Entrevista a David Friedman: “Aprendí de mi padre a ser igualitarista”

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imagesDavid Friedman se acerca a nosotros con un paso calmo. En cuanto tiene ocasión se queja de que “aquí, en España, se come demasiado”. “¿Pero se come bien?” “Sí, muy bien, pero demasiado. Así no hay forma de adelgazar”. No es más alto que su padre, Milton Friedman, premio Nobel de Economía y que ganó fama mundial como defensor del liberalismo. El hijo también es liberal, pero defiende una versión más pura (o extrema), que no le otorga ningún papel al Estado. No ha venido a hablar de su “libertarianismo”, como se podría llamar a este anarquismo capitalista, sino a presentar la nueva versión en español de “Libertad de Elegir”, publicado por Gota a gota, y cuyos autores son sus padres. Nosotros le preguntamos, también, por su último libro.

Usted está aquí en Madrid y Barcelona para presentar Libertad de elegir. ¿Es este un libro para hoy o está ya pasado? ¿Es demasiado liberal o demasiado poco?
Creo que el primer libro popular de mi padre, que es Capitalismo y libertad, es todavía un libro para hoy. No creo que los asuntos hayan cambiado demasiado. Bueno, puede que las ideas liberales estén menos de moda hoy que hace dos meses y puede que estén de nuevo en boga en seis meses, ¿no?, pero las cuestiones principales no cambian.

Parece haber una nueva tendencia contra el liberalismo clásico, encarnado por su padre y por el Profesor Hayek.
Yo diría, más bien, que las mismas personas que estaban en contra del liberalismo hace un año ahora se han topado con un nuevo argumento con el que persuadir a la gente. No es la primera vez que nos enfrentamos a problemas creados por la acción del Gobierno, y que los partidarios de la actuación del Estado dicen que es todo culpa del libre mercado.

Sí. Porque todo el mundo apunta al libre mercado como causante de la actual crisis financiera.
No todo el mundo; sólo aquellos que favorecen la actuación pública…

En Europa, casi todo el mundo
Bueno, en Estados Unidos mucha gente también. Pero la gente que defendía el libre mercado antes sigue creyendo en él en la actualidad.

Pero el mercado financiero es uno de los más regulados
Los mercados financieros, sí. Y particularmente el mercado de hipotecas, en el que actuaba Fannie Mae. Esta empresa y Freddie Mac, que eran dos actores protagonistas de este mercado, eran nominalmente privadas, pero ambas fueron creadas por el Gobierno, ellos tenían la ventaja de que todo el mundo sabía que el Gobierno estaría detrás, con su dinero, si las cosas les iban mal. De este modo, tenían una ventaja muy clara sobre sus competidores ordinarios a la hora de pujar por los fondos con los que financiarse. Claro, en esas condiciones, acaparaban la mitad de las hipotecas de Estados Unidos.

De modo que esta situación era el resultado de la actuación del Gobierno. No hubieras tenido empresas tan grandes en un mercado verdaderamente libre. Si tienes una situación en la que año a año tienes una baja probabilidad de que pierdas. Si 19 de 20 años ganas, pero que el año que pierdes lo pierdes prácticamente todo, no es una buena perspectiva para una empresa privada.

¿Qué piensa del Plan de rescate? ¿No es este un paso hacia el socialismo en su país?
Probablemente no. Seguro que hay gente que cree que estos hechos demuestran que el capitalismo no funciona, como habrá quien piense lo contrario. Pero a largo plazo no creo que tenga un efecto duradero en los puntos de vista de los estadounidenses.

Hay un autor que usted probablemente conocerá, Robert Higgs, que afirma que el Estado aprovecha cualquier crisis para aumentar su poder. ¿Es esto así? ¿Podemos vernos en esta situación ahora?
Sí, claro que es así. La guerra es el ejemplo más claro de ello. Pero otros fenómenos también pueden favorecer que ocurra. Es difícil decir cuán grave es la actual crisis. Yo leo lo que dicen los periódicos, pero no veo a la gente hambrienta en las calles, ni saltando desde las ventanas ni nada de eso, de modo que puede que exageren un poco. He visto numerosas historias y entrevistas con directores de bancos locales que dicen no saber a qué viene tanta conmoción; que la gente sigue depositando su dinero y que ellos siguen concediendo hipotecas. De modo que parece que los problemas se centran, más bien, en gente de alto nivel.

¿Ha estudiado los planes económicos de Barack Obama?
No creo que nadie haya estudiado el plan económico de Obama, ya que no creo que se sepa cuál sea. He leído los escritos de sus ayudantes, y me he fijado con detenimiento en sus propuestas fiscales. Pero, más allá de ello, Obama ha estado más bien callado respecto de sus verdaderos planes económicos. Lo que podría tener sentido, claro está.

He discutido con cierto detenimiento sus propuestas fiscales en mi blog, y en particular el hecho de otorgar créditos fiscales. Resulta ambiguo, pero para ser justos, mucho antes que Obama ya existía esta ambigüedad. El Gobierno ha estado utilizando rebajas fiscales selectivas para subsidiar ciertas cosas.

¿Cuál es la principal lección que ha aprendido de su padre?
Una lección es la de tratar a todo el mundo como personas racionales. Hay varias formas en que uno puede ser igualitario. Una de ellas es coger dinero de una persona y entregárselo a otra. Y la otra es pensar que la gente pobre es tan racional como la gente rica. Cualquier persona, aunque no tenga una educación formal, es inteligente. Recuerdo a mi padre hablando de economía con el chaval de la estación de gasolina del sitio donde íbamos a veranear.

Recuerdo una de las cosas de las que más orgulloso estaba. En una ocasión acudió a una emisora de radio en Chicago, que tenía un presentador muy de izquierdas. Y, en el aire, mi padre le convenció de que las licencias debían ser subastadas. Y es que su argumento tenía más que ver con la libertad de expresión, ya que si era el Gobierno quien otorgaba las licencias, éstas irían siempre a los “chicos buenos”. Muchos años después, me lo encontré y tenía todavía mucha simpatía por mi padre, de modo que no era un truco, ni nada de eso.

Y muchas cosas. Mi padre decía habitualmente que si utilizabas la fuerza es que algo estás haciendo mal. No se refería a la política, sino a los objetos físicos. Si tienes que emplear la fuerza para hacer uso de ellos, es que seguramente lo estarás haciendo mal y los acabarás rompiendo.

De modo que son en realidad un montón de lecciones. Una de ellas es que él jamás discutía sobre quién era el culpable de tal o cual situación en la familia. Siempre diría “es mi culpa; mis hombros son anchos, lo pueden aguantar”. Y es que, en verdad, no tiene sentido darle vueltas sobre si el responsable de una situación es este o aquél o discutir al respecto. De modo que es más una actitud ante la vida más que una lección concreta.

Publiqué una novela, y después de que la escribiese, en realidad después de que la publicase, pensé que el personaje principal se podía parecer mucho a mi padre. Pero no pensaba en ello cuando la estaba escribiendo.

Ya veo. ¿Tiene el liberalismo algo que ofrecer a la amenaza del islamismo radical?
No lo sé. Pero espero que las ideas liberales subvertirán el islamismo radical como así lo hizo con el cristianismo en los siglos XVIII y XIX.

Usted ha publicado recientemente un libro, titulado Future Imperfect. Technology and Freedom un an Uncertain World (Futuro imperfecto. La tecnología y la libertad en un mundo incierto). ¿Es la tecnología un aliado de la libertad o…?
No es ni un aliado ni un enemigo. Algunos cambios tecnológicos tendrán un efecto beneficioso para la libertad, y otros harán más difícil su defensa. Es una de las cosas que discuto en los primeros capítulos. Menciono dos tipos de nuevas tecnologías. La primera de ellas es todo lo que se refiere a la actividad on line y a la encriptación, lo que potencialmente le ofrece a la gente un mayor nivel de privacidad que el que hayan conocido, y que hace que para el Estado le sea más difícil controlarnos. Por el otro lado, las tecnologías de seguimiento, reconocimiento de rostros, lo que resulta en menos privacidad de la que antes gozábamos y en mayores posibilidades de que el Estado nos controle.

¿Tiene sentido la propiedad intelectual? ¿Debería el Derecho protegerla?
No lo sé. Hay argumentos válidos a favor y en contra.

Pero ¿no tiene usted una posición fijada al respecto?
No. Lo que yo discuto en el libro es que hay ciertos tipos de propiedad intelectual devendrán no protegibles, simplemente porque resultarán muy difíciles de proteger por el desarrollo de la tecnología; es el caso de la información digitalizada. Pero eso no tiene nada que ver con que no debas proteger ciertos derechos porque no puedas, sino con que no deberías intentar hacerlo si, efectivamente, no puedes.

Aquí, en España, hay un impuesto sobre ciertos objetos (CDs, PenDrives…) que tienen la capacidad de transmitir o guardar información digital; es lo que se llama el “canon digital”.
¿También a los discos duros?

A los discos duros por supuesto. Teléfonos móviles, DVDs, etcétera. Y entonces lo recaudado se le entrega a una asociación privada que luego distribuye lo recaudado a los autores. La idea es que estos autores han dejado de ganar dinero?
¿Cómo saben cuánto ha perdido cada autor?

Es difícil de saber, porque esta institución no ha sido un modelo de transparencia. Pero la idea es que cuanto más vendes, más pierdes en el mercado.
Pero ¿cómo puedes saber cuánto pierde cada uno por causa de la copia?

Bueno, en realidad no hay modo de saberlo.
No sé cómo lo hacen, pero yo sospecharía que la gente que a ellos les gusta recibe más dinero que aquellos por los que no tienen una simpatía.

Muchas gracias.


Tomado de Austroanarquistas.com, el artículo se encuentra aquí.

 

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