
Después de todo, hay informes de grupos de capital inversión rechazando a posibles nuevos participantes que ofrecen llevar a la fiesta muchimillones de nuevos fondos. Si inversores individuales en capital inversión quisieran un alto apalancamiento, podrían hacerlo por sí mismos sin hacer cargar con grandes deudas a empresas particulares.
La respuesta obvia a este acertijo es que los grupos de capital inversión son de hechos árbitros de riesgo (y árbitros de impuestos) entre lo que ven como mercados sobrevalorados de deuda de alto rendimiento (a veces descritos como mercados de deuda basura) y los menos sobrevalorados mercados de valores.
Cómo el dinero fácil posibilita el capital inversión
El Gran Experimento Monetario ha inducido tal plaga de irracionalidad de mercado caracterizada por la desesperación por el rendimiento que el precio de la basura ha llegado a los cielos. Además de esto, el código fiscal de EEUU incentiva ese arbitraje, al permitir la deducción completa de los intereses del beneficio corporativo. ¿Por qué están comprando la basura algunos afiliados de grupos de capital inversión? Quizá eso tenga que ver con los beneficios a obtener en caso de que cualquier empresa concreta propiedad del grupo vaya a la quiebra. El grupo de capital inversión estaría en mejor posición para negociar un swap de deuda-valores si está en ambos lados del acuerdo.
El nombre del juego es lograr un apalancamiento tan grande como sea posible y nada produce aquí tanto éxito como el éxito. En concreto, como las inversiones de capital inversión han producido una serie de buenos retornos en años recientes (como en realidad deberíamos esperar de estrategias altamente apalancadas en un mercado de valores que aumenta poderosamente), la historia especulativa de que sus gestores realmente tienen talento ha atraído a más y más creyentes que están dispuestos a respaldarles con sus fondos. Un aspecto de esto ha sido la capacidad de los grupos de capital inversión de apalancar sus negocios hasta un nivel no alcanzado nunca, ya que los compradores de su deuda basura creen que los talentos únicos de los socios y sus gestores hacen aceptable esto. Y el coste de los valores para los grupos de capital inversión cae al creer en su poder mágico una mayor cantidad de socios potenciales.
La conexión con el capitalista con compinches
Las nuevas aventuras empresariales en las que el capital inversión se ha concentrado en años recientes están a menudo en áreas en que es importante la conexión regulatoria o política: ya sea en finanzas, inmuebles, extracción de energía o provisión de instalaciones de atención sanitaria. Un grupo de capital inversión compra las ventajas de la “conexiones” (descritas a veces como compinches) para las empresas de tamaño pequeño o mediano operando dentro de ámbito. Si cada uno tuviese que crear sus conexiones independientemente, sería mucho más caro por unidad de capital empresarial.
De ahí que una característica esencial del capital inversión sea aprovechar las economías de escala de los compinches. Y las ventajas fiscales garantizadas por las conexiones políticas son cruciales para el modelo de capital inversión. La defensa de una reforma del código fiscal que rebajara el porcentaje general de los beneficios corporativos pero acabara con la deducibilidad fiscal de los intereses resultaría fuerte. ¿Pero cómo podría hacerse esto frente al sector del capital inversión y sus profundas raíces en Washington?
Capital inversión, petróleo de esquisto y otras burbujas
Al pensar sobre el problema del capital inversión para la prosperidad económica hay mucho más que considerar que un punto muerto en la reforma fiscal. Esta el fantasma de la combinación infernal de desequilibrio monetarios y compinches que producen enormes malas inversiones. Ese panorama ya está apareciendo en los sectores del petróleo y gas de esquisto, donde el capital inversión con sus estructuras enormemente apalancadas ha sido preeminente. En otros lugares, se engendraron empresas financieras por el capital inversión y fuera del cada vez más regulado sector bancario tradicional. Estas han desempeñado un papel protagonista en el rápido crecimiento de los préstamos subprime de automóviles, que han contribuido de forma importante al auge de las ventas de vehículos. Las empresas de leasing propiedad del capital inversión han superado a su competencia para proporcionar atrayentes condiciones baratas para transporte aéreo, especialmente en Asia, y han ayudado a estimular un tremendo auge en ventas de Boeing y Airbus. La participación del capital inversión en alquileres de bloques de apartamentos ha ayudado a alimentar el mini-auge en la construcción de vivienda multifamiliar.
Todo esto marcha bien mientras los tipos bailen la música del Gran Experimento Monetario. ¿Pero qué ocurrirá cuando las temperaturas especulativas caigan sobre un amplio rango de mercados actualmente infectados por la inflación de precios de los activos, incluyendo deuda de alto rendimiento, valores y, por supuesto, capital inversión? Conocemos bastante pero no todo acerca de la enfermedad de la inflación de precio en los activos por la experiencia de dinero fiduciario bajo el liderazgo de la Reserva Federal de los pasados 100 años. Cada episodio de la enfermedad es distinto, pero hay elementos comunes. Uno de ellos es una fase final mortal que muestre temperaturas especulativas que se desploman, grandes recesiones y la revelación de un capital enorme desperdiciado en años anteriores. La historia del capital inversión es nueva, pero no hay nada nuevo bajo el sol.
Publicado originalmente el 24 de enero de 2015. Traducido del inglés por Mariano Bas Uribe. El artículo original se encuentra aquí.