El “ciclo económico” tal como se explicaba en 1755

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[De An Essay on Economic Theory, traducido del Francés al Inglés por Chantal Saucier, editado por Mark Thornton]

Resumen: Cuando el banco nacional del gobierno infla la oferta de dinero mediante el aumento del suministro de billetes de banco, reduce la tasa de interés y puede aumentar el precio de las acciones. Este es un proceso corruptor, y al redimir los billetes, el precio de las acciones cae y puede dar lugar a “corridas” bancarias y al caos económico. Esto es lo que se conoce ahora como el “ciclo económico”.

El Banco Nacional de Londres está compuesto de un gran número de accionistas quienes eligen una junta directiva para manejar sus operaciones. Su tarea principal consistía en hacer la distribución anual de las ganancias provenientes de los intereses sobre préstamos hechos con dinero de los depósitos bancarios. Más tarde la deuda pública, sobre la cual el Estado paga un interés anual, también se incorporaría a esta tarea.

A pesar de esta sólida base, una vez que el banco había desembolsado grandes sumas al Estado y los titulares de los billetes tuviesen la aprehensión de que el banco pudiera estar en dificultades, se producía una “corrida” bancaria, y los titulares de los billetes corrían en masa a retirar su dinero. Esta misma cosa ocurrió durante el colapso de la Compañía del Mar del Sur en 1720.

Los refinamientos introducidos para apoyar el banco y limitar su descrédito fueron: establecer primero un número de empleados para contar el dinero de aquellos que traían los billetes; pagar grandes cantidades en monedas de seis peniques y chelines para ganar tiempo; [i] y pagar parcialmente a los tenedores individuales, especialmente a quienes habían estado esperando todo el día por su pago.

Sin embargo, las cantidades más considerables eran pagadas a los amigos, quienes las llevaban y secretamente las traían de vuelta al banco sólo para repetir la misma maniobra al día siguiente. De esta manera, el banco guardaba las apariencias y ganaba tiempo hasta que el pánico disminuyese. Pero cuando esto no era suficiente, el banco abría una suscripción de acciones, involucraba a gente confiable y solvente para que participaran como garantes de grandes sumas, a fin de mantener el crédito y la circulación de los billetes de banco.

Fue por este último refinamiento que el crédito del banco se mantuvo en 1720 cuando la Compañía de los Mares del Sur se derrumbó. Tan pronto como se sabía públicamente que personajes ricos y poderosos estaban en la lista de suscripción, la corrida contra el banco cesaba y los depósitos volvían como de costumbre.

Si un Ministro de Estado en Inglaterra, [ii], buscando reducir la tasa de interés, o por otras razones, aumenta el precio de la acciones públicas en Londres, y si tiene suficiente crédito con los directores del banco para llegar a emitir tal cantidad de billetes sin respaldo (bajo la obligación de indemnizarlos en caso de pérdida), pidiéndoles que utilicen esos billetes para comprar varios lotes de acciones públicas, el precio de estas acciones se incrementará debido a dichas operaciones.

Y aquellos que han vendido acciones, viendo que los altos precios continúen, tal vez se decidirán a volver a comprar a un precio superior al que vendieron, para no dejar sus billetes quietos, creyendo los rumores de que la tasa de interés iría a caer y que el precio de las acciones se elevaría más. Si varias personas imitan a los agentes de los bancos y compran estas acciones, con la esperanza de lucrarse como ellos, los fondos públicos se incrementarán en precio hasta el punto que el ministro desee. Y puede ocurrir que el banco hábilmente venda a un precio superior todas las acciones compradas a petición del ministro, y no sólo logrará una gran utilidad en ello, sino que además podrá retirar y cancelar todos los billetes que se emitieron en forma extraordinaria.

Si el banco por sí sólo hace que el precio de las acciones públicas suban mediante la compra, también hará que caiga cuando venda a fin de cancelar los billetes que emitió en forma extraordinaria. Sin embargo, muchas personas suelen seguir a los agentes del banco en sus operaciones y contribuyen a mantener un precio alto. Algunos quedan atrapados debido a que no entiende estas operaciones, en las que se encuentran un infinito número de refinamientos, o más bien de engaños, los cuales están por fuera del tema que hoy tratamos.

Es entonces evidente que un banco, con la complicidad de un administrador público, es capaz de elevar y sostener el precio de las acciones públicas, y reducir las tasas del interés estatal a conveniencia del administrador. Cuando estos pasos se dan con discreción, se puede pagar la totalidad de la deuda del estado. Pero estos refinamientos, que abren la puerta a la acumulación de grandes fortunas, rara vez se llevan a cabo para ventaja del Estado únicamente; quienes toman parte en este tipo de asuntos son generalmente corruptos.

El exceso de billetes fabricados y emitidos en estas ocasiones no incomodan la circulación ya que se utilizan para la compra y venta de acciones. No se utilizan para gastos del hogar ni se convierten a monedas de plata. Pero si algún tipo imprevisto de pánico o crisis lleva a los tenedores de los billetes a demandar monedas de plata en el banco, la bomba estalla y se descubre que estas son operaciones peligrosas.

Richard Cantillon (1680-1734) fue el padre de la economía moderna. Murray Rothbard lo llamó “uno de los personajes más fascinantes de la historia del pensamiento social o económico” y lo describió como “un comerciante irlandés afrancesado, banquero y aventurero que escribió el primer tratado de economía, anticipándose en más de cuatro décadas a la publicación de La Riqueza de las Naciones de Adam Smith.

Cantillon se convirtió en millonario invirtiendo en la “Compañía del Mississippi” de John Law y predijo el estallido de la ahora infame burbuja del Mississippi. Se trasladó a Inglaterra, donde murió en un incendio, supuestamente iniciado por un cocinero que había despedido.

Este artículo es un extracto de la parte 3, capítulo 8 “De los refinamientos del Crédito de los Bancos Generales” en el libro Ensayo sobre la Naturaleza del Comercio en General.


[i] Nota del Traductor: El banco estaba esencialmente sustituyendo los billetes por monedas de baja denominación con el fin de retrasar y desalentar la transacción.
[ii] Nota del Traductor: Cantillon se refiere probablemente a Robert Walpole, quien estaba en el Gabinete Inglés en aquel momento y quien se convertiría, a raíz del escándalo, en Primer Lord del Tesoro, Ministro de Hacienda, y Jefe de la Cámara de los Comunes. Fue el primer “Primer Ministro” de Inglaterra.

Traducido del inglés por Rodrigo Díaz.

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