El fenómeno de las criptomonedas es global. Las redes públicas de blockchain no están controladas por ningún Estado ni por empresas. Más bien, conectan a las personas más diversas a través de las fronteras nacionales.
Sin embargo, a pesar de toda esta falta de centralidad, algunos gobiernos están tratando de alinear sus intereses nacionales con las criptomonedas y la creación de puntos de contacto, con el fin de proporcionar un hogar para esta nueva tecnología descentralizada ddel blockchain. Sobre todo está Suiza. A principios de 2018, el ex ministro de Economía, Johann Schneider-Ammann, proclamó a Suiza como una «criptonación». Instó a las universidades, la industria y el gobierno a hacer de este pequeño país uno de los centros de criptomonedas más importantes del mundo.
Bitcoin en Suiza – una instantánea estática
Han pasado muchas cosas desde esa llamada. Según el «Top 50 Report» de la sociedad de inversión Crypto Valley Venture Capital, CV VC, la escena de criptomonedas suizas puede enorgullecerse de las siguientes cifras impresionantes: En los primeros seis meses de 2019, las 50 principales empresas sobre el blockchain duplicaron su valoración, pasando de 20.000 millones a un total de 40.000 millones de dólares estadounidenses. Más de 800 empresas con más de 4.000 empleados se dedican ahora activamente a este prometedor sector.
Además, seis Unicornios –emprendedores con un valor de más de mil millones de dólares estadounidenses– tienen su sede en Crypto Valley, Suiza. El último acontecimiento destacado se anunció a finales de agosto: Con Sygnum AG y Seba Crypto AG, Suiza es el primer país en tener dos bancos de criptomonedas oficialmente aprobados por el regulador responsable. Bitcoin Suisse AG también solicitó en julio una licencia de banco y de agente de valores. Otros proveedores de servicios financieros de criptografía como Crypto Finance AG, Lykke, Token Suisse, Bity y el Swiss Crypto Exchange también operan en Suiza.
Revitalizando el sector financiero suizo
Los bancos de criptomonedas, los bancos del futuro, son vistos como una fuerza importante para ayudar a que el centro financiero suizo vuelva a florecer. Es un hecho: el paisaje bancario suizo no está en muy buena forma. El valor añadido del sector financiero suizo sin seguro ha caído de 47.000 millones a 30.000 millones en los últimos diez años, mientras que el PIB total ha aumentado de 576.000 millones a 668.000 millones de francos suizos.
La bolsa suiza también está atrayendo la atención con cifras menos agradables. El número de valores cotizados está en constante descenso. No se puede negar que las empresas públicas están en retirada. Mientras que hace diez años se contabilizaban 40 empresas por cada millón de habitantes, ahora esta cifra es inferior a 30.
Quien quiera hacer pública hoy su empresa debe cumplir una serie de normas de publicidad y contabilidad. El excesivo número de regulaciones cuesta enormes cantidades de dinero y hace que el mundo de la inversión sea cada vez más un evento exclusivo para los grandes inversores. E incluso las empresas que ya cotizan en bolsa están perdiendo una cuarta parte de su tiempo en la burocracia bursátil, según las estimaciones de un estudio realizado en 2018 por la consultora Partners Group. Lamentablemente, las medidas reguladoras diseñadas para proteger a los inversores del riesgo también los protegen de los rendimientos.
Gracias a la tecnología del blockchain, algunos exponentes han recuperado la esperanza para el problemático sector bancario suizo. Por ejemplo, la empresa Alethena, con sede en Zug, está intentando introducir acciones en el blockchain. Las pequeñas y medianas empresas, en particular, deberían beneficiarse de esta evolución en el futuro. En general, se cree que el centro financiero suizo sigue existiendo gracias a las innovaciones en torno a esta nueva tecnología, incluso sin el secreto bancario. Los optimistas incluso ven que este sector vuelve a florecer en un futuro no muy lejano.
La criptonación: ¿una contradicción con la narrativa de bitcoin?
Para muchos entusiastas de Bitcoin y del blockchain, Suiza es un buen ejemplo de cómo un gobierno y el nuevo mundo descentralizado pueden cooperar y beneficiarse mutuamente. Otros, sin embargo, ven el fundamento de los criptoanarquistas, en el que se basa el mundo de las criptomonedas como traicionado. Según su punto de vista, la verdadera tecnología blockchain no será capaz de restaurar la salud de los bancos en dificultades. Todo lo contrario: Bitcoin se ha levantado para poner fin a los bancos y a su actividad generadora de dinero.
No se puede negar que estos críticos tienen razón. A pesar de que Suiza está abierta al mundo de las criptomonedas, los esfuerzos de muchos proveedores de servicios financieros de criptomonedas también muestran que tratar de reunir el dinero fiduciario y los activos de criptomonedas son una gran molestia. Un sector bancario suizo regulado es difícil de conciliar con un mundo de bloqueo descentralizado. Esta es la verdad a la que los entusiastas de las criptomonedas se enfrentan a diario.
¿Qué se debería hacer al respecto? Para los entusiastas de las criptomonedas de la primera hora, esto significa soportar las contradicciones que acompañan la indispensable profesionalización y monetarización de este sector en crecimiento. En el sentido de un proceso de descubrimiento genuino, es necesario averiguar dónde son necesarias las admisiones pragmáticas a la política práctica, pero también dónde deben aplicarse las implementaciones inflexibles de la idea original de las criptomonedas.
