Qué ocurrió en la conferencia de economistas austriacos de este año

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Economistas, filósofos, investigadores empresariales y científicos políticos de todo el mundo acudieron a Auburn, Alabama, recientemente para la Conferencia de Investigación de Economía Austriaca 2015. Vinieron para compartir sus propias investigaciones y nuevas ideas y a colaborar y comentar otros trabajos de investigación. Hubo 140 participantes de 15 países distintos, 30 estados de EE. UU. y 42 universidades diferentes. Gracias a la generosidad de los donantes del Instituto Mises, 31 estudiantes pudieron acceder a las investigaciones, 11 de cuales presentaron sus propios trabajos. Estoy incluido en esta última categoría, así que creo que puedo hablar en nombre de los demás cuando expreso una profunda gratitud por esta gran oportunidad.

Me gustaría compartir algunas de mis observaciones de la conferencia, pero, por favor, no consideréis esto una repetición de las mejores jugadas o un juicio sobre las presentaciones que están o no incluidas en este espacio limitado. Solo el tiempo y un proceso apropiado de revisión podrán dar la medida de la contribución de cada presentador.

La conferencia empezó con un foro para autores de libros recientemente publicados para presentar y resumir su trabajo. Roger Garrison editó y contribuyó a The Elgar Companion to Hayekian Economics y presentó su organización y objetivos para el volumen que ha tardado tanto en realizar. Adam Vass Gal habló de su próximo libro, Generational Poverty: An Economic Look at the Culture of the Poor. Se inspira por su experiencia con el programa “Big Brothers” y explicó características culturales y familiares relacionadas con la pobreza generacional.

La presentaciones de trabajos durante el resto del día fueron instructivas y creativas, como la de Jingjing Wang sobre el impacto de la experiencia empresarial  sobre el rendimiento de la compañía y la de David Rapp de un trabajo codirigido por Jeffrey Herbener sobre un método para una evaluación subjetiva de activos complejos, como empresas.

El primer día también incluyó el discurso en memoria de Lou Church, por John Mueller, y el discurso en memoria de Henry Hazlitt, por  John Tamny. Tamny,  colaborador en Forbes y editor de Real Clear Markets, dio un discurso fascinante sobre diversas cosas, principalmente los serios errores de la economía ortodoxa en diagnosticar las causas de la Gran Depresión y en atribuir la cura al New Deal de Roosevelt y a La Segunda Guerra Mundial. Incluida entre una larga serie de analogías cada vez más divertidas, aunque deprimentes, estaba “Creer que la Segunda Guerra Mundial acabó con la Gran Depresión es creer que puedes hacer crecer la economía matando a tus mejores clientes en todo el mundo” y “Creer que la Segunda Guerra Mundial acabó con la Gran Depresión es creer que con la economía estadounidense todavía relativamente débil deberíamos ir y dinamitar una pocas ciudades estadounidenses  y pagar a los estadounidenses para reconstruir toda la riqueza destruida”. Hazlitt (y Bastiat) habrían estado orgullosos.

Las sesiones del segundo día de la conferencia se ocuparon de la historia del pensamiento, el derecho y la economía, ciclos económicos, economía internacional, dinero y finanzas y libertarismo. Joseph Salerno centró la atención en Clarence Gilbert Hoag, que escribió un trabajo poco apreciado sobre la preferencia temporal y el interés en 1914, y Carmen Dorobăț explicó las consecuencias de la expansión monetaria para el comercio internacional.

Per Bylund recibió el Premio Lawrence W. Fertig en economía austriaca y Carmen Dorobăț el Premio  O.P. Alford III en economía política, ambos con un merecido aplauso de la audiencia. Patrick Byrne, CEO de Overstock.com, dio el discurso en memoria de F.A. Hayek en el segundo día de la conferencia. Su discurso, como el de Tamny, se ocupaba de una serie de temas, como la corrupción en Wall Street, la estrategia organizativa corporativa, implantación de seguridad y criptografía, especialmente el potencial de la tecnología blockchain de dar la vuelta a las finanzas modernas.

Más tarde ese mismo día, Per Bylund, David Howden, Matthew McCaffrey y Mateusz Machaj, todos antiguos miembros de verano del Instituto Mises bajo Joseph Salerno, sorprendieron a este con una colección de ensayos en su honor: The Next Generation of Austrian Economics: Essays in Honor of Joseph T. Salerno.  El acontecimiento fue notable y emotivo, ya que cada uno de ellos compartió un poco de su experiencia trabajando con el profesor Salerno y su contribución al libro. Mencionaron la humildad, el humor y las notables contribuciones de Salerno a la economía en dinero, historia del pensamiento y otras áreas. Incluso la respuesta de Salerno fue impresionantemente humilde, al atribuir su inspiración y guía a sus alumnos a lo largo de los años. Salerno fue luego nombrado primer titular de la cátedra de Peterson-Luddy en economía austriaca y, como atestiguan los acontecimientos previos de esa tarde, Salerno es una elección sensata para tal honor.

En el último día de la conferencia, Hans-Hermann Hoppe presentó el discurso en memoria de Ludwig von Mises y William Boyes dio el discurso en memoria de Murray N. Rothbard. Hoppe, con su estilo habitual, fue capaz de mantener encandilada a su audiencia mientras reflexionaba y explicaba conceptos filosóficos relativamente abstractos. Boyes ofreció una crítica feroz de la economía ortodoxa contemporánea y el intervencionismo público.

Otras sesiones en el tercer día se ocupaban de política fiscal y monetaria, método económico, microeconomía, desigualdad y una mesa redonda sobre mercados politizados de capital. David Howden ofreció una nueva visión del dinero utilizando una taxonomía para los activos financieros basada en su redimibilidad en dos dimensiones: tiempo y valor de mercado (a la par en el mercado). Laura Davidson habló sobre lo importantes que son las definiciones precisas de conceptos económicos como la utilidad marginal, la demanda y oferta monetaria y el interés.

Algunos de los trabajos y proyectos presentados indudablemente se convertirán en lo último en investigación de la escuela austriaca de pensamiento, si es que no lo son ya. Presentaciones y comentarios de trabajos de colegas son sin embargo comunes en todas las conferencias académicas. Lo que diferencia a la CIEA[1] es el material compartido y la actitud de los asistentes. Los presentadores no pueden limitarse a juntar unas pocas variables y reportar correlaciones estadísticas, esperando que sus colegas lo encuentren curioso. La economía tiene como núcleo relaciones causales y una aplicabilidad genuina al mundo real, de forma que el patrón de investigación es mucho más alto. La Conferencia de Investigación de Economía Austriaca es uno de esos pasos cruciales en el proceso de investigación en el que se prueba dicho patrón.


[1] En inglés,AERC, Austrian Economics Research Conference  [N. del E.]


Publicado originalmente el 17 de marzo de 2015. Traducido del inglés por Mariano Bas Uribe. El artículo original se encuentra aquí.

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