Una austriaca internacional: Una conversación con Carmen Elena Dorobăț

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Bucharest squareInstituto Mises: ¿Cómo empezaste a familiarizarte con el Instituto Mises?

Carmen Elena Dorobăț: En 2009, en mi segundo año en la universidad, elegí una asignatura opcional sobre comparativa de políticas económicas. Resultó que la impartía Vlad Topan, el presidente del Instituto Ludwig von Mises de Rumanía y profesor titular en mi universidad. El programa incluía lecturas de Mises y Rothbard, como Economic Policy: Thoughts for Today and TomorrowWhat Has Government Done to Our Money?, y una larga lista de enlaces al sitio web del Instituto Mises. Hasta entonces tenía serias dudas acerca de mi carrera, pero este afortunado encuentro cambió todo. Empecé a leer habitualmente en el sitio web y a escuchar lecciones y la economía por fin empezaba a tener sentido. Ese mismo año, Vlad me dio mi primer ejemplar de La acción humana. Así empezó todo.

IM: ¿Por qué decidiste seguir una carrera académica?

CED: Una carrera en educación estaba en mi radar desde el inicio de mis cursos universitarios. Me había influido mi padre, que había tratado de abandonar Rumanía de joven y estudiar filosofía en el extranjero, pero no pudo hacerlo debido al régimen comunista. Y después de que leí a Mises y Rothbard, que han destacado repetidamente la importancia de las ideas y la formación económica, realmente quería hacer mi propia contribución a este objetivo, igual que había hecho Vlad por mí con esa clase. Ahora creo que tomé la decisión correcta. Me encanta enseñar e interactuar con los alumnos quizá sea lo más interesante del trabajo. Pero también he tenido la suerte de conocer a profesores extraordinarios que me han mostrado lo gratificante que puede ser la investigación.

IM: ¿Qué te convenció para ser miembro del Mises?

CED: La membresía fue una magnífica oportunidad de trabajar unos pocos meses en el Instituto Mises y de leer literatura económica que no estaba disponible de otra manera. Más importante aún es que fue una gran oportunidad de hacer investigación bajo la supervisión de los profesores Joseph Salerno y Mark Thornton, así como de conocer al resto de la facultad del Instituto Mises durante el Seminario Rothbard de Grado y la Universidad Mises. Así que no me lo pensé dos veces antes de presentar la solicitud, sabía que era una oportunidad demasiado buena como para perderla. Aun así, cuando llegué aquí por primera vez en 2011, estaba abrumada por el cariño y atención del personal y por la rápidamente que todos nos hicimos buenos amigos. Cada año que he sido miembro ha sido una de las experiencias más importantes y formativas, tanto profesional como socialmente.

IM: ¿Qué es lo que más te gusta de ser un miembro?

CED: La ventaja del hecho de que la oficina del profesor Salerno está ahí mismo y que su puerta está siempre abierta para los miembros es digna de alabar. Tiene esta gran capacidad de entender tus ideas incluso antes de que las tengas claras y puede guiar tu investigación con solo las recomendaciones correctas de lectura. También teníamos seminarios semanales de investigación en los que todos los miembros presentaban su trabajo en marcha y bullían las ideas y teníamos la suerte de leer y discutir los borradores de trabajo del profesor Salerno. Al final del verano, podríamos decir que nuestro proceso de investigación se había hecho más estructurado, más centrado e incluso que teníamos nuevas energías para nuevos proyectos. Ninguna otra experiencia académica ha tenido este tipo de impacto en mi evolución.

IM: ¿En qué temas centras ahora tu trabajo académico?

CED: Hasta ahora, he realizado la mayoría de mi investigación sobre comercio internacional, tanto en teoría como en política. Y mediante la colaboración con el profesor Guido Hülsmann (en la Universidad de Angers, Francia), a quien conocí en el Instituto Mises durante mi membresía y se convirtió en mi director de tesis, mi trabajo se ha extendido gradualmente para incorporar teoría monetaria y finanzas internacionales. Por ejemplo, mi tesis doctoral analiza el efecto Cantillon de la inflación en un contexto internacional, observando el impacto de las políticas monetarias en el comercio, las finanzas y la distribución de riqueza. Actualmente trabajo con profesora de negocio internacional en la Universidad de Coventry en el Reino Unido, donde enseño a mis alumnos comercio internacional, globalización y los retos de operar en mercados globales. Pero, en general, dondequiera que me lleven mis intereses investigadores particulares, siempre vuelvo a las obras de Mises en busca del marco básico.

IM: ¿Cómo han afectado tus experiencias con el Instituto Mises a tus palanes para el futuro y tu futuro trabajo académico?

CED: A través de las membresías de verano y la tutoría de los profesores Salerno y Hülsmann, el Instituto Mises se ha convertido en mi alma mater intelectual. La red de apoyo de pares y la facultad que pone el instituto como disponible cada año, a través de sus miembros residentes y conferencias, fue crucial para mis esfuerzos académicos como alumna y ahora como profesora. Aprendí lo que es una buena investigación y cómo luchar por alcanzarla. Aprendí lo que debería ser un buen profesor y solo puedo esperar ser la mitad de buena que mis maestros. Soy humilde y agradezco cada oportunidad renovada de ser parte de esta maravillosa comunidad de eruditos.


Publicado originalmente el 22 de julio de 2015. Traducido del inglés por Mariano Bas Uribe. El artículo original se encuentra aquí.

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