¿Las sentencias duras están incrementando las tasas de homicidios?

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Are Harsh Sentencing Laws Driving up Homicide Rates? En años recientes, ha habido una creciente conciencia de que Estados Unidos encarcela a un porcentaje mucho mayor de su población que muchas otras naciones. Mucho de esto se debe al hecho de que lo que llamamos delito en EEUU a menudo no conlleva prisión en las naciones de la UE.

Por ejemplo, en EEUU, se usan habitualmente penas de cárcel para traficantes ocasionales de drogas. Según un estudio realizado por el Vera Institute of Justice, esas sentencias raramente se imponen para faltas sobre drogas en Alemania y Holanda.

Esto es verdad incluso para delitos más graves. El informe indica:

En la mayoría de los casos (incluso para delitos relativamente graves, como robo, atraco u otros delitos considerados como criminales en Estados Unidos) los fiscales evitan la acusación con penas de cárcel o los jueces sancionan a los delincuentes con multas, suspensiones de condena o servicios comunitarios. Tanto en Holanda como en Alemania, las multas se usan extensamente como sanción principal.

Esto refleja una diferencia básica en EEUU. En EEUU, la prisión es la sanción principal en muchos casos, llevando a una población reclusa inusualmente grande:

Jurisdicciones a lo largo de EEUU y en todo el mundo tratan de responder las mismas preguntas básicas con respecto al papel del castigo en sus sistemas de justicia penal: ¿Quién debería ser castigado? ¿Cómo debería penarse a los delincuentes? ¿Bajo qué condiciones? ¿Durante cuánto tiempo? Esta preguntan no se responden uniformemente en modo alguno. Dentro de EEUU, la tasa de encarcelamiento y la proporción de delincuentes sentenciados a prisión y supervisión comunitaria difieran de estado a estado. De hecho, la tasa de encarcelamiento en prisiones estatales en EEUU va de los 147 por 100.000 residentes en Maine a los 865 por 100.000 residentes en Luisiana. La tasa general de encarcelamiento en Estados Unidos, incluyendo la población reclusa y federal es de 716 por 100.000 residentes. La comparación con las tasas europeas es asombrosa: 79 por 100.000 residentes en Alemania y 82 por 100.000 residentes en Holanda están en prisión.

El uso y venta de drogas prohibidas constituye una mayoría de la población reclusa de EEUU. Si incluimos delitos de inmigración y la categoría de extorsión, fraude y soborno, la población no violenta en prisión es de casi el 68% de los reclusos y por tanto de casi un 68% de todas las personas con historial delictivo. Otros delitos no violentos se esconden en el resto categorías como “otros”, que incluye un amplio rango de delitos castigados con cárcel como no pagar impuestos de automóviles o perderse en una tormenta de nieve.

Types of OffensesFuente: Oficina de prisiones, febrero de 2009.

¿Aumenta la violencia el uso extensivo de las penas de prisión?

Pese a la sentencia formal dictada por un juez, una sentencia a prisión es una sentencia de por vida. El simple hecho de ser calificado como delincuente quita a la persona casi todas las formas de oportunidades de empleo. Los delitos no violentos median de tres a cinco años combinados de prisión y libertad condicional. Incluso si los empresarios ignoraran un historial previo en prisión de una persona en sus decisiones de contratación, el largo tiempo ausente del mercado laboral es importante, mientras que la renta perdida durante el encarcelamiento frecuentemente resulta irrecuperable. Ser un invitado del Estado a menudo conlleva una sentencia adicional de pobreza perpetua inducida por el estado.

La misma prisión es una experiencia deshumanizadora. Confinar a la gente en condiciones degradantes genera una actitud y comportamiento distintos. Debido a la filosofía de aislamiento como medio de castigo, las personas expuestas a ese entorno desarrollan patrones de comportamiento y mentalidades enormemente diferentes de las necesarias para funcionar en la sociedad civil. Estas personas son luego lanzadas de vuelta al público general y integradas mediante inútiles hogares intermedios en las que la red social de exconvictos continúa estado dominada por otros exconvictos desempleados.

De hecho, tanto dentro como fuera de los muros de las prisiones, los criminales convictos que son incapaces de encontrar empleo a menudo acaban dedicando sus mejores años a aprender nuevas actividades y comportamientos criminales  que solo perpetúan esos comportamientos criminales .

A su vez, esto ha llevado a un fenómeno en el que encontramos una enorme correlación entre tener un pasado penal y ser víctima de un homicidio.

La estadísticas en varias grandes áreas metropolitanas, incluyendo  Milwaukee, Baltimore y Newark, han demostrado una clara conexión entre ambas coas. Según USA Today:

En Milwaukee, los líderes locales crearon una comisión de homicidios después de que un repunte en la violencia llevara a un aumento de 39% en asesinatos en 2005. El grupo recopiló estadísticas sobre historiales de víctimas por primera vez y descubrió que el 77% de las víctimas de homicidios en los pasados dos años tenían una media de casi 12 arrestos. (…) Philadelphia también ha visto que aumenta el número de víctimas con pasados criminales (hasta el 75% este año desde el 71% en 2005). En Newark (…) aproximadamente el 85% de las víctimas muertas en los primeros seis meses de este año tenían historiales criminales, igual porcentaje que en 2005, pero superando el 81% del año pasado, según muestran las estadísticas de la policía.

¿Una relación entre encarcelamiento y homicidio?

¿Entonces el ciclo de encarcelamiento y empobrecimiento lleva realmente a delitos más graves? Dados los impactos económicos de una sentencia a prisión y por tanto la mayor probabilidad de que uno continúe asociándose con otros que tienen historiales delictivos, es factible que el uso extendido de prisiones para tantos delitos estimule la formación de enclaves sociales violentos fuera de prisión.

Esto a su vez nos lleva al hecho de que un número desproporcionado de víctimas de homicidios tiene historiales criminales.

En realidad, si buscamos una conexión entre tasas de encarcelamiento y tasas de homicidio en los estados de EEUU y los países europeos, encontramos una clara correlación (ejes x e y: n por 100.000):

Homicide vs Incarceration RateEste gráfico compara la tasa de homicidio de los cincuenta estado y varias naciones del oeste y centro de Europa. La tasa de encarcelamiento de EEUU es de 716 por 100.000, comparada con la media de las naciones del oeste y centro de Europa, que es de 102.

Hacer comparaciones entre países y estados sobre homicidios es muy problemático y pueden entrar en juego diversos factores. Es difícil ver conexiones claras entre homicidios y otros factores, como propiedad de armas de fuego. Además uno podría verse tentado a afirmar que las tasas de encarcelamiento son más altas porque los estadounidenses son más violentos debido a otros factores externos. Sin embargo, dada la prevalencia de los historiales delictivos entre las víctimas de homicidios y la propensión estadounidense a crear grandes números de personas que hayan pasado tiempo en prisión, puede valer la pena un segundo vistazo a cómo nuestra inmensa población reclusa pueda ser un factor contribuyente a la actividad criminal violenta general. Puede ser solo otro ejemplo de uno de los intentos del estado para “protegernos” que ha ido mal.


Publicado originalmente el 2 de febrero de 2016. Traducido del inglés por Mariano Bas Uribe. El artículo original se encuentra aquí.

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