Uno de los problemas actuales de nuestra economía es la falta de pequeños empresarios y la falta de creatividad en el mercado. Por alguna razón la idea de pequeños empresarios me hace pensar, y de alguna forma asimilarlo a los niños. Y tomando una taza de cafe me di cuenta, bueno en realidad recordé que cuando niño había solo tres formas de adquirir algo que quería.
- Vender (mis juguetes u otros accesorios, video juegos, etc.)
- Trueque (Intercambiar mis juguetes o video juegos por otros)
- Papá/Mamá (La forma más agradable por que no perdía nada y adquiría lo que deseaba
Considerandolo, ahora que soy un adulto las cosas no han cambiado mucho, no solo yo pero todos hacemos lo mismo vendemos nuestra labor, intercambiamos con nuestros amigos o pedimos; pero no pedimos a nuestros padres por que entendemos que ya estamos “grandecitos” para ser independientes. ¿Somos realmente tan independientes como creemos? La respuesta es no, de alguna forma u otra nos enmancipamos de nuestros padres, pero, solo hemos cambiado de tutor ahora se depende de el gobierno, cada vez que papa gobierno no nos da la que queremos cambiamos de tutor, claro que los padres no siempre pueden darnos porque nos darían mal ejemplo y claro esta no se puede sobrepasar el presupuesto. Los padres mantienen cierta autoridad sobre nosotros cuando nos mantienen, claro está nos están dando alojo, comida,vestimenta y quizás algo para divertirnos. Obviamente hace sentido, si se le debe algún tipo de respeto por lo mismo. Imagina si tu mantuvieras a tus padres, y no sólo tú sino todos tus allegados, ¿haría algún sentido mantener a tus padres como figura de autoridad? No, tú eres la autoridad, tu los sustentas, ellos deberían estar agradecidos y respetarte por lo mismo. Este es el caso del Estado, lo sustentamos, pagamos contribuciones (en todo caso nos quitan dinero sin consentimiento), nos obliga a obedecerle y cuando le exigimos algo en la mayoría de los casos se nos niega.
Al igual que la idea de que nuestros padres nos sustenten suena como una bonita opción, una opción que no requiere esfuerzo ni trabajo, pero es una opción que conlleva al detrimento social y económico. La pregunta sin duda es a quien culpar, la respuesta es sencilla, culpemos a nuestros padres por mal acostumbrarnos por hacernos sus dependientes y no sus colaboradores, por vendernos idea de las cosas sencillas. Culparlos por cada vez que queríamos algo e íbamos a cambiarlo por algo que queríamos nos decían “no hagas eso”, y nunca pudimos aprender a hacer un trueque efectivo, por no dejarnos fallar, por no permitirnos ser los negociantes que con inherentemente somos. Nunca aprendimos a tomar malas decisiones, nunca hicimos algo mal por que no se nos permitió y con el tiempo perdimos la oportunidad de aprender el valor del trabajo, del riesgo, el incentivo ni del negocio. Perdiendo así la capacidad para usar la creatividad para generar ingreso, lograr nuestras metas y obtener lo que deseamos. Nos hicieron realidad de un molde para el Estado, para que nos manipularen y nunca lograr verdadera independencia. De la misma forma que nuestro padre quieren mantenernos dependientes para tenernos bajo su regazo, el estado nos quiere mantener dependientes para mantenernos debajo de su puño opresor.
Es cuestión de dejarles un legado a las futuras generaciones, el legado de ser independientes, el legado de la libertad y el trabajo sacrificado. De esta sencilla manera darle comienzo a un futuro en en que todos podamos disfrutar de una sociedad verdaderamente libre y responsable de sus propios actos, la revolución por la libertad no comienza en las calles, comienza en la casa, comienza delante al primer ” Estado” al cual nos enfrentamos en nuestra vida, sin duda, hay que cambiar la estructura familiar con forma de estado y darle forma de una empresa, de una cooperativa en la cual todos trabajan por un bien propia y se manifiesta para un bien común.