El oro como el mejor dinero posible

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[Exposición de Juan Ramón Rallo para el Gold & Silver Meeting – Madrid 2009 organizado por la Asociación Española de Metales Preciosos. La ponencia da los elementos para considerar el oro y la plata como activos monetarios con futuro, y explica la relación del dinero metálico con la soberanía del individuo.

1. Por qué surge el dinero

• La división del trabajo es beneficiosa

• Los individuos tienden a especializarse y a intercambiar vía trueque

• Limitaciones espaciales y temporales muy grandes del trueque

• Los comerciantes comienzan a buscar mercancías que les sirvan como medio de intercambio y como depósito de valor.

• Comienzan a adquirir mercancías no porque las necesiten, sino porque suponen un puente para conseguir las que sí quieren.

• Buscan mercancías que sean líquidas, esto es, que sean fácilmente vendibles y atesorables.

• Se trata de un proceso descentralizado donde cada cual busca su propio beneficio pero que al descubrir las mercancías más líquidas beneficia a todo el mundo.

• Ahora bien, ¿se trata de un proceso de búsqueda aleatorio? ¿Cualquier cosa puede ser dinero con tal de que la gente se lo proponga?

• No: los bienes que aspiren a ser dinero deben cumplir ciertas propiedades.

2. Propiedades del dinero

• Medio de cambio

• Accesibilidad.

• Facilidad de transformación: Para su estandarización en piezas homogéneas (ductibilidad, maleabilidad, fusibilidad, dureza, tenacidad).

• Cierto horizonte de estabilidad en el valor.

• Alto valor unitario.

• Dificultad de falsificación.

• No es estrictamente necesario que tenga una demanda previa, pero entonces debe ligarse al depósito de valor.

• Si no se liga, amplio mercado previo.

• Depósito de valor.

• Fuerte demanda previa.

• Accesibilidad.

• Facilidad de transformación para construir una unidad homogénea.

• Atesorabilidad: Conservar su valor a lo largo del tiempo (vida media, destructibilidad, elevado valor unitario) y retirar valor a lo largo del tiempo (divisibilidad y bajo valor unitario).

• Escasez relativa.

3. Propiedades del oro

• Medio de cambio

• Accesibilidad.

• Facilidad de transformación: Metal más dúctil y maleable, no muy duro (2,5 Mohs) y fusión aceptable (1.064 grados).

• Estabilidad en el valor por su escasez relativa.

• Alto valor unitario.

• Difícil de falsificar por su color característico.

• Demanda previa con un amplio mercado internacional.

• Aun así, el oro no tiene por qué actuar como medio de cambio, existen alternativas más eficientes como las letras de cambio y las cámaras de compensación.

• Depósito de valor

• Demanda previa.

• Accesibilidad.

• Facilidad de transformación.

• Atesorabilidad: No perece, fácil de reconstruir, muy difícil corrosión, elevado valor unitario.

• Escasez relativa: Flujo/stock=1,5%

4. Malas propiedades de otros bienes

• Ganado: Muere, poco divisible, costoso de almacenar, difícil de obtener una unidad homogénea, flujo/stock muy alto.

• Sal: Se degrada con facilidad, bajo valor unitario.

• Materias primas agrícolas: Se degradan, bajo valor unitario y flujo/stock=100%

• Papel: Se estropea fácilmente, muy bajo valor unitario, relación flujo stock muy alta (hiperinflaciones).

• Petróleo: Bajo valor unitario, fácilmente deteriorable, costes de almacenamiento muy elevados.

• Inmuebles: Díficil de obtener unidades homogéneas, muy poco divisibles y muy poco desatesorable (su valor se reduce mucho con el tamaño de sus partes), altos costes de transporte, demanda muy poco extensa (muy localizada),.

• Diamantes: Muy duros, no homogéneos, bastante frágiles, muy poco desatesorables (tanto por el tamaño de la unidad como por la inconveniencia de dividirlos) y han estado concetrados geográficamente.

• Hierro: Se corroe y daña con facilidad, bajo valor unitario (cuarto metal más abundante).

• Cobre: Se oxida con la humedad, bajo valor unitario (un kilo de cobre=10 dólares).

• Platino: Mayor punto de fusión, concentración geográfica, menor ductibilidad y maleabilidad, flujo stock de 0,04%.

5. El oro y la soberanía del individuo

• El oro es en última instancia el bien más vendible (liquidez espacial) y atesorable (liquidez temporal).

• Esta doble cualidad concede al tenedor de oro una doble soberanía: soberanía del consumidor (frente al comerciante) y soberanía del ahorrador (frente al demandante de crédito).

• Soberanía del consumidor: El consumidor puede esperar a consumir hasta que encuentre en el mercado los bienes que le satisfagan. El empresario no puede esperar, ya que su mercancía le caduca. Si el consumidor no le compra, no puede ni comprar ni pagar a sus proveedores, de modo que tiene que liquidar su producción (venderla al tenedor de oro a precios lo suficientemente bajos) y redirigirla en el futuro (influencia sobre el consumo).

• Soberanía del ahorrador: El ahorrador puede conservar su riqueza en forma de oro a lo largo del tiempo y extraerlo (desatesorarlo) en cualquier momento. No necesita deteriorar su liquidez (invertir) para conservar su patrimonio. Si las parejas de rentabilidad-riesgo que se le ofrecen no le resultan atractivas, puede atesorar oro, restringir el crédito y forzar subidas de tipos de interés. Los productores que sobrevivan por un crédito artificialmente barato tendrán que reconvertirse (influencia sobre la inversión).

6. El papel moneda como ataque a la soberanía del individuo

• El valor del papel moneda queda indeterminado, ya que depende de una oferta muy flexible y de una demanda muy especulativa.

• Tener en balance papel moneda equivale a conceder un crédito al banco central o al Gobierno.

• Esta doble carácterística socava la soberanía del individuo frente al comerciante y al demantante de crédito

• Soberanía del consumidor: Dado que los precios suben y el valor del papel moneda cae, hay que desprenderse de él lo antes posible. El consumidor no puede esperar y es el comerciante quien puede colocar sus mercancías aun cuando no satisfagan a sus clientes.

• Soberanía del ahorrador: El ahorrador no tiene la posibilidad de sacar su capital del circuito de crédito. Si se mantiene “líquido” en papel moneda, está extendiendo un crédito al banco central o al Gobierno. Si se mantiene en bienes reales, se expone a oscilaciones de valor muy grandes (ciclo Kondratieff); incluso en el caso del oro, su valor se desestabiliza con respecto al del papel moneda.

Los efectos según Gesell (enemigo del dinero sólido)

• Libremoneda: “Debemos, pues, empeorar al dinero como mercancía, si hemos de mejorarlo como medio de cambio, y ya que los poseedores de mercancías tienen siempre apuro en el cambio, justo es que también los poseedores del medio de cambio sientan el mismo apremio. La oferta se encuentra bajo presión directa, intrínseca; lógico es que se coloque la demanda también bajo idéntica presión”.

• Tendero: “Se ha pronosticado que, con la introducción de la libremoneda, los compradores se harían menos pretenciosos, y reconozco que ya han cambiado bastante en su modo de proceder. El sábado pasado traté durante una hora con un cliente para venderle una máquina de coser de 100 pesos. El hombre no pudo decidirse, encontró cada vez otro defecto en la máquina, de por sí perfecta. Finalmente le recordé que estaba acercándose la clausura de la cotización semanal: esta observación produjo el efecto deseado y todas sus dudas se disiparon. El miró su reloj, y contemplando sus billetes, hizo el cálculo de que si vacilara más tiempo, perdería 10 centavos. Entonces se disiparon sus inconvenientes, pagó y se fue”.

• Ahorrador: “El Banco de ahorros ya ha reducido repetidas veces el tipo de interés, y para el mes próximo anuncia una nueva reducción, motivada por el hecho de que los depósitos exceden continuamente a los préstamos. En el corto tiempo transcurrido desde la implantación de la Libremoneda el interés ha bajado ya de 4% al 3%, y se dice que bajará a cero, cuando la Libremoneda sea adoptada por el comercio internacional”.

7. Cómo la perversión del dinero ha provocado la crisis actual

• La crisis actual se produce por un exceso de crédito sobre el ahorro disponible.

• Ese exceso de crédito puede generarse gracias a que los bancos prestan a largo plazo fondos que tienen que devolver a corto plazo.

• El patrón oro frena la expansión del crédito, tanto por los acreedores a corto plazo como por los ahorradores:

• Acreedores a corto: El sistema bancario, incluido el banco central, no puede inflar el crédito, ya que si emite billetes (o reconoce depósitos) pagaderos en oro para invertir a largo plazo, el billete se depreciará con respecto al oro y sus tenedores acudirán a convertirlos, forzando la liquidación de sus activos.

• Ahorradores: Si los tipos de interés a largo plazo se reducen por debajo de la preferencia temporal marginal de los ahorradores, éstos renunciarán a seguir extendiendo crédito a bancos y empresas, atesorando sus ahorros en oro y fuera del sistema financiero hasta que los tipos de interés subirán de nuevo.

• Estos frenos no existen en un régimen de dinero fiduciario, ya que por un lado los acreedores a corto del banco central no pueden escapar de este compromiso de pago incumplido (sólo lo pueden endosar) y los ahorradores no disponen de un medio atesorable en el que refugiarse y protestar por los tipos de interés artificialmente bajos.

• Por tanto, el crédito puede expandirse por encima del ahorro durante mucho tiempo, distorsionando la estructura productiva y financiera de los agentes económicos (teoría austriaca del ciclo económico).

8. Conclusiones

• El dinero es necesario para profundizar en la división del trabajo y de capital de la sociedad por su doble función de transmitir valor en el espacio y en el tiempo.

• Las características y propiedades particulares del oro lo hacen especialmente apto para cumplir con esas funciones.

• El resto de bienes de la economía cumplen esas propiedades de una manera más deficiente que el oro, lo que se traduce en que son menos líquidos (sus bid-asked spreads se incrementan con la cantidad).

• Un dinero basado en el oro es imprescindible para que tanto el consumidor como el ahorrador sean soberanos en el mercado sobre lo que se produce y cómo se invierte: gracias al oro el consumidor puede esperarse a consumir y el ahorrador puede esperarse a invertir sin sufrir quebrantos de valor.

• El dinero fiduciario inflacionista fuerza al consumidor a desprenderse de su dinero para adquirir mercancías que no lo satisfacen e impide al ahorrador salirse de los circuitos del crédito cuando los tipos de interés están artificialmente rebajados.

• La crisis actual es consecuencia de una sobreexpansión creditica favorecida por la incapacidad del sistema monetario fiduciario para poner coto a los descalces financieros de plazos descontrolados. De hecho es todo lo contrario: permite que el banco central se sume a esa locura colectiva difiriendo durante mucho tiempo las consecuencias negativas de sus decisiones.

 

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