Cómo los estados de EEUU pueden abrir camino para un mayor uso de una moneda fuerte

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Al reconocer que el alejamiento del oro y la plata como respaldo de nuestra moneda ha llevado a una deuda aplastante y una gran inestabilidad financiera, unos pocos parlamentos estatales preocupados por la libertad han empezado a considerar cómo defenderse a sí mismos y a sus ciudadanos. En particular, Utah ha abierto una vía para una aceptación general del oro y la plata, declarando que todas las monedas de oro y plata emitidas por el gobierno de EEUU son de curso legal en el estado… y que están libres de cualquier impuesto.

Aunque leyes como las de Utah sean solo un pequeño paso en la dirección correcta, sirven para un propósito importante, porque animan a un mayor uso del oro y la plata como medios circulantes de intercambio. Y esas medidas inician una discusión pública acerca de papel útil que el oro y la plata pueden desempeñar a la hora de proteger el poder adquisitivo y defendernos frente a los abusos de los políticos de Washington y los banqueros de Wall Street.

Utah tiene una población modesta de casi 3 millones de habitantes. Sin embargo, Oklahoma le siguió con su propia ley de curso legal, llevando el total de personas afectadas a casi 7 millones. Cuanta más gente tenga accesibles oro y plata, más probable es que se dé cuenta de su superioridad como medios de intercambio y almacenes de valor.

El oro y la plata son dinero

Otro beneficio de la aprobación de leyes como las de Utah y Oklahoma es que dejan de lado la idea de que el oro y la plata son simplemente inversiones o especulaciones.

Las ganancias en inversiones, más a menudo que no, están gravadas de una forma u otra. Pero el oro y la plata son realmente dinero e imponer un gravamen sobre el intercambio de una forma de dinero por otra es al tiempo ridículo e injusto.

Se debería animar a la gente a ahorrar en dinero real. El impuesto de la inflación sobre toda persona que tenga dinero fiduciario reduce sus ahorros y poder adquisitivo. Mientras que el billete de “dólar” de la Reserva Federal ha perdido más del 97% de su poder adquisitivo desde que se creara esta en 1913, el oro y la plata son mejores almacenes de valor, habiendo multiplicado su valor por 60 y por 20 respectivamente, en su precio denominado en dólares.

La devaluación de la “moneda fiduciaria” no es un accidente. Incluso John Maynard Keynes, el socialista que desarrolló el reglamento económico actual de la planificación centralizada a través de la política monetaria, confesaba: “Mediante un proceso continuo de inflación, el gobierno puede confiscar, secretamente y sin ser observado, una parte importante de la riqueza de sus ciudadanos”.

Deroguemos las cargas devastadoras sobre los comerciantes que compran metales preciosos a la gente

La clave para el uso de metales preciosos como dinero de curso legal y forma de pago es la eliminación de regulaciones que disminuyen su liquidez, y por tanto su utilidad. Muchas jurisdicciones estatales y locales imponen normas draconianas a comerciantes que compran oro y plata a la gente reduciendo opciones, aumentando los costes de transacción y poniendo en peligro la privacidad financiera.

A menudo se obliga a los comerciantes a recoger información personal de los vendedores, incluyendo nombres, direcciones, números de seguridad social, tarjetas de votación y copias de permisos de conducir. Además, los comerciantes se han visto obligados a incluir diariamente toda esta información personal en bases de datos policiales, junto con fotografías de los metales comprados. Y finalmente, algunas jurisdicciones prohíben a los comerciantes revender el oro y la plata durante siete días, obligándoles a guardar grandes cantidades de capital y a absorber el riesgo de mercado.

Es inimaginable pensar que un gobierno obligue a un comerciante de semillas de lima, por ejemplo, a divulgar o recoger información personal. Estos requisitos discriminatorios (que no se aplican a la redención de papel moneda, solo a la redención de oro y plata) violan derechos básicos de privacidad de los individuos y recaen sustancialmente sobre quienes proporcionan una importante liquidez a las transacciones de oro y plata.


Publicado originalmente el 29 de agosto de 2016. Traducido del inglés por Mariano Bas Uribe. El artículo original se encuentra aquí.