La especulación es tomar decisiones económicas en función de tu presente y tus expectativas sobre el futuro, todos somos especuladores.
Quejarse de lo egoístas y peligrosas que son las personas intercambiando (mercado) y proponer como solución darle mayor poder discrecional a las personas (Estado), es un pensamiento circular y contradictorio (ver la imagen de arriba). Todos los comerciantes son especuladores porque todos quieren vender mas caro de lo que compran y al máximo rendimiento… y esperar que se produzca una escasez generalizada es una operación de alto riesgo.
Walter Block dice en Defendiendo lo Indefendible:
“Los especuladores son odiados, denigrados, vilipendiados, la gente odia a los especuladores, el especulador es malvado y culpable de toda clase de males. Sin embargo la economía enseña que esto es injustificado: el especulador compra barato y vende caro, es decir ahorra bienes cuando no hacen falta (abundantes y baratos) y los proporciona cuando son necesarios (escasos y caros), ayudando a bajar su precio al aumentar la oferta. ¿Suena bien, verdad?. Pero la gente ve al especulador vendiendo caro durante los períodos de escasez, y dice que está aprovechándose de los pobres, no! está aumentando la oferta, reduciendo el precio y “salvando muchas vidas con su accionar. El especulador es un héroe”.
Según algunos, los especuladores son psicópatas que habría que encerrar, entonces habría que encerrar a todos los comerciantes minoristas del mundo, ya que compran barato al mayorista, y venden caro en su barrio, asumiendo riesgo. A todos los productores, que compran materia prima o semillas baratas, y venden el producto caro, asumiendo riesgo. Y a todos los inversores, que compran acciones baratas y las venden caras, asumiendo riesgo. Con esta lógica se terminaría con el comercio, la producción y la inversión mundial en un día.
Por ejemplo sin la bolsa de valores (que se considera a veces que se especula), miles de empresas que desarrollan tecnología, medicamentos, grandes obras, y demás proyectos que requieren de mucho capital y liquidez, quedarían sin financiación. Seríamos todos más pobres por culpa de tus erradas buenas intenciones. La bolsa es especulación pura. Sin especulación no hay bolsa. La especulación es actuar tratando de mejorar nuestra situación, toda acción humana es especulativa y no es aprovecharse de la desigualdad extrema, por tanto no se le puede aplicar impuesto a un acción especulativa, al ponerle un impuesto a la operación que supere un “determinado monto”, solo logras que aquellas empresas que necesitan de más capital, dejen de percibirlo. Poniéndole un límite absurdo al desarrollo, y haciéndonos más pobres de lo que podríamos ser. no importa por qué razón le pongas el impuesto, lo único que lográs es que haya menos capital, menos liquidez, más riesgo, y mayor inestabilidad para las empresas que requieren de mucho capital. Una genialidad.
Beneficia el especulador, la evidencia empírica (y no la opinología) así lo demuestra, por ejemplo estabilizando precios:
1) “IS SPECULATION DESTABILIZING?”
(Celso Brunetti – Bahattin Buyuksahin)“nuestro análisis muestra claramente que la especulación no desestabiliza los precios, y que además reduce el riesgo. La actividad del especulador es muy importante y beneficiosa para los mercados financieros porque aumenta la negociabilidad entre compradores y vendedores.
2) “DOES FUTURES SPECULATION DESTABILIZE SPOT PRICES? NEW EVIDENCE FOR COMMODITY MARKETS”
(Martin T. Bohl and Patrick M. Stephan)“La investigación empírica muestra que la mayor especulación en los contratos a futuro de maíz, petróleo crudo, gas natural, soja, azúcar y trigo no aumentó su volatilidad. Concluímos que las políticas de regulación a la especulación son al menos cuestionables”.
3) “DEVIL OR ANGEL? THE ROLE OF SPECULATION IN THE RECENT COMMODITY PRICE BOOM (AND BUST)”
(Scott H. Irwin – Dwight R. Sanders – Robert P. Merrin)“La evidencia estadística disponible indica que la posiciones especulativas en los mercados de futuros de materias primas, no explica los constantes cambios de precios (…) Los especuladores han servido históricamente como un conveniente chivo expiatorio para explicar los auges y caídas de precios. Las propuestas legislativas que regulan la especulación podrían comprometer seriamente las necesidades de las empresas para gestionar los riesgos de precio”.
O también benefician aportando liquidez y eficiencia a los mercados:
1) “THE CONTRIBUTION OF SPECULATORS TO EFFECTIVE FINANCIAL MARKETS”
(Geert Bekaert – Mario García – Campbell Harvey)“Los especuladores, en general, añaden liquidez y eficiencia al mercado (…) los impuestos a las transacciones financieras reducen el comercio y hacen a los mercados menos líquidos y menos eficientes”.
2) “THE ECONOMIC ROLE OF SPECULATION”
(David Mengle)“Aunque a menudo se culpa a la especulación por causar problemas en los mercados, la evidencia económica muestra que es de hecho una actividad necesaria que hace a los mercados más líquidos, eficientes y estables, ayudando a que los precios se mueven más cerca de valores fundamentales: los vendedores en corto, por ejemplo, contrarrestan los sobreprecios, mientras que los compradores especulativos contrarrestan las caídas injustificadas”.
Muchos escépticos arguyen:
“En el medio hay personas que se quedan sin trabajo, sin comida, sin casa. No todo es una “voluntaria y libre asociación de personas”.
Pues, según esa lógica, un empresario que beneficia a los trabajadores es aquel que mantiene una empresa que no es viable (a pérdida) hasta que quiebra, y quedan todos en la calle (incluido el dueño) ¡Y habiendo consumido todo el capital! Es preferible que ese capital vaya a otros proyectos viables que generen trabajo. ¿Si es viable, para que la vende, le gusta perder plata? Viable es una empresa que le aporta beneficios esperados a sus accionistas/dueños. Si todos los empresarios hicieran “buenismo” como quieren los escépticos, habría menor inversión, menor productividad y mayor pobreza, los trabajadores tendrían que trabajar 18 horas, para ganar menos.
En conclusión:
Lo “heroico” del especulador no es comprar barato y vender caro, sino ofrecer un servicio indispensable para la sociedad, que en muchos casos salva vidas (aunque no sea su intención), y hacerlo con el repudio general de la sociedad, incluso, a veces siendo perseguidos por el Estado como delincuentes. El especulador no solo reduce el despilfarro cuando el bien es abundante, y aumenta su oferta cuando es escaso, ayudando a bajar el precio, sino que además estabiliza los precios, distribuye los riesgos, transmite y coordina información haciendo más eficiente la asignación de recursos, aporta liquidez, certidumbre y sus precios atraen a otros empresarios aumentando la oferta. También permite con su capital financiar nuevas tecnologías, medicamentos, grandes obras, etc. Todo esto beneficia al resto de la sociedad. Pero es muy difícil convencer a las personas de estos beneficios, porque lo más fácil es ver al especulador vendiendo caro cuando hay escasez, y culparlo por eso, sin entender el beneficio económico que aporta.
NOTA: información recopilada por Mario Felipe Daza Pérez. Las opiniones expresadas del autor no reflejan necesariamente las de Mises Hispano.