Más evidencias de que la desigualdad económica global está disminuyendo

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Mises Daily Article Aug 31 2015Con el tiempo, la afirmación de que globalmente una creciente desigualdad de rentas se ha visto cada vez más como un cuento de hadas. Las afirmaciones de desigualdad consisten en la noción popular de que la extensión del capitalismo lleva a un aumento inmenso en la desigualdad de rentas. Las diferencias entre ricos y pobres, se nos dice, están aumentando tan rápidamente que la situación ya no es sostenible. La explicación afirma además que hay una tendencia intrínseca en el capitalismo hacia la desigualdad. La historia se repite tanto que nadie la cuestiona.

¿Es correcta esta imagen? Los datos “desnudos” parecen estar de acuerdo con la visión marxista del proceso de mercado, en el que un pequeño número de capitalistas se hacen más ricos mientras el pueblo en general se empobrece cada vez más con el tiempo. De hecho, parece que la desigualdad ha explotado desde la Revolución Industrial. Podemos ver cómo explotó la desigualdad global desde 1820 en dos indicadores comúnmente usados de desigualdad: los índices Gini y Theil (gráfico 1)

Gráfico 1

Global InequalityFuente:  Milanovic (2009)

Sin embargo, un análisis más detallado de los datos disponibles sugiere otra cosa.

Primero, advertimos que la desigual de rentas en el mundo ha estado disminuyendo desde 1980. Esta disminución se debe principalmente a la introducción de reformas de mercado en China que causaron enormes aumentos en la productividad y notales tasas de crecimiento que sacaron de la pobreza a millones de personas. En otras palabras, 1.300 millones de personas están convergiendo hacia la renta media mundial.

Sin embargo la diferencias entre los más ricos y los más pobres aumentaron sustancialmente entre 1850 y 1980. Así que la respuesta sigue sin responderse: ¿es el capitalismo la causa?

Desigualdad dentro de las fronteras frente a desigualdad entre fronteras

A principios del siglo XIX, el coeficiente Gini era de 43, mientras que a principios del siglo XXI estaba cerca de 70 (el número cambia entre 65 y 70 dependiendo del origen de los datos).

¿Pero son comparables estas cifras? Para esta tarea tenemos que dividir los componentes del coeficiente de Gini en diferencias de renta dentro de las fronteras y diferencia entre fronteras.

A principios del siglo XIX, el 35% de la desigualdad global que aparecía en el índice Gini se debía a las diferencias entre fronteras nacionales. El mismo tiempo, el 65% de la desigualdad estaba generada por diferencias dentro de cada país. Pero a principios del siglo XXI, del 85 al 90% de la desigualdad se debía a diferencias entre fronteras nacionales, mientras que solo del 10 al 15% de la desigualdad se debía a diferencias de renta dentro de cada país.

En otras palabras, la principal fuente de desigualdad en el mundo ha cambiado de la desigualdad dentro de las fronteras a la desigualdad entre fronteras.

Esto es claramente un indicador de que la desigualdad no proviene del capitalismo, sino de la expansión del industrialismo y las instituciones de mercado en distintos lugares a distinto ritmo. Si la mitad del mundo adopta los mercados y la otra mitad no, está claro que el desarrollo del primer grupo hace al mundo más desigual, pero este hecho no nos dice nada acerca de la desigualdad en las áreas que adoptan las instituciones del mercado. De hecho, los datos disponibles apoyan precisamente esa hipótesis: la desigualdad entre los países ha aumentado de 15 puntos de Gini a 60-63 puntos de Gini, mientras que la desigualdad dentro de las fronteras ha caído de 28 puntos a 7-11 puntos (gráficos 2 y 3):
Gráfico 2

Global Inequality Disaggregated (Gini)

Fuente: Milanovic (2009)

Gráfico 3

Global Inequality Disaggregated (Theil)

Fuente: Milanovic (2009)

Tanto en el indicador Gini como en el Theil, la tendencia demuestra que la desigualdad entre fronteras aumenta mientras que disminuye la desigualdad dentro las fronteras hasta 1980. La última observación cambia la tendencia, como hemos señalado, en parte debido a la reciente incorporación de China y su fuerza laboral a la economía internacional.

La desigualdad es inevitable en las sociedades pobres

Podemos usar otra aproximación a la medición de la desigualdad si tenemos en cuenta los niveles de subsistencia. En sociedades preindustriales, la renta media era muy cercana al nivel de subsistencia, pero a medida que las poblaciones se alejan de la vida de subsistencia, el valor del índice Gini puede aumentar si el crecimiento de las rentas bajas no igual el crecimiento del nivel superior.

En otras palabras, cuanto más alta sea la renta máxima, mayor la desigualdad. El nivel de renta de subsistencia se establece en 300$:

Gráfico 4

Maximum feasible GiniFuente: Milanovic (2009) 

Gráfico 5

Maximum feasible Theil

Fuente: Milanovic (2009)

En 1820, la renta global media era solo el doble del nivel de subsistencia. Pero en 1980 la renta media era aproximadamente quince veces el nivel de subsistencia. Sin embargo, entretanto, la desigualdad, medida tanto por el índice Gini como por el Theil, estaba aumentando.

Branko Milanovic lleva esto un paso más allá. A partir de aquí, podemos comparar la “desigualdad viable máxima” con la medición de esta igualdad y obtener lo que se llama “relación de extracción”.

“Relación de extracción” es un término vago y da la impresión de que la riqueza es extraída en lugar de creada, pero la lógica detrás de la métrica es sensata: dada la cantidad máxima de desigualdad posible, ¿qué lejos está este punto máximo de su medición real?

Gráfico 6

Gini and Theil Extraction Ratios
Fuente:  Milanovic (2009)

Cuando se mide esta diferencia, vemos dos tendencias distintas dependiendo del indicador que elijamos. El indicador Gini nos muestra que la desigualdad ha decrecido ligeramente desde la revolución Industrial, pero su nivel permanece más o menos constante. El indicador Thiel, por el contrario, nos muestra una enorme disminución en la desigualdad desde que tuvo lugar la Revolución Industrial.

Conclusión

Mientras intentamos medir la desigualdad, vemos que, en primer lugar, está causada por la adopción irregular de las instituciones de mercado por todo el mundo. Si desagregamos los datos vemos que la desigualdad dentro de los países se ha desplomado, sugiriendo que las instituciones del mercado tienden a hacer a la sociedad más igual.

En el segundo caso, vemos que las sociedades preindustriales eran igualitarias debido a su baja renta. La disparidad de rentas solo puede producirse en sociedades ricas. Una vez consideramos seriamente los niveles de subsistencia, descubrimos que la desigualdad disminuye ligeramente en los últimos 200 años medida por el índice Gini o disminuye fuertemente cuando se mide con el índice Theil.

La afirmación de que los mercados son la causa del aumento de una desigualdad “insostenible” es ahora menos convincente que nunca.


Publicado originalmente el 31 de agosto de 2015. Traducido del inglés por Mariano Bas Uribe. El artículo original se encuentra aquí.

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