Lo más curioso sobre la inclusión continua de la corrupción en las puntuaciones del índice es el hecho de que en el texto de la metodología se advierte explícitamente el efecto ambiguo de la corrupción sobre la libertad económica. Sin embargo, proceden a ignorarlo en la puntuación real.
Veo que el índice de libertad económica de la Heritage Foundation, que ya he criticado anteriormente, se ha vuelto a publicar. Un vistazo rápido a su página de metodología revela que han cambiado su metodología, curiosamente en gran medida siguiendo las líneas de los cambios que propuse. No han adoptado todos mis cambios propuestos, pero si algunos de ellos.
Por ejemplo, han eliminado la ridícula categoría de “mercado informal” y la han reemplazado con una categoría de regulación laboral, han abandonado la práctica engañosa de equiparar el cambio en el gasto público con su nivel y han incluido la expropiación en la restricción de la categoría de derechos de propiedad.
En gran parte como resultado de esto, ya no se considera que Suecia y Dinamarca tengan una baja carga de gobierno.
Sin embargo, persisten algunas deficiencias. Por ejemplo, todavía no incluyen los salarios mínimos impuestos por los sindicatos, aunque el poder sindical es un producto del estado, todavía no se dan cuenta de los esquemas de ahorro forzoso, no se dan cuenta de otros efectos que no sean la inflación de precios al consumidor de la inflación monetaria, todavía miden la propiedad del gobierno a partir de la participación de los ingresos del gobierno que provienen de las empresas estatales (lo cual es engañoso ya que esto primero implica que los impuestos más bajos reducen la libertad y, en segundo lugar, que las empresas estatales que generan pérdidas no son una restricción de libertad) y aún no se dan cuenta en el índice puntuaciones de los posibles efectos positivos de la corrupción en algunos contextos (es decir, cuando la alternativa es la aplicación de una regulación destructiva). Además, las calificaciones de algunas de las categorías parecen bastante arbitrarias.
Lo más curioso sobre la inclusión continua de la corrupción en las puntuaciones del índice es el hecho de que en el texto de la metodología se advierte explícitamente el efecto ambiguo de la corrupción sobre la libertad económica. Sin embargo, proceden a ignorarlo en la puntuación real.
En conclusión: el índice sigue siendo imperfecto, pero sin embargo ha mejorado mucho en comparación con las versiones anteriores.
