La futilidad de nuestro experimento monetario global

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trap2[Este artículo está adaptado de la entrevista a David Stockman el 1 de mayo en Mises Weekends]

 

Jeff Deist: La Fed anunciaba recientemente, la semana pasada, que no daría fechas concretas para señalar tipos más altos de sus fondos este año y casi tenías la sensación de que la pobre Janet Yellen está al final de este experimento de Greenspan-Bernanke y no le queda mucho por hacer. Quiero decir, ¿cuál es tu impresión sobre Yellen y su situación?

David Stockman: Sí, estoy de acuerdo con eso. Creo que en cierto modo están petrificados con respecto a dónde acabarán o deberían acabar. Después de todo, estamos en un experimento de proporciones monumentales.

Consideremos sencillamente dónde estamos. Si no aumentamos en junio el tipo de interés (y creo que las señales ahora están bastante claras de que van a encontrar otra razón para retrasarlo), eso significaría setenta y ocho meses seguidos de tipos cero en el mercado monetario. Como siempre digo, el precio del mercado monetario, es decir, el tipo de los fondos federales o el dinero overnight o los valores del tesoro a corto plazo, es el precio más importante de todo el capitalismo, porque este determina el coste de financiación, el coste de la especulación y la apuesta.

Cuando llevas a cabo una política monetaria que dice a los especuladores, a los apostadores, “ven y llévatelo”, tienes dinero gratis para financiar tus posiciones, ya estés comprando bonos alemanes o comprando el S&P 500 Stock Index o todo el espectro de activos que producen rendimientos o ganancias de precios que estén disponibles en el mercado financiero. Esta política monetaria también envía el mensaje de que pueden apalancar y financiar estas posiciones gratis y refinanciarlas una día tras otro sin preocupaciones, porque el banco central ha fijado tu coste y producción y en cierto modo ha empeñado solemnemente su honor en que no va a cambiar sin avisar con meses de antelación. Y de eso va todo esto, de cambiar el lenguaje y todo eso. Creo que se ha creado una distorsión masiva en el mismo núcleo del capitalismo en el sistema financiero.

Segundo, pienso que aunque realmente dejaron de aumentar su balance en octubre (cuando la supuestamente acabó la QE en un sentido técnico), la Fed ha creado un fraude financiero básico por valor de 3,5 billones de dólares en el sistema y la economía financiaros globales. Después de todo, cuando compran toda esa deuda del tesoro y todos esos valores garantizados por el estado, ¿qué usaron para pagarlos? Dinero digital creado de la nada e indudablemente no han destruido o derogado la ley de la oferta y la demanda.

Así que si se ponen tres billones y medio de demanda en el mercado de renta fija en puntos a lo largo de una curva de rendimientos desde los dos años a los treinta, esa es una enorme suma en la escala. Es una enorme distorsión de los precios, porque no se puede tener tanta demanda sin afectar al precio. Ahora, con el BCE a toda máquina y con Japón siendo casi un lunático en su imitación de la QE, se está creando la mayor distorsión de precios en renta fija o en el mercado de bonos en la historia del mundo y el mercado de bonos es el monstruo en mitad del camino.

La distorsión es de decenas de billones de dólares de grande y, entretanto, los bancos centrales mantienen una especia de sintonía cuasicoordinada para levitar enormemente los precios. Han llevado a los rendimientos casi a la línea cero, al límite cero, como lo llaman y por tanto han preparado al sistema financiero mundial para un enorme día del juicio final en algún lugar de camino que quizá no esté muy lejos.

Después de todo, hace solo dos semanas, creo, el Bund alemán a diez años estaba rindiendo cinco puntos básicos. Esto es una locura en cualquier tipo de mundo que tenga sentido económico o sea sostenible. Ya algunos de los mayores negociantes de bonos del mundo están saltando sobre ellos, llamándolo el corto de una generación. Veremos eso, pero lo que importa es que cinco puntos básicos de rendimiento, incluso para el poderoso Bund alemán para dinero a diez años es sencillamente una medida importante de la locura que se ha inyectado en el sistema financiero.

Jeff Deist: David, cuando hablas sobre las inyecciones, cuando hablas sobre el dedo en la báscula, como explicaste recientemente en  Contra Corner, no están funcionado, ¿verdad? El Departamento de Comercio acaba de anunciar un PIB anémico en el primer trimestre. Quiero decir, ¿hay algún crecimiento real en la economía de EEUU en este momento?

David Stockman: No, y esta es una de las cosas en las que he estado insistiendo. A veces estamos tan pendientes de los llamados datos de renta mensuales y las publicaciones a corto plazo (que están habitualmente mal ajustadas en todo caso y se revisan otras cuatro veces) que realmente perdemos la perspectiva de dónde estamos. As, hace unos días dije que nos fijáramos solo en periodos extendidos de tiempo que se produzcan en entornos económicos y políticos distintos e hiciéramos una evaluación de dónde estamos.

Tomé de 1953 a 1971, representando esto el fin de la Guerra de Corea y el inicio de la Gran Prosperidad a mediados de siglo, acabando en el error fatal de agosto de 1971 cometido por Nixon cuando cerró Bretton Woods y el resto. La llamo la Era Dorada de la Prosperidad. Durante ese periodo, la economía creció y uso las ventas reales finales para medir el crecimiento, porque eso elimina las fluctuaciones de inventario y distorsiones que hay en la cifra del PIB por sí mismo. Pero si se toman las ventas finales reales de ese periodo de dieciocho años, fue de un 3,6% por año compuesto en un tiempo que la Fed estuvo dirigida por William McChesney Martin, un superviviente (o veterano, podríamos decir) del crash de 1929 y el traume de la década de 1930. Era un hombre que no era necesariamente, en sentido clásico, un defensor del patrón oro de moneda fuerte, pero sin duda era un seguro financiero inteligente que entendía los peligros de la especulación en los mercados financieros y de un exceso de intervención con mano dura en el sistema financiero.

Durante ese periodo de dieciocho años, de 1953 a 1971, el balance de la Reserva Federal aumentó en solo 42.000 millones de dólares en dichos años. (Ahora durante la QE, eso era unas dos semanas de expansión en su momento máximo). Más importante, si se mira en términos reales (en términos de inflación ajustada) el balance de la Fed en ese periodo aumentó en torno a un 3% anual y la economía creció a casi un 4%. Por tanto la Fed se dedicó a una política muy modesta de pequeños ajustes, permitiendo funcionar al mecanismo del capitalismo, incluyendo los mercados financieros en su núcleo. El balance de la Fed creció un 0,8% del crecimiento del PIB.

Tomemos ahora los últimos catorce años, estamos en un mundo totalmente distinto. Greenspan ha cambiado toda la noción del papel del banco central, seguido por Bernanke y Yellen. Durante ese periodo, el crecimiento del PIB de la economía ha disminuido bruscamente al 1,8% anual en los últimos catorce años, la mitad de lo que ocurrió en la era dorada.  Por el contrario, el balance de la Fed aumentó de 500.000 millones a cuatro billones y medio. Pero veámoslo en los mismos términos anuales: un crecimiento anual del 17% en el balance y un 15% después de ajustar la inflación.

Eso significa que el balance de la Fed aumentó ocho veces más rápidamente que la economía durante los últimos catorce años. Es justo lo contrario de la relación que se produjo en la Era Dorada.

Así que pienso que si se necesita alguna prueba de que esta intrusión masiva en el sistema financiero no está funcionando, la enorme cantidad de impresión de dinero y la expansión del balance, la implacable represión financiera y mantenimiento de los tipos de interés, ved la comparación fundamental que acabo de hacer. No está funcionando en la economía real. Es decir, no está generando expansión y dando ganancias normales en la calle.

Lo único que está haciendo en realidad es cebando sencillamente la burbuja en serie para que acabe llegando a límites insostenibles y se desplome. Hemos tenido ya dos en este siglo por esta política y ahora estamos abrumadoramente (si vemos las evidencias) en una tercera gran burbuja que es en algunos sentidos más fantástica que las dos anteriores. Es solo cuestión de tiempo antes de que estalle y se desplome y volvamos a la casilla de salida.

Esperemos que al tercer strike la gente que nos trajo estas burbujas quede eliminada. Creo que podría ser una buena metáfora o propuesta a hacer. Esperemos que cuando llegue este siguiente gran declive (que indudablemente llegará si miramos el grado de especulación de la bolsa en el mercado de los altos rendimientos muchos sectores de los que podemos hablar) haya un gran día del juicio final en el país en términos de reclamar un cambio esencial en la política monetaria y veamos la dimisión de toda la gente que está hoy sentada en la Fed que nos ha llevado directos a esta gigantesca trampa financiera.


Publicado originalmente el 13 de junio de 2015. Traducido del inglés por Mariano Bas Uribe. El artículo original se encuentra aquí.

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