La larga historia del gobierno entrometiéndose en el mercado estadounidense

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The Long History of Government Meddling in the American MarketplaceAunque las causas de las crisis económicas recurrentes a lo largo de toda la historia de EEUU y a menudo expandiéndose en todo el mundo no pueden demostrarse usando medios empíricos, las regulaciones públicas opresivas que favorecen intereses especiales en sectores relevantes han precedido a todas las crisis.

Normalmente, el capitalismo de compinches implica el apoyo de políticas a cambio de regulaciones que nieguen a otros la libertad de competir con los intereses monetarios (por ejemplo, monopolios). La menor competencia lleva a costes más altos y peor calidad. Reduce crecimiento económico, salarios, innovación y productividad. Los intentos de controlar el crecimiento económico a través del gasto público o la manipulación de los tipos de interés (por ejemplo, estimular el crecimiento con tipos bajos) generalmente lleva a crisis más graves.

Ninguna de estas cosas es un fenómeno reciente, sino que puede encontrarse una y otra vez a lo largo de la historia estadounidense.

Mercantilismo

Después de la Guerra de Independencia, cuando la economía agraria estaba empezando a industrializarse, los políticos siguieron un mercantilismo al estilo británico, incluyendo colonialismo contra los nativos y regulaciones que bloqueaban la competencia en la banca y las manufacturas. Se generaron pánicos financieros y depresiones bajo un banco nacional en 1792 y entre 1819-21 y con bancos regulados por el estado en 1837-43 y 1857-59.

La Guerra de Secesión fue una disputa entre los republicanos que refresentaban a los fabricantes del norte que bloquearon el libre comercio con aranceles de importación contra Europa y los demócratas que representaban a las plantaciones agríclos del sur que rechazaban reemplazar la esclavitud con mecanización utilizando los costosos bienes del norte.

Monopolización

La “edad dorada del capitalismo” transformó la economía de agrícola a industrial, liderada por los “magnates ladrones” que cabildeaban principalmente a los republicanos. El gobierno ayudó a crear monopolios de ferrocarriles con préstamos a bajo interés, concesiones de terrenos y privilegios especiales de frontera. Los ferrocarriles formaban un conglomerado que monopolizaba mucho del resto de al economía al favorecer a los grandes clientes por encima de los pequeños (por ejemplo, la Standard Oil de Rockefeller por encima de los granjeros), grandes proveedores (por ejemplo, Carnegie Steel) y grandes bancos (por ejemplo, J.P. Morgan).

Tanto ferrocarriles como banca (incluyendo tanto bancos nacionales como estatales) estuvieron implicados en graves pánicos financieros en 1873-78 y 1893-97, que se produjeron durante la Larga Depresión de 1873-96 y otro pánico en 1901. La regulación bancaria llevó al pánico de 1907.

Durante la era progresista, EEUU usó la regulación para crear muchos de los monopolios actuales. De 1906 a 1910, los republicanos lideraron los intentos de crear monopolios de servicio público de electricidad y gas natural regulados por el estado y los oligopolios Siete Hermanas del petróleo y la medicina. En 1913, los demócratas aprobaron el monopolio telefónico y crearon el monopolio bancario de la Reserva Federal (es decir, que regula los bancos). Después de la Primera Guerra Mundial, la Fed aumentó los tipos de interés, lo que llevó a la depresión de 1920-21, que hizo quebrar a muchas empresas y llevó a oligopolios en las manufacturas, incluyendo el sector del automóvil.

Gracias a estas nuevas fronteras en una economía regulada, en la década de 1920 solo 200 corporaciones controlaban más de la mitad de toda la industria de EEUU y el 1% más rico de la población poseía en 40% de la riqueza de la nación. Como en tiempos recientes, la Fed respondió proporcionando crédito baratoc on tipos bajos de interés, lo que llevó a una mayor deuda de consumidores y empresas, inversiones antieconómicas y arriesgadas y activos inflados, incluyendo precios de acciones (aumentando más la disparidad de riqueza). Después de que la Fed tratara de aumentar los tipos de interés, el resultado fue el gran crash de la bolsa de 1929.

Nacionalización

Durante la década de 1930 el crash llevó a la Gran Depresión, la peor crisis financiera en la historia de EEUU y luego se extendió globalmente desde la mayor economía mundial, aunque con menos gravedad en el extranjero. Los demócratas, encabezados por el presidente Roosevelt (FDR) y apoyados por banqueros, agricultores, petroleras y trabajadores, trataron de redistribuir la riqueza limitando la competencia mediante expropiaciones públicas, incluyendo los sectores de transporte por carretera, aerolíneas y vivienda y restringiendo la oferta de alimentos y petróleo. Esto llevó a una depresión global continua y a la Segunda Guerra Mundial, que fue financiada con deuda.

Finalmente, el auge de la posguerra o “edad de oro del capitalismo” vio un desmantelamiento de las regulaciones de tiempo de guerra y crecientes oportunidades, especialmente en las manufacturas (como en China hoy). Durante la reconstrucción global, EEUU se convirtió en el líder económico mundial con un crecimiento aproximado del 4%, incluso con tipos de interés aumentando, deuda decreciendo y altos impuestos. Aunque la disparidad de riqueza era históricamente baja, los demócratas aumentaron la regulación de los productos de primera necesidad, llevando a los altos costes actuales.

FDR había tomado dinero de los contribuyentes para subvencionar los préstamos en el interior, incluyendo garantías de la Federal Housing Administration (FHA) y el aseguramiento del monopolio del mercado secundario de hipotecas de Fanny Mae desde 1938 (y los demócratas añadieron Freddie Mac para crear un duopolio en 1970). Después de la guerra, las subvenciones llevaron a una demanda insostenible de casas más caras y grandes, expansión urbana y escasez de vivienda asequible.

FDR también tomó dinero de los contribuyentes para subvencionar los cultivos agrícolas favorecidos, lo que desanimaba los cultivos alternativos. Después de 1946, los demócratas aumentaron las subvenciones, llevando a precios inflados para los terrenos agrícolas. Desde 1973, EEUU ha subvencionado excesos de producción de alimentos, llevando a exportaciones a pérdida que retrasan el desarrollo económico en el mundo subdesarrollado y a biocombustibles antieconómicos protegidos por aranceles contra el etanol brasileño (hasta 2012). FDR había llevado al apoyo a la nacionalización de empresas petroleras (por ejemplo, en México) y al gasto militar para defender a dictadores en países ricos en petróleo (por ejemplo, Arabia Saudita).

En 1965, los demócratas lideraron la nacionalización de aproximadamente la mitad de la atención sanitaria mediante el Medicare y el Medicaid. Estos programas, y el posterior Obamacare, subvencionaron una mayor demanda mientras que se restringía la oferta de doctores y hospitales. La crisis de la atención sanitaria resultante llevó a disparar los costes a casi el triple de los de otros países desarrollados.

Pseudo-desregulación

La terrible estanflación de la década de 1970 se considera ligada a la segunda peor crisis financiera en la historia de EEUU. La Fed respondió a la inflación aumentando los tipos de interés, lo que llevó a la Gran Recesión de principios de la década de 1980, que llevó a la crisis de las cajas de ahorro y se expandió como la crisis de la deuda latinoamericana. Desde entonces, la Fed ha estado rebajando los tipos en general.

Entretanto, los políticos afirmaban estar intentando aumentar la eficiencia de costes mediante privatización de sectores públicos y estimular la competencia mediante una desregulación parcial de los sectores privados. En todo el mundo, los políticos permitían a los monopolistas escribir las normas, incluyendo la negociación de las ventas preferenciales a compinches, lo que llevó a monopolios desregulados aún peores.

La desregulación se limitó principalmente a sectores de transporte común, incluyendo las aerolíneas en 1978, el transporte por carretera en 1980, las telecomunicaciones en 1996 y la electricidad y el gas natural durante la década de 1990 y también la banca en 1999. Por ejemplo, los estados permitieron que los servicios públicos crearan planes chapuceros de comercio, conseguir acceso preferente a las líneas de transporte y vender activos a filiales por centavos por dólar.  La desregulación declinó después de que las manipulaciones llevaran a la crisis de la energía de California de 2000.

Corporativismo

Después de las crisis de la energía y el estallido de la burbuja de Internet en 2000, los republicanos de los grandes negocios y los demócratas del gran gobierno practicaron el corporativismo. El Comité de Presupuesto de la Cámara de EEUU explica: “En demasiadas áreas de la economía (especialmente en energía, vivienda, finanzas y atención sanitaria), la libre empresa ha dado paso al control público en unión con unas pocas empresas grandes y bien relacionadas políticamente”.

En 2003, las regulaciones llevaron a una mayor producción de etanol a partir del maíz, pero después de que eso llevara a la crisis alimentaria de 2007-08, el crecimiento se detuvo por orden de que el combustible se hiciera con celulosa cara de procesar.

Entretanto, George W. Bush promocionaba préstamos vivienda garantizados mediante el duopolio de Fannie y Freddie y los grandes bancos de la Fed, mientras animaba a la Fed a rebajar los tipos de interés, llevando a una burbuja en la propiedad de viviendas y precios. Poco después de que la Fed empezara a aumentar los tipos, estalló la burbuja que llevó a la crisis de las hipotecas subprime de 2007-09, la crisis financiera de 2007-08 (considerada empatada como la segunda peor crisis financiera en la historia de EEUU), la crisis del automóvil de 2008-10 y la Recesión Global de 2008-12.

En 2010, Dodd Frank dio a los políticos más supervisión sobre los grandes bancos de la Fed, aumentando el tráfico de influencias y los riesgos de crisis. La Fed ha estado prestando billones de dólares a tipos bajos de interés a los grandes bancos. Los tipos más bajos pueden animar la ingeniería financiera, como las fusiones, que permiten a los banqueros y ejecutivos de corporaciones a extraer beneficios a las grandes empresas, que reciben un trato fiscal preferencial, especialmente en el extranjero. Desde 1998, el sector financiero ha gastado más de 6.000 millones de dólares cabildeando en el Congreso.

El Banco de Pagos Internacuionales, llamado el “banco de los banqueros centrales” advierte que está llegando otra crisis global de deuda y que la trampa de la deuda es ahora incluso peor que antes de 2007.  EEUU ha llevado a muchas naciones a continuar rebajando los tipos de interés y acumular deuda privada y pública. Ahora bien, una economía que se ralentiza podría hacer tóxica la deuda y llevar a una crisis financiera que se apresuraría al aumentar la Fed los tipos. El Banco advierte: “Es irrealista y peligroso esperar que la política monetaria pueda reparar todos los males de la economía global”.

El Obamacare podría permitir a las burocracias controlar los tratamientos de pacientes y sus precios, mientras son cabildeadas por el sector. Desde 1998, los intereses médicos han gastado 6.000 millones de dólares cabildeando en el Congreso.

La solución del libre mercado

Hoy no hay partido que esté a favor de la verdadera privatización o de los mercados libres. Los republicanos están a favor de la monopolización, aunque afirmen apoyar los mercados libres y acusen a los demócratas de las crisis por sus latos impuestos y regulaciones. Los demócratas están a favor de la nacionalización, mientras culpan de las crisis a los inexistentes mercados libres. Entretanto, muchos estadounidenses parecen estar abrazando el nacionalismo regulatorio del capitalista de compinches Donald Trump o el socialismo democrático de Bernie Sanders.

Sin embargo la solución es sencillamente quitar tanto poder como sea posible del control de políticos corrompibles y sus apoyos con intereses especiales.

 

Publicado originalmente el 29 de febrero de 2016. Traducido del inglés por Mariano Bas Uribe. El artículo original se encuentra aquí.

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