Visibilizando el capitalismo

0

free-market-plates-abstract-colorful-background-two-text-coming-out-ice-crack-34323994En una época donde el multiculturalismo pretende ser la regla, donde cada día el listado de derechos humanos se amplia y donde parece que hay una fecha especial para recordar, publicitar o crear consciencia respecto de todo, yo hoy pretendo exponer el caso de una víctima, de alguien que ha sido desdeñado, vilipendiado, proscrito y perseguido, El Capitalismo.

El caso del capitalismo es un caso extraño. A diferencia de los cristianos en el bajo imperio, o de los protestantes en el siglo XVI, de los homosexuales en el siglo XX, o de las mujeres en el Islam, puesto que no se trata de una persona, se trata de un sistema; mas allá de la dicotomía sobre el hecho de que solo el ser humano puede ostentar y ejercer “derechos” en el sentido subjetivo, deseo aquí ejercer la defensa de un sistema que demasiadas veces ha sido culpado de todo siendo responsable tantas otras de nada. El capitalismo es víctima porque quienes echan sobre él sus más profundos prejuicios, su ignorancia y sus sesgos pocas veces tan siquiera tienen conocimiento de que trata tal sistema, son en muchos casos tan victimas como el sistema porque décadas de propaganda han hecho que tengan por cierto una serie de errores conceptuales y de falsedades que pretenden anular la realidad misma.

Entender el capitalismo como el sistema donde el libre mercado y la propiedad privada generan una interacción tal que permite la generación de ordenes espontáneos coordinados y dirigidos en satisfacer necesidades en un entorno de escasez; si bien es cierto que este sistema es perseguido, existe, pero existe muchas veces como algo subyacente, como un mal necesario, pero pocas veces es abrazado y defendido como aquel que nos permite nada más y nada menos que la subsistencia. Hoy por hoy el capitalismo esta ilegalizado, afirmamos esto porque nuestras leyes prácticamente se producen con el objetivo de anular el libre mercado, no de facilitarlo, de colocarle trabas y condiciones a la propiedad privada lejos de promoverla, y con cada intervención ese orden espontaneo se hace cada vez más difícil creando situaciones de conflicto que incluso escalan hasta la violencia.

El capitalismo podríamos decir es prácticamente víctima del bullying. Toda minoría hoy por hoy es exaltada con nuevos derechos, aun así, aquella minoría, la más significativa por su debilidad, por su insignificancia cuando se encuentra en contra del todo que es precisamente el individuo parece cada vez más olvidada. El capitalismo es víctima porque a pesar de este intento, son muy pocos los dispuesto a defenderlo, aun cuando la razón se encuentra de este lado, aun cuando la data histórica, la teórica económica y los principios morales lo acompañan el capitalismo sigue en desventaja. Tal vez precisamente porque al igual que en los casos de bullying hasta que la víctima no se levante, su agresor no entenderá lo que es el respeto. De cierta manera eso ocurre en la mayoría de las sociedades, a pesar de que ese capitalismo sigue maltrecho, sigue condicionado, sigue maniatado, increíblemente produce grandes frutos en cuanto a provisión y mejora sustancial en la calidad de vida de la gente, pero no es sino hasta que las sociedades terminan por experimentar la falta absoluta o sustancial de ese capitalismo que no se dan cuenta de que tan vital y necesario era.

Hidalgamente el capitalismo no reclama un sitial de víctima, en todo caso reclama justicia, justicia histórica y equidad actual, que si ha hecho algo malo los responsables que dentro del sistema han abusado de sus virtudes sean castigados, pero que no se siga pretendiendo ignorar la cantidad de bienestar que he traído consigo, que no se trate de alterar la historia para seguir ignorando las vidas que ha salvado, las vidas que ha promovido y las que ha mejorado.

Al capitalismo hay que visibilizarlo antes de que como ha ocurrido en muchas sociedades, sea demasiado tarde, es mejorar valorar a tiempo que lamentar a destiempo.


 

Print Friendly, PDF & Email