El esfuerzo de caja tributario y el aumento del impuesto del valor agregado en Colombia

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En Colombia la “Comisión de Expertos para la Equidad y Competitividad Tributaria”ad honorem” propuso un aumento del Impuesto del Valor Agregado (IVA) del 16% al 19%. Esto ha generado malestar y la discusión y la conciencia de los efectos que implican los impuestos. Es así como es importante exponer, además del aumento del precio para los consumidores, la disminución de rentabilidad para los productores, los efectos en materia de flujo de caja de este impuesto. Es decir, uno adicional que suelen “contar” los “contadores” pero que poca atención prestan los economistas mainstream que hacen “gimnasia mental”.

¿Cómo nos afectan los impuestos en general y el IVA en particular?

 La ciencia económica ya ha denunciado en muchas oportunidades lo nefastos que son los impuestos para el devenir económico. Los impuestos son, también, la mayor muestra de injusticia económica donde se carga a unos los beneficios de otros: ¡esclavitud proporcional! También los economistas saben cómo los impuestos hacen más oneroso tanto el trabajo como el consumo, teniendo la posible consecuencia de desincentivarlos. Los economistas tradicionales hablan de “pérdidas irrecuperables de eficiencia” con complejos gráficos e integrales. Sin embargo, esto simple y llanamente quiere decir que desincentivando el trabajo se hace más oneroso producir, y bueno, las consecuencias de las decisiones humanas son “no-lineales” y se transfieren a toda la comunidad.

El Impuesto al Valor Agregado consiste, básicamente, en que se le exige a un vendedor que cobre un valor adicional a sus clientes. Valor que será consignado en las arcas públicas para financiar los servicios de la burocracia. Se trata de uno de los impuestos que mayor descontento genera. Inclusive, la supuesta “lucha de clases” propuesta por el “iluminado” llamado Karl Marx parece desaparecer en estos casos. Es decir, el “obrero oprimido” se une con el “patrono opresor” contra el “estado de bienestar”. Sin embargo, es el favorito de los hombres de estado porque permite exprimir con mayor facilidad los bolsillos de los contribuyentes para pagar… “el bien común”.

Del Impuesto al Valor Agregado IVA se sabe que necesariamente afecta al consumidor: tiene que pagar más por la misma cantidad de bienes. Como no se grava un bien sino varios, toda la canasta de bienes que compra se ve afectada. Así que el consumidor tendrá que reducir su beneficio. De esta forma habrá algunos productos que el consumidor no podrá pagar. ¿Qué pasa entonces con el empresario? Que para no perder a la clientela no podrá subir el 100% del nuevo impuesto sino una cantidad. Eso implicará que tendrá una reducción en sus márgenes. Una reducción en sus márgenes puede implicar despidos, menor consumo, entre muchas otras. Se trata de ¡pobreza agregada!

¿Existe una consecuencia adicional para los empresarios además de ganar menos? ¡Esfuerzo de caja!

El dinero es un bien escaso (bueno “excepto” el Bolívar venezolano que es tan abundante que los encuentran en la basura Cfr La hiperinflación caso Venezuela.) y el manejo del dinero dentro de una empresa se conoce como “ciclo de caja”. Un “ciclo de caja” es básicamente la compra del insumos, la producción del producto, su venta, el cobra a clientes y el posterior pago a proveedores para comprar productos y así sucesivamente (Cfr Más información de los detalles). Dinero que ingresa y dinero que sale y su duración, eso es esencialmente un ciclo de caja. Toda familia y empresa tiene un ciclo de caja y, como no es automático, su administración requiere lo que aquí denominaremos  “esfuerzo de caja”. “Esfuerzo de caja” es el costo que tiene administrar el ciclo de caja, de cobrar y pagar. ¿Cómo hago para pagar las obligaciones de este mes si me van a pagar el otro? Un empleado usualmente encuentra garantizado su salario, así que su “esfuerzo de caja” es menor. Un empresario, por el contrario, suele tener certeza de sus deudas pero no de sus ingresos. Por eso como dicen algunos entre ellos Mises, el empresario es en cierto sentido un aventurero, un explorador.

Todo este manejo de los recursos monetarios es lo que se conoce empresarialmente como “proceso financiero”. Y toda el área del análisis financiero busca herramientas para optimizar esta serie de Cajamanejos. Por ejemplo, por el análisis financiero sabemos que ninguna empresa –en promedio- paga el mismo día que le cobran. De hecho pueden demorarse bastante, algo que incluso puede medirse con los denominados ratios financieros. Esto lo aprendí con la experiencia y luego lo estudié. Es un hecho. Esto es parte del ciclo de caja que no es automático, es decir, el dinero no llega inmediatamente después de cobrar…

Ahora bien, ¿cómo afecta el IVA el ciclo de caja? En Colombia, los agentes del “régimen común” deben recaudar el IVA o al momento de facturar (lo llaman causación) o al momento de recibir el pago. Pero, ¿Acaso el cobro de una obligación no se demora? ¡Claro que se demora! Pero, ¿Acaso no se debe inmediatamente el impuesto? ¿Acaso no existe un riesgo de incumplimiento por parte del proveedor? Los plazos de la consignación del impuesto varían en la ley colombiana, pero ¿son realistas esos plazos con la realidad de la rotación de una cartera? Puede haber dos casos o que se reciba el IVA antes del plazo o que se reciba después del plazo. Lo común claro está es el segundo caso…

Muchas personas caen en la falacia que haber recibido un IVA hoy y pagarlo en 2 meses es motivo de intereses ¿Será? Si se trata de un pequeño empresario, para evitar problemas de caja –porque los impuestos tienen prelación en el pago- tendrá que a) guardar ese dinero en un CDT para ganar un mínimo interés, b) Tenerlo debajo del colchón -que básicamente implica pérdidas-. ¿Podría traerle utilidades? ¿Sería prudente arriesgarlo? A mí lo que me parece es riesgoso porque, aunque el estado no lo crea, existen otras obligaciones mucho más urgentes. La empleada que depende de su salario, o el mismo empresario que también come. La función del dinero es la de liquidez y conservar el dinero también tiene un costo.

Pero el caso más común no es tener que pagar el IVA hoy sin haber recibido lo que se facturó. Esta es mucho más compleja que el dilema anterior del empresario.  Pongamos un ejemplo sencillo el proveedor va a pagar en un mes pero se debe el IVA hoy ¿qué hacer?  Una opción es solicitar un préstamo que usualmente vale más que el CDT. Adicionalmente, en lo que se conoce como “Valor Actual Neto” se presentaría una pérdida. ¿Por qué? Es preferible tener 100 hoy que 100 en un mes. Eso significa que si pago 100 hoy y los cubro con 100 de mañana estoy perdiendo ¿cuánto? Lo que me cueste conseguir los 100 el día que tengo que pagar el IVA, en otras palabras los intereses por endeudarse para pagar.  Además de disminuir las utilidades, el IVA aumenta los costos… ¿Emprendería a sabiendas de esta situación? Veámoslo en la práctica…

¿Cómo funciona el pago del IVA en la práctica colombiana?

ImpuestosLo mejor es explicarlo con un ejemplo. Alberto inicia su negocio en el área de la informática. Se beneficia de los programas de “emprendimiento” que terminan resultando en una forma de vincular a los emprendedores al perverso sistema del IVA. Bueno, eso sin contar que Alberto sabe de informática, como cualquiera sabe que paga lo que consume y cobra por sus servicios. La forma de cobrar y pagar de una persona del común ignora completamente todo ese sistema de formalidades contable-tributarias. Un muy buen padre de familia puede llevar las cuentas de un hogar rigurosamente sin acudir a las normas de contabilidad. Más allá de saber lo que debe y lo que tiene, a nadie se le puede exigir, ni siquiera siendo profesional que sepa contabilidad (Excepto a un contador claro).

Pero ¿por qué se enteró Alberto? Alberto por un desconocimiento más allá de lo que sabe hacer –o sea programar- se le olvidó que tenía “obligaciones pertenecientes al régimen común”. En medio de costosas asesorías por contadores Alberto consigue saber las consecuencias de las “obligaciones” tributarias. El estado tiene sus mecanismos de coacción se arriesga a pagar sanciones, intereses de mora y denuncias por “omisión de agente retenedor”. Eso sin contar con los embargos de la Dirección de Impuestos que no respetan los mínimos del Código Civil sobre la parte inembargable, ni mucho menos el denominado “mínimo vital”. Aquí no valen las “generosas” tutelas (recurso de amparo en Colombia).

Tener que pagar IVA a Alberto le implicará en general (pues los clientes tardan en pagar) un endeudamiento y una pérdida en términos de “Valor Actual Neto”.  Una pérdida de “Valor Actual neto” implica también una desvalorización de su negocio en términos de análisis financiero. Esto pues “intuitivamente hablando” cuesta más producir lo mismo. Adicionalmente, Alberto tendrá que pagar un contador y costosas asesorías en dinero que pudo haber invertido en inversiones. En términos de la teoría de la firma de Coase, su empresa disminuirá su rentabilidad tanto a nivel financiero como por los nuevos costos de transacción.

Ahora bien, un aumento del IVA si se sigue un análisis riguroso de los efectos en términos de “Valor Actual Neto” conllevaría una desvalorización general de las empresas. Adicionalmente, como se busca gravar más productos, se está imponiendo a otros empresarios un esfuerzo de caja mayor. Sin contar con los costos de asesoría tributaria, sin contar con las actualizaciones que no duran nada. La Bolsa de Valores de Colombia ya muestra una desvalorización de más del 23% durante todo el 2015. Pocas acciones subieron y una de las que lo hizo, ISAGEN se debe a efectos especulativos. Los efectos de un aumento en el IVA permitirían predecir una mayor desvalorización de los indicadores de la BVC si todo lo demás permanece constante (ceteris paribus). Eso sin contar los negocios que se abortan, y las grandes empresas que buscan países con menores “tasas efectivas de tributación.”.

¿A cambio de qué un aumento del IVA?

filas impuestos
A esto se dedican los “contribuyentes”… Los más pequeños claro…

Cuando estudié tributario me decían que tuviera “fe” en que el uso de los recursos públicos. Al fin y al cabo, de los recursos públicos únicamente se roban el 30%. Hay que ver el vaso medio lleno. Bueno eso sin contar que hay multimillonarios contratos, burocracia con funcionarios que ganan mucho más que cualquiera a cambio de, proyectos inútiles de repartir volantes feos, el despilfarro en publicidad de “Bogotá Humana”, “Antioquia la más educada”, el “Boletín del Consumidor”, “La Paz es posible”, etc. ¿Será ese el precio de la “paz” que tanto promueve el gobierno? ¿Será justo reparar a las víctimas con el dinero de las víctimas?

El caso es que aun existiendo algún beneficio de parte del estado, los impuestos no son una medida justa de ese beneficio. No lo son porque no están respondiendo al cálculo económico, al intercambio sino a la arbitrariedad del “legislador”. No lo son porque autores como Hayek, Mises, incluso el mismo Tomás de Aquino, entre otros han denunciado la imposibilidad de conocer las múltiples variables a la hora de fijar un precio. Por eso, así haya algún beneficio las tasas de tributación no son justas porque les es imposible conocer cada circunstancia. La tributación justa es imposible de la misma manera que lo es el socialismo, ¡se distorsiona el cálculo económico! Por tal motivo, como diría Rothbard hay dos tipos de labores del estado, unas que deben desaparecer y otras que deben privatizarse…

Muchas preguntas se generan con respecto a este tema. La idea central era presentar una opinión fundamentada acerca de por qué el IVA -además de los nefastos efectos que ya presenta- implica un mayor costo en la gestión empresarial. Adicionalmente, se cuestiona el para qué de esas decisiones que parece fútil, sin contar con un cómo que está generando ineficiencias e injusticias…

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