El año más violento (2015, 125 minutos) es la tercera película del director-guionista J.C. Chandor, que escribió y dirigió Margin Call, sobre una empresa similar a Lehman Brothers en los primeros días de la crisis financiera de 2008. Margin Call exploraba las complejas relaciones entre trabajadores de cuello blanco, ejecutivos empresariales y dueños de empresas ante la ruina económica. Con El año más violento, Chandor vuelve a temas similares. Pero, en este caso, se centra en un negocio de combustible de calefacción de propiedad privada en Nueva York en 1981, que llegó al éxito por la incansable determinación de Abel Morales (Oscar Isaac), un inmigrante que se abrió paso hasta lo más alto de su sector mediante un compromiso con las ventas y un crecimiento lento y constante.
Morales también afronta la ruina económica si no puede completar una compra de un inmueble valioso que le permitiría aplastar a la competencia.
Morales se enorgullece de seguir las reglas del mercado. Es decir, trata de derrotar a su competencia ofreciendo un mejor servicio a sus clientes. El problema es que los competidores de Morales no tienen escrúpulos similares y están más que contentos de emplear trucos sucios como secuestrar violentamente los camiones de Morales llenaos de combustible de calefacción y robar su contenido.
Además, Morales debe ocuparse de un ayudante del fiscal del distrito con ambiciones políticas, el sindicato de camioneros y otros personajes oscuros del crimen organizado que amenazan su negocio.
En las primeras escenas, uno de los conductores de Morales, Julian (Elyes Gabel) es apaleado cuando unos matones desconocidos secuestran su camión. Morales se asombra por esta desconsideración por el juego limpio y dice a Julian que “estos hombres son cobardes. Son demasiado débiles como para ganarse la vida con sus propias manos. Son demasiado estúpidos como para pensar en hacer algo” legítimo.
De hecho, la película retrata a Morales, que una vez fue él mismo camionero, como alguien verdaderamente preocupado por el bienestar de sus empleados. Considera a Julian, a quien lleva personalmente a casa en su coche desde el hospital, como un empleado excelente cuyo empleo le estará esperando cuando se recupere. Pero, por supuesto, Morales también sabe que no puede sobrevivir si los ladrones continúan robándole el combustible.
La policía encuentra poco después el camión de Morales, con todo el combustible retirado. Sin embargo, la policía tampoco ayuda en absoluto y no es sorprendente, ya que la ciudad de Nueva York está en medio de una ola de delitos y la tasa de asesinatos está en cifras de récord. Para Morales, la policía es un peso muerto que no hace nada para impedir o perseguir los robos. Para destacarlo, sabemos entonces que Morales y su empresa están siendo investigados por el ayudante del fiscal del distrito por diversas infracciones regulatorias (es decir, lo que los libertarios llaman “no-delitos”) como “fijación de precios” y delitos relacionados, incluyendo evasión de impuestos. Sin embargo, como veremos pronto, no está claro para qué exactamente está pagando impuestos Morales. Morales acude al fiscal del distrito en busca de ayuda para detener los robos, pero en lo que a él respecta, le dice a Morales, “os estáis robando unos a otros, lo que es un cambio original respecto de lo que habéis estado haciendo a vuestros clientes y a los contribuyentes”. Si Morales quiere acabar con el robo de su combustible, está claro que tiene que hacerlo él mismo.
Entretanto, el sindicato de camioneros (que representa a los conductores de Morales) está amenazando con armar ilegalmente a todos los conductores de camiones ante la amenaza de secuestro. Morales teme que la violencia pueda descontrolarse y también está claro que teme que las draconianas leyes anti-armas de Nueva York se le apliquen duramente si se encuentra a los conductores portando armas. Así que los conductores permanecen desvalidos y los secuestros continúan.
Incluso la familia de Morales se ve en peligro, ya que uno de sus competidores aparentemente envía un pistolero a aterrorizar a la familia en su casa en los suburbios. La esposa de Morales, que proviene de la una familia con relaciones con el crimen organizado, reclama a Morales que actúe más contundentemente, refiriéndose a acciones de dudosa legalidad. Amenaza con ocuparse de las cosas ella misma y advierte “no te va a gustar lo que pasaría si me implico”.
Morales sí se encuentra empujado cada vez más hacia el crimen organizado. Tras el anuncio público del ayudante del fiscal del distrito de que Morales está bajo investigación, pierde su línea de crédito en el banco y debe recurrir al submundo de Nueva York para encontrar los fondos que necesita para comprar una instalación de almacenamiento de combustible en el East River urgido por el tiempo. Gracias al ayudante del fiscal del distrito debe pedir dinero a sus propios oscuros competidores y aunque su ingenio empresarial es clave para la solución, la película da a entender que, en definitiva, el negocio de Morales se salva por los robos de otros.
Gracias a la preferencia de Chandor por la sutilidad, esta película no es moralizante ni didáctica, así que la postura ética de Morales nunca queda completamente clara. ¿Es un empresario casi sin culpas que sencillamente ha tenido la desgracia de estar rodeado por gente de carácter moral cuestionable? ¿O ha jugado Morales siempre con el sistema y sus rectitud es en buena parte solo algo que él se cree? Lo que sí sabemos es que El año más violento es una historia muy convincente de cómo el llamado sueño americano se ha visto corrompido por políticos ambiciosos, delitos sin control y un estado que es impotente, salvo en lo que se refiere a perseguir a gente que proporciona los bienes y servicios reales que necesita la sociedad. Al mismo tiempo, puede que la película diga que capitalistas y empresarios han participado voluntariamente en la corrupción del sistema, pero, si es así, eso no empaña la calidad general de esta cinta.
Publicado originalmente el 6 de marzo de 2015. Traducido del inglés por Mariano Bas Uribe. El artículo original se encuentra aquí.