La locura de Jeff Sessions por los porros

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4822581291_8a7f45bec1_z.jpgEl Fiscal General de EEUU, Jeff Sessions, publicaba recientemente un artículo de opinión en el Washington Post. Escribía que el negocio ilegal de las drogas genera violencia y delitos violentos. Es verdad.

Señaló además que los delitos violentos han bajado a la mitad desde el punto más alto da la guerra contra las drogas en 1991. También es verdad.

Luego señalaba que, al haberse relajado las leyes de la marihuana y en líneas generales las sentencias federales, la tasa de delitos violentos ha aumentado. Señalaba que “En 2015, Estados Unidos sufrió el mayor aumento anual en la tasa total de delitos violentos desde 1991”. También es verdad, pero es muy engañoso, como mínimo. Es como afirmar que nunca has tratado con los rusos para que después se descubra que has tratado con los rusos en varias ocasiones y entonces usas un truco semántico para no ir a la cárcel.

La tasa de delitos violentos en 1996 era de 637 por cada 100.000 habitantes. En 2015, la tasa de delitos violentos era de 373, una disminución por encima del 40%. A lo largo de este periodo hubo unos pocos años de pequeños aumentos, pero la mayoría de los años vieron notables declives. En 2014 hubo 1,15 millones de delitos violentos y en 2015 hubo 1,20 millones de delitos violentos en Estados Unidos. Esto aumentó la tasa de delitos violentos de 361,6 en 2014 a 372,6 en 2015, un aumento de 11 delitos violentos por cada 100.000 habitantes o un aumento del 3% en la tasa de delitos violentos.

Durante el mismo periodo en la ciudad de Denver (donde la marihuana recreativa ha sido legal desde finales de 2012) el delito violento prácticamente no ha cambiado. La tasa de homicidios no aumentó en absoluto. En el estado de colorado en General la tasa de homicidios cayó de 2013 a 2015, disminuyendo de 3,3 a 3,2 por cada 100.000 habitantes.[1]

En San Francisco, una de las ciudades más propensas al médico de California, la tasa delitos violentos en realidad disminuyó de 2014 a 2015.

En realidad el argumento del fiscal general Sessions no tiene ningún sentido. La marihuana legalizada reduce enormemente el tamaño del mercado de las drogas ilegales y la violencia que causa, tanto eliminando el mercado ilegal de la marihuana como animando a productores y consumidores a pasarse de las drogas duras como la heroína, la cocaína y la metanfetamina a la marihuana/cannabis, que no es adictiva ni letal.

Sessions está usando esta argumentación para proteger sus planes para atacar los dispensarios legales en los estados que han legalizado la marihuana recreativa y médica. También está tratando de bloquear la aprobación de la enmienda Rohrabacher-Blumenauer, que protegería a los estados que hayan aprobado programas de marihuana médica frente a la interferencia federal. Recientemente envió una carta a los líderes del Congreso reclamando que este rechazara la enmienda Rohrabacher-Blumenauer.

La marihuana/cannabis médico es ahora legal en 30 estados. El uso médico legal fue pacientes autorizados está apoyado por el 94% de los estadounidenses. El uso recreativo regulado está apoyado por más del 60% de los estadounidenses y subiendo.

¿Cómo explicamos los intentos de Sessions? Ni es doctor en medicina ni sociólogo. Su justificación se basa en su idea de que “solo la mala gente fuma maría”, pero evidentemente no es así. ¿Podría ser que tuviera un punto de vista de “locura por los porros” por el que la marihuana/cannabis hace que la gente se vuelva loca, lleve a cabo delitos violentos y muera rápidamente como vemos en las películas de horror de la década de 1930?

Tal vez alguien debería verificar la lista de donantes a su última campaña al senado. ¿Tal vez encontremos listados de manera destacada los sectores del alcohol, el tabaco, farmacéutico y de empresas de prisiones?


El artículo original se encuentra aquí.

 

[1] Los datos de 2015 son los más disponibles recientemente para todo el estado.

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